Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José María Amat Amer: «Sin zapatos se acabó Elda»

Como apasionado del calzado eldense, se muestra muy preocupado por la actual situación del sector

José María Amat Amer: «Sin zapatos se acabó Elda»

P ¿Qué le está pasando a la industria zapatera de Elda?

R Cuando una actividad industrial como la fabricación de calzado requiere cantidad de mano de obra directa, con fases en las que es poco probable la automatización, el producto fabricado se encarece y la competencia con otros países es imposible. Pero Elda apostó por un tipo de calzado en el que los parámetros de calidad y diseño enjugan cualquier otro factor, incluido el económico. Sin embargo, creo que no hemos sido capaces de hacer valer las bondades de nuestro zapato.

P ¿Por qué Elda cae y Elche se mantiene?

R Elche cuenta con recursos que la hacen la capitalidad del calzado en España por cantidad y, cada día más, por calidad. Allí se gestan las políticas zapateras -antes era en Elda- y mantiene un alto nivel de marketing en todos los mercados.

P ¿Lo peor ya ha pasado?

R Es una pregunta que me cuesta contestar porque, de seguir así, me temo que puede haber otras situaciones más preocupantes. Pero si nos empeñamos en luchar contra la pérdida de mercados, podrá venir compensada por nuestros merecimientos por fabricar el zapato de mujer de mayor calidad. Lo que llamamos «el prestigio que Elda» que todavía lo conserva.

P¿Y por qué no apostar por la reconversión industrial?

R Esa es la panacea que todos buscamos, pero es pedir imposibles con nuestras solas fuerzas. Yo lo intenté y quise entrar en política sin tener vocación. Lo hice precisamente para diversificar en cuatro años al menos un 10% de nuestra población trabajadora. Ese fue el determinante de mi sacrificio por medio de una promesa del que entonces ostentaba la presidencia de la Generalitat. Perdí y en la oposición no pude hacer nada.

P ¿Cree que los jóvenes van a querer dedicarse a este sector?

R Sin zapatos no hay ciudad. Si Elda forma a buenos profesionales y seguimos el mismo objetivo, la ciudad seguirá teniendo futuro. Si abandonamos el sector se acabó todo, se acabó Elda.

P Pero usted mantiene que a corto plazo está todo perdido...

R Efectivamente, a corto plazo es muy difícil, pero a medio plazo veo posibilidades siempre que se realicen las políticas que las actuales circunstancias piden a gritos. Cuando una ciudad como Elda ha alcanzado un nivel mundial de prestigio por su calzado debemos tratar de buscar en ello nuestro principal reclamo.

P ¿A qué medidas se refiere?

R El prestigio de nuestra ciudad es vital y potenciarlo, mantenerlo y acrecentarlo nos obliga a todos. Es nuestra mejor y más eficaz arma ante los mercados. También debemos buscar nuestras señas. La marca Zapatos de Elda-Elda City Shoes es necesaria para acusar esas diferencias y hace cinco años que en la Oficina de Marcas esperan la memoria que elaboré. Realizar cada año -coincidentes con las temporadas- sendas exposiciones de zapatos de la comarca, fabricados por las empresas más importantes y con una sala dedicada a los emprendedores. También el lanzamiento de tendencias desde Elda en el zapato de mujer de alta gama y todo eso con un marketing como jamás se haya hecho, llegando a todos los comercios de Europa y naturalmente a las multinacionales. Ideas a las que habría que añadir una Cátedra de Calzado para unir Universidad y empresa.

P Pero, ¿quedan líderes?

R Elda, Villena y Elche han perdido sus asociaciones de fabricantes y esto, en el caso del Medio y Alto Vinalopó, nos ha dejado sin líderes que hablen con una sola voz por los intereses de nuestras comarcas. Hay que recuperarlas y si esto no es posible crear una Cámara de Calzado.

P ¿Qué futuro le espera al sector y a la ciudad?

R Elda no creo que vuelva a las épocas de mayor esplendor solo por el calzado, pero si se mueven bien los hilos, si hay unidad y valentía, será un ejemplo de cómo reconvertir su futuro incierto.

P ¿Y del papel de los políticos qué me dice?

R Ellos sí que pueden tener la llave, especialmente la Generalitat. Una predisposición de la Conselleria de Industria y Comercio sería suficiente para marcar el lugar sobre el que se tendrían que canalizar las inversiones. El alcalde es quizás el que puede jugar un papel más importante en todo esto para impulsar estas propuestas y convencer, pero también para encauzar la solidaridad de las industrias que están arriba. Elda precisa de un firme golpe de timón.

P¿Cree que los poderes públicos están haciendo lo que deben para salvar el sector?

Creo que podrían hacer mucho más. Hay euros que invertidos en buenas ideas se multiplicarían en favor de nuestra comarca. Cuando la reconversión de los Altos Hornos de Sagunto, en 1984, yo viví en primera persona (por cuestiones profesionales) aquel importante movimiento en favor de esa comarca. En poco tiempo no solo se minimizó el efecto de aquel cierre, más de 4000 obreros en paro, sino que se crearon muchos puestos de trabajo y con mayores perspectivas de futuro.

P¿Podría resumir lo que pasó?

La diversificación de una industria no es posible con la sola iniciativa privada, es necesario una acción firme de quienes ostentan el poder político. Empresas de fuera de nuestro país, o de otras Comunidades eligen el "arco mediterráneo" como lugar idóneo, si la Generalitat sitúa a Elda y comarca como zona prioritaria para ubicar esas posibles empresas, muchas de ellas vendían a nuestros polígonos. En el 84 la calificación de seis millones de metros cuadrados en suelo industrial por la Generalitat atrajeron nuevas inversiones que facilitaron la recolocación de 1.100 metalúrgicos. Los sectores de aquel boom inversor fueron: industrias químicas, de vidrio, material de transporte, papel, artes gráficas y transformados metálico en general, entre otras.

P ¿Apostar por las grandes marcas fue una buena idea?

R Sí, siempre que esas marcas sean propias. Dejar una marca para trabajar para otros es buscar una supervivencia que al final pasa factura. Pero también hay que ser realista y, sin dejar la propia personalidad, trabajar para grandes firmas como otros hacen en calzado y complementos mantiene el empleo y da riqueza.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats