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Un tercio de los consumidores contrata más luz de la que necesita

Un estudio de i-DE revela que más de 550.000 alicantinos podrían rebajar la potencia para abaratar su recibo

Un momento de la jornada celebrada ayer en las instalaciones de la Cámara de Comercio.

El temor, muchas veces infundado, a que salte el automático cuando están en uso todos los electrodomésticos de la casa lleva a que muchos consumidores tengan contratada una potencia de luz superior a la que en realidad necesitarían. En concreto, en el caso de la provincia de Alicante, algo más de un tercio de los usuarios -alrededor de 550.000 hogares y empresas- podrían reducir la capacidad máxima de su instalación sin ningún problema, con el consiguiente ahorro que ello supone en la factura.

Al menos así lo aseguran las estimaciones realizadas por los responsables de i-DE, la nueva marca de la distribuidora de electricidad de Iberdrola, unos cálculos que ayer se presentaron durante la jornada celebrada por la compañía en la Cámara de Comercio de Alicante, en la que se analizaron las mejoras en el servicio que permiten la digitalización de las redes y la extensión de los contadores inteligentes.

En este sentido, desde i-DE señalaron que solo en la provincia de Alicante la firma ha desplegado ya más de 1,4 millones de estos nuevos contadores y ha adaptado más de 11.600 centros de transformación, a los que se ha dotado de capacidades de telegestión, supervisión y automatización.

Durante la jornada se puso de relieve que este proceso de digitalización está transformando la relación de los clientes con las compañías de suministro, gracias al gran volumen de información que tienen en su mano y que, por ejemplo, les permite conocer sus pautas de consumo o si, como se comentaba, se tiene contratada una potencia excesiva. Por ejemplo, i-DE ha desarrollado nuevas aplicaciones, como una app y una web, desde las que se puede obtener toda la información que el equipo de medida está registrando en tiempo real, como son los datos de sus curvas de consumo de electricidad diarios, semanales o mensuales, así como la máxima demanda en cada mes, con el fin de chequear si es la que se necesita o si podría optarse por una de menos rango. Asimismo, aporta información de la forma en la que se distribuye este consumo, lo que facilita elegir el tipo de tarifa que mejor se adapta a cada consumidor.

Además, permite detectar posibles consumos anómalos, que pueden indicar que algún electrodoméstico no funciona correctamente o ayudar al cliente a rebajar el gasto que no sea necesario.

Los nuevos contadores inteligentes también reducen los errores en la facturación de las lecturas del suministro, se permite realizar operaciones inmediatas y a distancia, y agilizan el diagnóstico de las incidencias, tanto si es en el interior de la vivienda de los usuarios, como en la red de i-DE. Igualmente, facilitan la realización de todos los trámites, como el de reducir la potencia.

En la jornada de ayer participaron el jefe del servicio territorial de Industria y Energía de la Generalitat en Alicante, Matías Pablo Mas; y el director del Servicio al Cliente de la distribuidora del grupo Iberdrola, Javier Bon. También estuvieron presentes César Calomarde, jefe de zona de i-DE en la provincia de Alicante; Cecilio Nieto, presidente de UCE de l'Alacantí; Andrés Sabater, presidente de la Asociación de Empresarios de Montajes Eléctricos (Apeme); Carlos Amat, jefe del servicio de Comercio de Cámara de Alicante; Antonio Martínez-Canales, decano del Colegio Oficial de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales; y Enrique Sáez, del Colegio Oficial de Ingenieros en Informática de la Comunidad Valenciana.

Desde i-DE señalaron que la digitalización también contribuye a mejorar la eficiencia de la red y, por tanto, a hacer posible la electrificación de la economía.

Más de 270.000 kilómetros de líneas eléctricas bajo gestión

La actividad de la nueva marca de distribución eléctrica de Iberdrola, bautizada como i-DE, contempla la planificación, construcción, y mantenimiento de las líneas eléctricas, subestaciones, centros de transformación y otras infraestructuras, así como la operación de ese sistema para distribuir la energía. Con el cambio de nombre se pretende dejar claro a los consumidores la diferencia este esta actividad y la comercialización de energía, que realizan otras sociedades del grupo. Iberdrola opera un sistema de distribución que posee 270.000 kilómetros de líneas eléctricas en España, con presencia en diez comunidades autónomas y atendiendo a una población de 17 millones. En 2018, el negocio de distribución de Iberdrola invirtió casi 500 millones de euros en España en proyectos de mejora de la red.

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