El Grupo Vallalba, la compañía propiedad de la familia Martínez Berna y que tiene en la constructora CHM su principal negocio, se benefició el año pasado de la recuperación de la obra pública y residencial para mejorar sus números, tanto en España, como en Argelia, sus dos principales mercados tras su retirada de Marruecos y Polonia. Según las cuentas consolidadas que la mercantil acaba de depositar en el Registro, el grupo logró una facturación global de 93,5 millones de euros, 3,5 millones más que el año anterior -un aumento del 3,9%-, lo que se tradujo en un incremento de sus beneficios desde los 1,8 millones del año 2017 hasta los 2,5 millones del pasado ejercicio.

Por líneas de actividad, la firma mejoró sus ingresos procedentes de la construcción y edificación -64,6 millones, un 5,4% más- y también por la prestación de servicios, donde anotó 8,7 millones, un 66,5% más. Al respecto, el propio informe de gestión que acompaña las cuentas destaca la intención de la firma de seguir incrementando su actividad en áreas como la explotación de párkings, la gestión de la ORA o la jardinería, entre otros, para diversificar sus fuentes de ingresos más allá de la obra pública, que ha constituido tradicionalmente su negocio principal. Por el contrario, el grupo registró un descenso de facturación por la venta de hormigón (5,1 millones, un 4,8% menos); la venta de combustible -el grupo posee la estación de servicio Los Martínez-, con 3,6 millones, un 5,18% menos; o por la comercialización de inmuebles, por los que recibió 2,7 millones frente a los 7,1 millones de 2017. Por su parte, su facturación en Argelia pasó de 6,1 a 7,6 millones.

A cierre del pasado año, la compañía declara tener una cartera de obras contratada pendientes de ejecutar por importe de 172,7 millones de euros.