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La vaca de Ale-Hop ya factura 120 millones pese a su resistencia a entrar en Internet

La compañía con sede en Ondara ha triplicado sus ingresos en apenas tres años y cerró su último ejercicio con unos beneficios de 29,3 millones

Uno de los locales de Ale-Hop en la ciudad de Alicante. pilar cortés

Es lo que se dice nadar a contracorriente. En pleno boom del comercio electrónico y de webs como las de Amazon o AliExpress, la compañía Clave Denia, con sede en Ondara, ha logrado convertirse en una de las firmas de mayor crecimiento de la provincia, gracias a su apuesta por el comercio físico a través de la cadena de tiendas Ale-Hop. La conocida vaca imagen de la marca custodiaba al cierre del año pasado la puerta de 176 establecimientos -23 más que en 2017, casi dos nuevas tiendas cada mes-, que generaron unos ingresos superiores a los 120 millones de euros, según las cuentas consolidadas que acaba de depositar la mercantil en el Registro, lo que supone un crecimiento del 22%.

Una progresión más propia de una compañía tecnológica que de un sector tan maduro como el «retail». Sobre todo, si se tiene en cuenta que se trata de un crecimiento sostenido en el tiempo y que le ha llevado a que sus ingresos se haya duplicado en apenas tres años. Un incremento del negocio que también ha tenido su reflejo en los resultados de la firma, que solo el año pasado aumentaron un 23%, hasta rozar los 29,3 millones de euros.

Esta elevada rentabilidad es la que le ha permitido que, además de crecer al margen de Internet, también lo haya hecho sin necesidad de recurrir a la financiación bancaria, ya que ha pagado toda su expansión con recursos propios, tal y como ayer recordaban desde la propia firma. Así, el único crédito que refleja el balance de la mercantil del año pasado son 15.975 euros procedentes de los pagos con tarjeta.

En cuanto al futuro, desde Ale-Hop señalaron que, de momento, a corto plazo seguirán sin entrar en el negocio de Internet, aunque reconocieron que lo están estudiando para más adelante. Dicho de otro modo, que la compañía aún ve mucho recorrido a su cadena de tiendas físicas. Así, su intención es seguir reforzando su presencia en las zonas donde ya tiene implantación y donde le resulta más fácil crecer por cercanía a sus centros logísticos -es decir, en las zonas costeras, donde la presencia de turistas también contribuye decisivamente a mejorar la caja de sus establecimiento-, pero el objetivo de la firma es tener implantación nacional, lo que significa expandirse también en las ciudades del interior de la península.

España y Portugal

De momento, lo que tampoco parece que entre en los planes a corto plazo de la firma es buscar nuevos mercados internacionales, más allá de Portugal, donde Ale-Hop ya cuenta con más de una treintena de establecimientos, que el pasado ejercicio aportaron 10,7 millones de euros a la facturación del grupo, alrededor del 9% del total. La compañía también cuenta con una filial que se encarga específicamente del negocio en las Islas Canarias -que cuentan con un régimen económico y fiscal propio-, que generó 3,1 millones de beneficios.

La expansión de la cadena llevó a la incorporación a la plantilla de más de 300 personas en 2018, por lo que el volumen de personal empleado ascendió hasta los 1.285 profesionales, de los que un 61% contaban con contrato indefinido, según recoge el informe de gestión de la firma. Casi ocho de cada diez son mujeres.

El fundador de Clave Denia, Vicente Grimalt, se inició en el mundo del comercio en 1968, después de trabajar en una fábrica local. Su idea siempre fue la de crear una cadena de tiendas aunque, como primer paso, en 1991 constituyó una empresa dedicada a la importación y venta al por mayor de artículos de regalo, decoración, muebles y complementos en su Dénia natal. En 1997 trasladó la sede de la firma a Ondara, ante la necesidad de ampliar sus instalaciones, pero no fue hasta el año 2001 cuando abrió su primer establecimiento con la marca Ale-Hop en la calle de la Paz de València, a la que pronto seguirían otras muchos hasta conformar la cadena actual.

A la espera de trasladar sus oficinas a Bellreguart

En los últimos años, Ale-Hop ha acompañado la expansión de su cadena de tiendas con nuevos almacenes logísticos para atender a sus establecimientos. Así, además de su central de 6.000 metros en Ondara, la compañía también tiene otro centro de 4.500 metros en Pedreguer y acaba de poner en marcha un tercero en el municipio valenciano de Bellreguart -junto a Gandia-, donde también piensa trasladar sus oficinas centrales y, está por ver, si cambia su domicilio social. Además, ha comprado otra parcela de 47.000 metros en Tavernes.

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