Banco Sabadell dio ayer un paso más en su objetivo de ir reduciendo su exposición al ladrillo. La entidad que preside Josep Oliu, con domicilio social en Alicante, vendió el 100% del capital social de la promotora Solvia Desarrollos Inmobiliarios (SDIN) Residencial y un conjunto de activos, mayoritariamente suelos para promociones urbanísticas, a una entidad controlada por fondos gestionados por la norteamericana Oaktree Capital Management. El importe de la venta, referenciado al perímetro existente a 1 de enero de 2019, se elevó a 882 millones de euros, según informó la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El cierre de la operación, condicionada a obtener las autorizaciones pertinentes, generará unos resultados estimados en el ejercicio de 23 millones después de impuestos. Pero, igualmente mejorará y reforzará su capital. Esta venta tendrá un impacto de 7 puntos básicos en el ratio de capital de máxima calidad CET 1 Tier 1 "fully loaded", el que cumple con todas las exigencias del regulador, que cerró junio en el 11,2%. Solvia Desarrollos Inmobiliarios (SDIN) Residencial es el resultado de una escisión y transmisión en bloque de parte del patrimonio de la sociedad Solvia Servicios Inmobiliarios.
Banco Sabadell ya cerró el pasado mes de abril la venta del 80% de esta última, su filial inmobiliaria Solvia, a Lindorff, sociedad perteneciente al grupo sueco Intrum AB, por 300 millones de euros. Una operación que reportó a la entidad unas plusvalías de 138 millones de euros.
La sociedad Solvia Desarrollos Inmobiliarios (SDIN) Residencial, de cuya operación de venta se informó ayer, se dedica a promoción inmobiliaria, con proyectos propios y para terceros.
Suelo en zonas muy dinámicas
La operación incluye una bolsa de suelo edificable y gran parte se encuentra en zonas con importante potencial de mercado, además de tener en marcha distintas promociones en España. Según datos de la compañía, la cartera de suelo de Solvia Desarrollos Inmobiliarios (SDIN) Residencial se ubica de forma prioritaria en Cataluña (52%); Madrid (16%), Andalucía (13%) y la Comunidad Valenciana (8%), lo que supone que casi el 90 en valor de los activos de la sociedad están en las cuatro regiones más dinámicas.
Esta ha sido la última operación para desligarse de activos relacionados con el ladrillo. Y se produce días después de que la entidad vendiera a una filial del fondo estadounidense Cerberus Capital activos inmobiliarios por un importe de 314 millones. Esta cartera, denominada comercialmente «Rex», cuenta con activos que tienen un valor neto contable conjunto aproximado de 342 millones, según informó el pasado viernes el banco, que concretó que el importe de la operación implica provisiones netas por unos 20 millones. Una vez que se cierre la operación, la cartera «Rex» pasará a manos de una empresa participada al 80% por Cerberus y al 20% por el Sabadell, según informó Efe. La materialización de la misma implicará la transmisión del control de los activos inmobiliarios y, en consecuencia, su baja del balance del grupo Banco Sabadell.
No obstante, uno de los pasos más importantes dados por la entidad catalana para continuar con la limpieza de su balance de activos relacionados con el ladrillo se produjo el pasado año, principalmente en verano, con la colocación de varias carteras. Unas operaciones que le permitían, en gran parte, desligarse de gran parte del «ladrillo tóxico» que le quedaba de la CAM.
Operaciones en el último año
En el mes de julio de 2018, Banco Sabadell llegó a un acuerdo con el fondo estadounidense Cerberus para adjudicarle las dos mayores carteras de activos inmobiliarios que tenía a la venta. La entidad se desprendía de las denominadas Challenger y Coliseum, esta última contenía activos que la entidad heredó de la extinta CAM.
Otros compradores de sus fallidos e inmuebles adjudicados en los últimos doce meses han sido Deutsche Bank y Axactor, según ha publicado el diario económico Expansión.
