La firma alcoyana Germaine de Capuccini cerró el pasado año con un aumento del 6,5% en su facturación, que se situó en 34,1 millones, y un beneficio de más de 21,4 millones de euros. Una cifra nada habitual, que supone multiplicar por cuatro los resultados del año anterior y que se debió, principalmente, a las ganancias contables que generó la operación para sacar de su accionariado a la compañía panameña Alhena International Fitting Corp -vinculada al expresidente de la compañía Jesús Vidal Vidal-, antes de la venta del 100% de las acciones del grupo de cosmética a una nueva sociedad controlada por Torreal y el fondo Acon Investments, el pasado febrero.
Así lo revelan las cuentas anuales consolidadas que la compañía acaba de depositar en el Registro, que también recogen que los nuevos propietarios solicitaron un crédito de 33 millones para financiar la adquisición del grupo.
Desde Germaine de Capuccini se limitaron ayer a señalar que las ganancias de 21,4 millones se deben a los beneficios «no recurrentes» generados por la citada operación, de la que no quisieron dar más detalles, y destacaron que el resultado de explotación también creció, al pasar de 6,1 a 7,2 millones. En el balance de gestión que acompaña a las cuentas se explica, sin embargo, que fue en diciembre del año pasado cuando los responsables de la firma acordaron comprar las 50.000 acciones que estaban en poder de la sociedad panameña y que representaban el 25% de su capital social. Los títulos pasaron automáticamente a engrosar la autocartera de la firma y, posteriormente, fueron amortizados.
Una operación, sin duda, destinada a allanar la posterior venta del grupo. En este sentido, cabe recordar que las acciones de Alhena Internacional estuvieron en el centro de la polémica en la batalla que a principios de esta década enfrentó a Jesús Vidal con su sobrina María Ángeles Vidal por el control de la empresa. En concreto, esta última trató de amortizar estas acciones para restar poder a su tío -Jesús Vidal consta como apoderado de Alhena Internacional, según la web especializada Opencorporates-, pero la sociedad panameña recurrió en los tribunales y ganó. Ahora todo apunta a que la amortización se ha hecho con el consentimiento de todos los implicados.
Según explica la firma en su balance, la compra de la participación se realizó por un importe nominal de 20 millones de euros, que la mercantil pagó con la transmisión de diversas participaciones que poseía en otras compañías -como la catalana Laboratorios Feltor o Terra Mítica-, promotoras, fincas rústicas, locales comerciales en Barcelona o plazas de aparcamiento en Madrid. Unos activos que Germaine tenía en su balance con un valor neto de 2,48 millones -aunque el real pueda ser superior- lo que provocó que la operación le generara unos beneficios contables de 17,5 millones de euros, que dispararon el resultado final de la firma. Eso sí, en cualquier caso, un dinero que no salió de la sociedad, ya que se destinó a reservas.
Por otro lado, las cuentas también señalan que Mandor Investment -la sociedad con la que Torreal y Acon compraron Germaine por una cantidad no revelada- pidió un crédito de 33 millones para financiar la operación. De esta cifra, 23,18 se concedieron directamente a Mandor; otros 2,82 millones fueron como préstamo mercantil, 3 como crédito revolving para Germaine y 4 más para operaciones de bienes de equipo.
