El Grupo Cooperativo Cajamar obtuvo un beneficio neto consolidado de 47,01 millones de euros durante el primer semestre del año, lo que supone un incremento del 4,1% respecto al mismo periodo del ejercicio precedente. El resultado antes de impuestos ascendió a 72,11 millones, un incremento del 33,2% frente a los seis primeros meses de 2018, debido al aumento del volumen de negocio y de los ingresos brutos, así como a la contención de gastos de explotación.

A pesar del entorno desfavorable de tipos de interés, Cajamar mantuvo sus ingresos por margen de intereses, mientras que el margen bruto aumentó un 29,9% interanual, hasta 663,4 millones, favorecido por los resultados extraordinarios derivados de las operaciones financieras y por el incremento de los resultados de las sociedades con alianzas estratégicas en un 27,7%. Por su parte, las comisiones netas se redujeron un 7,5%, hasta 123,3 millones de euros, mientras que los gastos de explotación cayeron un 2,2% interanual, contribuyendo a que la ratio de eficiencia mejorara en 14,2 puntos porcentuales, hasta situarse en el 43,39%. El margen de explotación se incrementó en un 73,3%, hasta 375,6 millones.

Recursos minoristas

Respecto al negocio, los activos totales en balance aumentaron un 5,9% en el primer semestre, hasta los 45.335 millones de euros y el volumen total de negocio gestionado se situó en 77.031 millones de euros, un 3% más. De igual forma los recursos minoristas de balance crecieron un 7,6%, con la contribución de los depósitos a la vista en un 10,9%, informa Efe. En lo que se refiere a los resultados de la actividad en fondos de inversión, seguros y planes de pensiones elevaron los recursos fuera de balance un 2,5%. De este modo, los recursos gestionados minoristas aumentaron un 6,9%, hasta los 2.214 millones de euros.

El Grupo Cajamar destaca el aumento experimentado en la financiación a clientes, con un crecimiento del crédito a la clientela sano minorista del 1,4% interanual, hasta los 28.836 millones de euros, habiendo destinado el 43,5% del mismo a sus sectores estratégicos: empresas, con un incremento del 10,1%, y sector agro, con un 5,2% más. Durante el primer semestre, Cajamar continuó con la estrategia de limpieza de su balance y siguió fortaleciendo las coberturas de riesgo de crédito, destinando gran parte de las plusvalías generadas al saneamiento de pérdidas por deterioro de activos.

Así, la tasa de cobertura de la morosidad se situó en el 46,91% y la del activo irregular se elevó hasta el 50,44%, incluyendo las quitas producidas en el proceso de adjudicación. Igualmente, la entidad redujo en un 19,3% los dudosos totales respecto a junio de 2018, hasta 529 millones de euros menos. Esto permitió minorar en 1,65 puntos porcentuales la tasa de morosidad, que se colocó en el 6,84%. Además, en los seis primeros meses del año la entidad continuó disminuyendo el volumen de los activos adjudicados brutos, registrando un descenso interanual del 8,8%, con una tasa de cobertura de los activos adjudicados del 52,93%.

Los resultados del primer semestre también arrojaron buenos datos sobre el nivel de solvencia. La entidad situó su coeficiente de solvencia «phased in» en el 14,54%, mientras que la ratio «CET 1 phased in» se colocó en 12,86% y la «fully loaded» en 12,14%. El grupo subraya que con estos niveles «supera holgadamente» los exigidos por el supervisor, con un exceso en el cumplimiento de requerimientos (phased in) de 775 millones de euros de CET 1; de 429 millones de euros de T1; y de 356 millones de euros en solvencia.

Financiación

Asimismo, asegura que mantiene un «confortable» nivel de financiación mayorista y libre acceso a los mercados mayoristas, alta capacidad de generación de activos líquidos y una cómoda posición de liquidez, cumpliendo los limites exigidos por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), con vencimientos cubiertos durante los próximos años. La ratio de cobertura de liquidez (LCR) se situó en el primer semestre en el 217,23% y la ratio de financiación estable neta (NSFR) en el 126,55%.