Alicante apuesta por la transición a la economía circular como ciudad y como estrategia competitiva de las empresas que, además, reduce costes. Estas fueron algunas de las conclusiones que ayer surgieron en una jornada, organizada en Torre Juana OST por el Circular Economy Club (CEC) y AlicanTec, que agrupa a firmas de perfil tecnológico. Al foro asistieron unos 50 representantes de distintas compañías, diferentes sectores y de administraciones públicas que, tras analizar por grupos los retos que plantea este nuevo sistema, firmaron una Declaración para impulsar la economía circular en la provincia.

Pero ¿a qué responde este modelo de nuevo cuño? Es una estrategia que significa pasar de un sistema lineal, tradicional, en el que las empresas «producen, consumen y tiran a otro donde el producto tiene valor a lo largo de toda la cadena; la basura no existe y, además, los residuos pueden convertirse en generadores de otros servicios y oportunidades de nuevos negocios y de creación de empleo», según explicaba Laura Cárdenas, organizadora del Circular Economy Club (CEC) en Alicante.

La fundadora del CEC a nivel internacional -en la que participan más de 2.600 profesionales y organizaciones de economía circular de más de 80 países y 230 ciudades- es la investigadora ilicitana Ana Tarí, hoy residente en Boston (Estados Unidos).

Diferenciación en Alicante

Con la jornada de ayer, que coincidía con el Día Mundial de las Ciudades y que se celebraba de forma simultánea en unas 80 capitales, Alicante se incorporaba a este club mundial y se convertía en la cuarta de España, por detrás de Madrid, Barcelona y Bilbao, en apostar por esta iniciativa. Un posicionamiento destacado, pero que la Alicante quiere diferenciar creando sinergias, aprovechando el impotante nodo de empresas tecnológicas que hay en la provincia. «Se pretende ver cómo el Big Data o la Inteligencia Artificial pueden ayudar a resolver los desafíos que plantea la transición a la economía digital», subrayaba Laura Cárdenas, quien consideraba que esta «alianza» puede suponer un «valor añadido» en el caso de Alicante, y «lo que nos puede llevar a ser referentes a nivel internacional», incidía.

Los asistentes a este foro se dividieron por grupos y analizaron los retos y las oportunidades de la transición a este nuevo sistema en cada sector. Participaron directivos o ejecutivos de empresas de calzado, de textil, de plástico, de madera, de turismo, de servicios, del sector agroalimentario o firmas tecnológicas, además de representantes municipales, de la Diputación y de la Generalitat. En este último caso, acudió Empar Martínez, directora general de Industria, que participó en uno de los grupos de debate y análisis.

Posteriormente, Martínez destacó el apoyo a iniciativas de este tipo que, además, entran en sintonía con los objetivos de los planes de la Conselleria de Industria, «que contemplan seis estrategias y una de ellas es la integración de la economía circular, «que pensamos que debe ser una estrategia de competitividad», señaló.

La celebración de esta jornada se produce en un contexto en el que el objetivo de la economía circular es un movimiento «muy fuerte en Europa. Entra dentro de los planes estratégicos de la Comisión. Y la industria tiene que ver cómo va a hacer frente a esos desafíos o expandir las posibles oportunidades y adecuarse a las futuras normativas en este sentido», añadía Cárdenas.

La organizadora del CEC en Alicante asumía que después -o en paralelo- al impulso de esta estrategia en la industria, «tenemos que ver cómo también podemos vincular a la ciudadanía en este reto».

Una idea que comparte con Andrés Pedreño, presidente de AlicanTec y experto en Inteligencia Artificial, quien destacaba que la iniciativa se basa en tres ejes: las administraciones, las empresas y las asociaciones empresariales. Y su colaboración «puede ser un elemento de difusión, de arraigo y del potencial que supone la economía circular para la empresa y para la sociedad». Porque el proyecto, además, de implicar a las compañías y sectores pretende acercar a la población a este reto, que está en consonancia con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) que marca la agenda de Naciones Unidas.

Innovación y colaboración

Pedreño incidía, además, en que la importancia de que se cree esta red en Alicante es que «pone en contacto a unas empresas que ya han dado pasos con otras que colaboran. Lo más rico de la innovación es que haya una estructura colaborativa», subrayaba el presidente de AlicanTec.

Y según ponía sobre la mesa la directora general de Industria, este tipo de iniciativas no tiene marcha atrás. «Debemos poner en común las variables de las buenas prácticas, replicar lo que hacen bien otros, añadir y sumar. Y que eso nos vincule a un movimiento de carácter internacional, porque si nosotros no nos movemos, la apuesta por este modelo seguirá avanzando y nosotros no podemos quedarnos parados».

Este es un comienzo en la provincia. Es un movimiento que se está produciendo en todo el mundo, apuntaba Pedreño. «Hay empresas que han empezado a trabajar en esta estrategia y que están preocupadas por la imagen que puedan dar del derroche de recursos que conlleva el actual sistema de producción en todo el mundo y lo consideran, también, como un factor de sostenibilidad y de reducción de costes», resumía el experto alicantino.