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Alicante carga con el ERE de Solvia

Los centros de la provincia asumirán hasta 87 de los 201 empleos que Intrum pretende suprimir en la antigua filial del Sabadell

La Solvia Store que la antigua filial del Banco Sabadell tiene en el centro de Alicante. PILAR CORTÉS

Alicante será la provincia más afectada por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que el fondo sueco Intrum ha puesto en marcha para integrar la antigua filial inmobiliaria del Sabadell, Solvia, con el resto de sus negocios en España y que ayer empezó a negociar con los sindicatos, de forma paralela al recorte que también quiere aplicar en el resto de sus divisiones en el país. Así, según la información facilitada a los sindicatos, y confirmada por la propia compañía, el ajuste puede suponer la desaparición de hasta 87 puestos de trabajo en la zona de un máximo de 201 que se suprimirán en todo el país.

En concreto, la compañía estima un excedente de plantilla de hasta 66 trabajadores en el centro que tiene en la calle Ebanistería de Alicante -el más numeroso de la inmobiliaria-; otros 14 en las instalaciones que tiene alquiladas en el edificio que alberga la sede social del Sabadell, en el centro de esta misma ciudad; un contrato a distancia; y otros seis como resultado de franquiciar la agencia Solvia Store de Benidorm. Unas cifras que ayer dejaron «consternados» a los representantes del comité de empresa de estos centros, según apuntaron las fuentes de CC OO y UGT consultadas por este diario, aunque lo cierto es que también era previsible que así ocurriera, ya que la provincia concentra alrededor de 350 de los 707 empleados con que cuenta la compañía inmobiliaria en la actualidad.

A estas cifras hay que sumar hasta 12 bajas más que podrían producirse por el ERE que Intrum quiere aplicar entre su propia plantilla y que en todo el país supondrá un recorte de 248 empleos de un total de 1.111 profesionales que tiene contratados. De esta forma, la afectación total en Alicante de la integración de ambas compañías sería de un máximo de 99 personas.

En este sentido, cabe recordar que el fondo de origen sueco es uno de los principales operadores del sector de recobro de deudas en España y que también es el propietario de la web inmobiliaria Casaktua. Unas actividades con las que en la provincia ocupa a cerca de 40 personas, según las mismas fuentes.

Sin causas económicas

Fue el pasado mes de abril cuando Intrum se hizo oficialmente con el 80% de las acciones de Solvia, tras resultar vencedora en la subasta que organizó el Sabadell para desprenderse de esta filial. Una operación por la que pagó 241 millones de euros y con la que quería reforzar su presencia en España. Solo tres meses después, en julio, ya anunció su intención de poner en marcha sendos ERE -en Solvia y la propia Intrum- para ajustar sus estructuras, suprimir duplicidades e integrarlas, aunque, de momento, seguirá operando con marcas separadas. En este sentido, en la documentación entregada a los representantes sindicales en las mesas negociadoras que se constituyeron ayer, la firma alega únicamente causas organizativas y de producción para el recorte de plantilla que plantea, pero no causas económicas. Una circunstancia que también recalcaron desde la propia firma. No en vano, Solvia ganó más de 21 millones de euros en el último año.

Al respecto, la dirección de Intrum señaló, en un comunicado público, que este ajuste «permitirá armonizar las operaciones de ambas compañías» y también que el alcance final del mismo se determinará en la mesa de negociación. Desde la parte sindical aseguraron que tratarán de reducir la cifra de afectados y también que la mayor parte de las bajas se cubra con voluntarios, aunque prefirieron esperar a examinar la documentación que se les facilitó antes de emitir una valoración más en profundidad.

La venta de Solvia se inscribe dentro del proceso que puso en marcha el Sabadell el año pasado para sanear su balance y limpiarlo de todo el ladrillo acumulado durante la crisis económica y, especialmente, del que heredó de la CAM. Así, tras la colocación acelerada de la mayor parte de sus activos inmobiliarios durante el pasado verano, con la venta de cuatro grandes carteras, la filial dejó de tener el interés estratégico que el banco le otorgó en los años precedentes y los dirigentes de la entidad optaron por venderla para hacer caja y reforzar el nivel de solvencia de la entidad. Intrum decidió aprovechar la oportunidad para crecer en España y presentó la mejor oferta en la puja que organizó la entidad y a la que también optaban otros fondos, como Cerberus, que había comprado la mayor de las citadas carteras unos meses antes.

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