Deutsche Bank ha anunciado una nueva reestructuración de su negocio de banca minorista en España que implica el cierre de 12 oficinas y la salida de 49 trabajadores. En concreto, se trata de una reducción del 6,6% de la red de oficinas, hasta las 169. El banco tiene en España alrededor de 2.400 empleados, de los que 35 serán prejubilados y 14, despedidos.

En la provincia de Alicante, cerrarán sus puertas las oficinas de Gran Alacant en Santa Pola y la de Benidorm, esta última ubicada en la Vía Emilio Ortuño. El banco cuenta con otras 11 sucursales en territorio alicantino.

Según informó CC.OO. en un comunicado, estas medidas se enmarcan en el proceso mundial de recorte de 18.000 empleos para 2022 que anunció el banco alemán el pasado mes de julio.

Además, fuentes financieras consultadas por Europa Press apuntaron que la entidad busca mejorar la eficiencia de su negocio de banca comercial mediante la concentración de oficinas y la apuesta por la digitalización, en línea con el anuncio de la matriz de invertir 300 millones en la modernización y aceleración del proceso de digitalización de sus negocios de banca minorista en España e Italia.

Las oficinas que se cerrarán entre el 20 de diciembre y el 17 de enero se encuentran en Soria, Teruel, Huesca, Palencia, Manresa, Puerto de Marbella, Gran Alacant, Mollet del Vallès y Benidorm, además de tres sucursales de Madrid situadas en la calle Balmes, el Paseo de Acacias y la Plaza de Manuel Becerra. Los clientes afectados serán remitidos a otras oficinas cercanas.

El sindicato ha lamentado que la reestructuración global de la entidad "no tiene en cuenta las características de cada país ni el esfuerzo de reestructuración", pues el pasado año ya se cerraron 40 oficinas en España, por lo que trasladará su rechazo a dichas actuaciones esta misma semana en el marco del Comité de Empresa Europeo.

Deutsche Bank España obtuvo un beneficio neto de 28,21 millones de euros en el primer semestre del ejercicio, lo que supone un incremento del 4,44% respecto al mismo periodo del ejercicio precedente, gracias a una mejora de los ingresos ordinarios y del margen de intereses, así como a menores costes y provisiones.