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Pendientes del nuevo pulso EE UU-China

La devaluación del yuan pone en alerta a la exportación provincial al gigante asiático - Europa y los mercados, atentos al recrudecimiento de la tensión comercial por si la guerra arancelaria deriva en guerra de divisas

Composición fotográfica con el yuan, el dólar y las banderas de EE UU y China. reuters

Los economías del todo el mundo y los mercados contemplaban ayer con gran preocupación el recrudecimiento de la tensión comercial que vienen sosteniendo las dos grandes potencias del mundo: Estados Unidos y China. El pulso tomaba ayer un nuevo cariz. Se temía que tras la «guerra arancelaria» que mantienen los dos países en los últimos tiempos se entrara en una «guerra de divisas», tras la devaluación del yuan frente al dólar en lo que parecía ser una réplica de China al anuncio de EE UU de imponer nuevos aranceles a productos del gigante asiático desde septiembre.

Una depreciación de la moneda china que abarataría las exportaciones del país asiático a EE UU, por lo que neutralizaría la subida de aranceles anunciada por el presidente estadounidense, Donald Trump. Pero como en esta «guerra perdemos todos», como ayer repitieron todos los expertos que analizaron la situación en radios, televisiones y tribunas de periódicos, la devaluación del yuan, sí encarecería las ventas de productos europeos; y, por tanto, los españoles y provinciales. De hecho, los principales sectores exportadores alicantinos mostraban ayer su preocupación por la escalada en la tensión comercial entre las dos potencias. No en vano, China es ahora el décimo cliente de la provincia, que el pasado año envió al gigante asiático productos por valor de más de 114,3 millones. Aunque este montante suponía un descenso del 11%, los exportadores alicantinos han conseguido dar la vuelta a la situación y en el acumulado de enero a mayo de este año, las ventas al país asiático crecían más de un 36%, por lo que ganaban cuota de mercado, en gran parte, por el impulso de las ventas de calzado en el gigante asiático. Además del calzado, Alicante vende a China mármol, cítricos y juguetes, entre otros productos.

«Una gran incertidumbre»

«China es uno de los países extracomunitarios donde más han crecido las exportaciones de calzado español en 2018, con una subida del 32% en valor», destacaba Marián Cano, presidenta de la Asociación de Empresarios de Calzado de la Comunidad (Avecal). Por eso, aseguraba que «la reciente devaluación del yuan está generando una escalada de incertidumbre en nuestro sector, que se mantiene atento ante las posibles consecuencias que puede generar a nivel mundial, porque nos movemos en un mercado totalmente globalizado». Cano confiaba en que la actual situación no llegue a tener un impacto profundo en las exportaciones de calzado a corto y medio plazo, «dado que nuestro producto, de calidad media-alta, no compite con las calidades del zapato chino», añadía la dirigente empresarial.

José María Gómez Gras, catedrático de la Universidad Miguel Hernández de Elche en el departamento de Estudios Económicos y Financieros, admitía que la devaluación del yuan favorece, en un primer momento, las exportaciones europeas y alicantinas. «Pero la "partida" no acaba aquí», advertía. La situación habría que contemplarla en un escenario global. «Momentos como los actuales suelen provocar movimientos encadenados. Y estos conflictos exentos de negociación suelen suponer riesgos internacional. Una excesiva volatilidad no es buena para el comercio», añadía. También Martín Sevilla, catedrático de Análisis Económico Aplicado de la Universidad de Alicante , apuntaba que más allá de un impacto a corto plazo en las exportaciones a China, lo más importante son las consecuencias que esta «guerra arancelaría» y, en su caso, de divisas puedan ir generando. «Los movimientos que se realicen nos van a afectar a todos», alertaba Sevilla.

De momento, ayer, el Banco Popular de China (BPC) relacionaba más la devaluación del yuan, algo que no había sucedido desde 2008, a la evolución del mercado, aunque reconocía la influencia de los nuevos aranceles. Acto seguido, Trump no dudó en calificar de «manipulación de divisas» el desplome de la moneda china. Una acusación que rechazaban en el gigante asiático. Según informaban Efe y Europa Press, el BPC respondía que en China se implementa un sistema de tipo de cambio flexible sustentado sobre la oferta y la demanda y referenciado a una cesta de monedas, por lo que el tipo de cambio del yuan viene determinado por la oferta y la demanda y no existe manipulación.

Pérdidas de Wall Street

El cruce de manifestaciones no ayudaba a relajar la tensión y tuvo su reflejo más directo en los mercados ante el temor de una «guerra de divisas». Wall Street sufría el lunes su mayor caída del año, con pérdidas del 2,9% para el Dow Jones. Un descenso que contagió a las Bolsas europeas, que cerraron en «rojo». El selectivo español Ibex 35 cerró la sesión de ayer con un descenso del 0,89%, lo que le llevó a marcar un nuevo mínimo anual en los 8.699,4 enteros, un nivel que no tocaba desde diciembre. El Dax de Frankfurt cayó un 0,61%; el Ftse 100 de Londres, un 0,69%, mientras que el Cac 40 de París registró una mínima bajada del 0,02%. Por su parte, la cotización del yuan se estabilizaba ayer, tras el desplome del día anterior cuando superó la barrera de los siete yuanes por cada «billete verde» estadounidense.

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