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El mapa de la inversión extranjera

Un total de 714 multinacionales foráneas operan en la Comunidad Valenciana, muy lejos de las más de 4.000 de Madrid y Cataluña

Geografía de las multinacionales en España

En una economía abierta hay dos pilares esenciales. Por un lado, el comercio, que conlleva el intercambio de la producción. Por el otro, la inversión extranjera, que implica poner dinero para generar las infraestructuras y contratar personal para producir bienes, materiales o no. Por tanto, se trata de un factor esencial en el crecimiento de un país que no viva en la autarquía como en los años iniciales de la dictadura franquista. En 2018, España se situó como la tercera economía europea y novena mundial en inversión extranjera directa. Escaló tres puestos en el escalafón y se convirtió -con 48.908 millones de dólares, el 4 % del PIB nacional- en el país de crecimiento más elevado de entre los 30 mayores receptores a nivel internacional.

Haciendo un zoom en esta fotografía para ver el detalle territorial se observa un panorama no muy diferente al que se ve en tantos otros aspectos de la realidad económica. En el mismo, la Comunidad Valenciana aparece nuevamente en una cuarta posición en la mayoría de magnitudes. Un primer dato a tomar en consideración es el de las filiales extranjeras que operan en la autonomía. Son 714 las multinacionales foráneas radicadas en la autonomía. Nada que ver con las 4.831 de Madrid y las 4.187 de Cataluña, que sacan varios cuerpos de ventaja a todas las demás. De hecho, la tercera posición en este escalafón es para Andalucía, con 760. Dados su mayor tamaño y población, el dato valenciano, a solo 46 firmas, es significativo. Después aparece el País Vasco, con 541.

Estos datos figuran en la «Aportación de las multinacionales extranjeras a la economía y la sociedad española» publicado esta semana por Multinacionales por Marca España, una organización que integra a importantes compañías de origen extranjero ubicadas en el país, como Google, Airbus, Altadis, Facebook, Bayer, Siemens, L'Oreal, IBM, Axel Springer, Procter & Gamble, ING y Ernst & Young, entre otras.

El elevado número de firmas instaladas en el País Vasco es relevante, en tanto en cuanto se trata de una autonomía que en tamaño es un tercio de la valenciana y en población no llega ni a la mitad, lo que confirma la pujanza de Euskadi. De hecho, la cifra de negocio que mueven las multinacionales ubicadas en esa zona es de 17.902 millones, mientras que la de las instaladas en la Comunidad Valenciana sube solo a 18.757. La de Andalucía se eleva hasta los 20.763 millones. Estos datos de facturación vendrían a señalar que las firmas «valencianas» son de menor tamaño que las de las zonas con las que compiten prioritariamente. Si las «vascas» salen a 31 millones por mercantil, las «valencianas», a 26 y las «andaluzas», a 27. Esta misma cifra se da también en Cataluña, donde las citadas 4.187 multinacionales generan una cifra de negocio conjunta de 115.113 millones. Madrid queda en otra dimensión: son 62 millones resultantes de los 301.055 millones que facturan las 4.831 filiales extranjeras ubicadas allí.

Empleo

No obstante, si nos atenemos solamente a la variable del empleo, los resultados son muy distintos. Madrid, con 405.735 trabajadores en conjunto en este tipo de compañías, sale a unos 83 empleados por cada una de ellas. Cataluña está en registros más bajos, con 74. El País Vasco sube a 128 y la Comunidad Valenciana, a 135. El premio gordo se lo lleva Andalucía, con 162. La factoría de Ford en Almussafes puede ilustrarnos del porqué de estas diferencias. Y es que la sede de la multinacional estadounidense en España se encuentra en Madrid, donde el número de empleados es sustancialmente inferior al de su centro de producción valenciano, donde ronda los 8.000 trabajadores.

De hecho, el documento deja constancia de cómo la comunidad que alberga la capital de España «ha sido tradicionalmente la principal receptora de inversiones productivas». En el último año, un 68% del total (y un 29% en el caso del empleo). La explicación se encuentra en que «existe un fuerte efecto sede del que Madrid se beneficia especialmente, tanto por la forma de asignar la inversión a las sedes u oficinas centrales como por el poder de atracción de las grandes inversiones que ejercen las sedes de las grandes empresas españolas». A pesar de esto, el informe asegura que el atractivo económico de Madrid «no se hace en detrimento de otras regiones» y pone como ejemplo las cifras del inmovilizado material ligado a la inversión extranjera, que en esa comunidad supone casi un 29% del stock de inversión, con 19.451 millones, aunque Cataluña está por delante con 25.953 millones y Andalucía cerca, con 16.090.La Comunitat queda lejos, con 4.668.

La Asociación Multinacionales por Marca España realizó una encuesta entre sus miembros, contestada por el 32% de los mismos, para diseñar un mapa más detallado de la presencia de estas firmas en el país. Una primera conclusión fue la del «largo compromiso» de las mismas con el país desde que en 1899 se estableció en Cataluña la primera. El goteo posterior devino casi inundación tras la entrada en la UE en 1986, sobre todo en los servicios. Otra conclusión es que todas las firmas encuestadas iniciaron su actividad en España en Madrid (61 %), Barcelona (32%) o simultáneamente (7%), desde donde se extendieron por todo el país con la implantación de oficinas y centros de producción, desarrollo o distribución. A este respecto, conviene destacar que la Comunidad Valenciana carece de sedes centrales de multinacionales extranjeras. El 44% de estas firmas tiene una oficina en la autonomía y el 13% una planta de producción (como la Ford), un almacén o un centro de desarrollo e I+D.

Las multinacionales extranjeras tienen 28 centros de estas características distribuidos entre once autonomías y diez plantas de producción industrial en siete regiones. El 74% del total de sedes está en Madrid, aunque un 88% de las firmas consultadas tiene una sede en dicha zona. El documento, por otro lado, analiza también el porcentaje mínimo y máximo del empleo total generado por parte de los encuestados en cada autonomía. En el caso de la Comunidad Valenciana expresan una horquilla que va de un 0,5% a un 13,5%.

Destino

La mencionada encuesta se detiene, asimismo, en el destino de la producción de las multinacionales. En este sentido, la mayoría de las empresas asociadas manifiesta que lo que fabrican va en su totalidad al mercado español y, en ocasiones, al ibérico, es decir, sumando Portugal. Solo en algún caso se expresa un porcentaje significativo (en torno al 40%) de la producción que va destinada a la exportación. El informe precisa al respecto que en el citado resultado influye la presencia entre los encuestados de una mayoría de compañías que desarrollan su actividad únicamente para el mercado español. Se trata de firmas de sectores como ciencias de la salud, agricultura, bebidas, tecnologías de la información y comunicación, servicios profesionales, finanzas, gran distribución, recursos humanos o publicidad.

Por otro lado, la cadena de valor de las multinacionales desde la perspectiva de España presenta, con relación a las compras, un peso mayoritario de firmas locales (una media cercana al 78%) como suministradores, seguido de las empresas del grupo (16%) y solo en un 6% por compañías foráneas. En cuanto a las ventas, la exportación de inputs intermedios de fabricación española para su incorporación en producciones de empresas de fuera del país «es reducida». Tan es así que el 75% de los mismos tiene como destino empresas locales, un 15% va a compañías del grupo de la multinacional y solo un 10% se dirige a firmas de fuera de España.

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