Paso a paso, la consultora informática Orizon empieza a consolidar sus cifras de negocio y se afianza como uno de los casos de referencia en el pujante ecosistema tecnológico de la provincia. La compañía creada por Ángel Pineda decidió especializarse en la mejora del rendimiento de grandes sistemas, es decir, en lograr que las aplicaciones de las grandes compañías funcionen mejor y más rápido, y todo apunta a que está logrando hacerse un hueco en este complejo negocio.
Así, de acuerdo con las cuentas que acaba de depositar en el Registro Mercantil, la firma cerró el año pasado con una cifra de negocio de 610.483 euros, un 22% más que en 2017, a pesar de que fue un ejercicio en el que la compañía también centró muchos de sus esfuerzos en invertir en el desarrollo de su propia tecnología para mejorar su herramienta, según señaló ayer el propio Pineda. Así lo atestiguan también los más de 535.000 euros de trabajos realizados para el activo de la propia empresa, lo que eleva el volumen de ingresos contables por encima del 1.160.000 euros, de acuerdo con su balance oficial.
Eso sí, los beneficios no han registrado la misma progresión y se redujeron un 30%, al pasar desde los 25.870 hasta los 18.055 euros, por el aumento de los gastos de personal y financieros necesarios para llevar a cabo los citados desarrollos tecnológicos.
En los últimos años, la consultora también ha realizado un importante esfuerzo por internacionalizar su actividad. Así, en 2017 abrió una delegación en San Francisco para abrirse paso en el competitivo mercado norteamericano, y en la primavera del año pasado se hizo público un acuerdo con la multinacional Indra para distribuir sus soluciones de optimización de procesos de forma conjunta en Sudamérica. Sin embargo, el propio presidente de Orizon reconocía ayer que los frutos están tardando en llegar en el terreno internacional y que, por el contrario, es el mercado nacional el que ha empezado a despuntar, al calor de los contratos que la firma está cosechando entre las grandes compañías españolas, muchas de ellas del Ibex35, según apunta el ejecutivo, que rechaza dar nombres.
No es de extrañar que Pineda cite el selectivo español si se tiene en cuenta que los sectores de la banca, los seguros y el «retail» -las grandes cadenas de distribución- son los que más consumen este tipo de tecnología, por el enorme volumen de recursos tecnológicos que requieren, y, por tanto, sus principales clientes. «Si no gastan más de 400 millones al año en tecnología, no nos interesan, por decirlo así», explica el directivo para dar una idea del target al que se dirigen sus servicios.
De momento, esta reorientación hacia el mercado nacional -lo que no significa que hayan renunciado a crecer también en el extranjero- parece que propiciará que el actual 2019 sea el del despegue definitivo de la consultora. Según afirma su presidente, de momento ya han logrado duplicar los ingresos por ventas. Está por ver cuál será la cifra final con la que acaben el ejercicio.
El negocio de lograr que las aplicaciones funcionen mejor
La herramienta que ha desarrollado Orizon realiza un análisis tanto de las infraestructuras, como de los programas informáticos y detecta dónde se producen ineficiencias. Es decir, qué se puede cambiar para que los programas «respondan más rápido, no se caigan y consuman menos recursos, lo que significa ahorro de costes», apunta su presidente, Ángel Pineda. La tecnología de la firma llamó la atención de Alzis, que se convirtió en uno de sus inversores.
