La crisis de Fundesem ha acabado teniendo consecuencias más allá de las paredes del edificio que la escuela de negocios ocupa en la calle Deportistas Hermanos Torres de Alicante. Hasta el extremo de que todo el lío que acompañó al cambio en el patronato de la fundación y en el consejo rector, así como la división entre los que eran partidarios de mantener -aunque fuera durante un tiempo- al ya exvicepresidente ejecutivo de Fundesem, Miguel Rosique, y los que pedían su salida inmediata, se acabó trasladando a otros foros empresariales. Como a la Institución Ferial Alicantina (IFA). Tanto que en el comité ejecutivo que celebró el recinto ferial en abril -el último hasta el de ayer- se vivió uno de los momentos más tensos en los cónclaves celebrados en esta nueva etapa. Y todo a cuenta de la institución académica. La cosa, sin embargo, no ha quedado ahí. Al final, ese episodio le ha acabado costando el cargo de tesorero al empresario ilicitano Jesús Vicente, que estaba por la cuota de la Conselleria de Economía. El propio presidente de IFA, José Luis Gisbert, le enviaba hace solo unos días una carta en la que aceptaba su renuncia como representante en los órganos directivos de la feria. Consecuencia: ayer ni siquiera fue convocado al comité de dirección, en el que, entre otras cosas, se aprobaban los pliegos de las obras de mejora de la climatización y los aparcamientos.
El origen de todo hay que buscarlo en la reunión del mes de abril. Había que designar al representante de IFA en el patronato y en el consejo rector de Fundesem. El acuerdo alcanzado entre el Ivace y la escuela de negocios para refinanciar la deuda de 1,2 millones incluía el ofrecimiento de un puesto para la Conselleria de Economía en la cúpula de Fundesem, y desde el departamento de Rafa Climent, se decidió que esa plaza la ocupara un representante de la institución ferial. Y eso es lo que se decidía aquel día. Por unanimidad, se optó por que la persona fuera Francisco Candela. Eso no quita para que la ocasión se aprovechara para recriminarle a Jesús Vicente, a la sazón, tesorero del patronato de IFA y vocal del comité, que hubiera tratado de forzar que la representación en Fundesem fuera para la directora general, Esther Guilabert, sin haber consultado previamente ni con el comité ni con el presidente, José Luis Gisbert. El empresario ilicitano alegó que se llamó a Guilabert porque, por lo inminente de la convocatoria no tenía más opción, pero que era consciente de que el comité era quién tendría la última palabra. Nada. José Luis Gisbert acabó estallando. Le afeó que ya en otras ocasiones hubiera actuado en nombre de IFA sin contar con el visto bueno de los órganos de gobierno. Jesús Vicente le pidió disculpas a Gisbert por si se había interpretado que había actuado de espaldas a IFA, y puso su cargo a disposición del presidente. Las elecciones autonómicas, celebradas dos días después, con las derivadas que eso tenía para la ratificación o renovación de los representantes en la dirección de la feria, hizo que el tema se quedara ahí.
No obstante, ha sido ahora, con la convocatoria de ese primer comité tras el de abril, cuando se ha retomado la cuestión. Gisbert ha acabado enviando esa carta en la que le agradece los servicios prestados, pero acepta su dimisión. De momento, el vicepresidente de IFA y gerente de Pimesa, el también ilicitano Antonio Martínez, asumirá las funciones que tenía asignadas Jesús Vicente como tesorero. Ha pesado, y mucho, el conocimiento que tiene de la institución. Con ello, se pretende ganar tiempo hasta que se renueve tanto el comité como el patronato, algo que en el área de Rafa Climent confían en que pueda estar finiquitado a más tardar en noviembre, para que el nuevo equipo pueda ser el encargado de diseñar las cuentas del próximo año.
