El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, reconoció ayer que la entidad no podrá alcanzar el objetivo previsto en su Plan Estratégico (2019-2021) de ganar 1.300 millones de euros el año que viene, ante un escenario de tipos de interés que pueden ser aún más negativos. Sevilla hizo esta consideración durante la presentación de los resultados semestrales. Al ser preguntado por esta cuestión, de hecho, sentenció que «ya no». Con las últimas declaraciones del Banco Central Europeo (BCE), que dejó la puerta abierta a volver a reducir los tipos en septiembre, el escenario de tipos es más negativo que el previsto por el banco cuando se elaboró su plan estratégico, dijo Sevilla. Sin embargo, consideró que no será una sorpresa para el mercado que, en su opinión, ya lo descontaba desde hace tiempo, y la acción también «lo ha tenido en consideración».

El consejero delegado de Bankia precisó que a final de año, en torno a noviembre, la entidad podrá concretar la cifra de beneficio prevista para 2020, que estará por debajo de esos 1.300 millones. No obstante, Bankia mantiene su meta de generar 2.500 millones de euros de capital durante el trienio de su plan estratégico y de distribuir el exceso de capital por encima del 12 % del ratio CET1 entre los accionistas.

Con relación a los bajos tipos, Sevilla aseguró que el banco con sede en València no cobrará a los clientes minoritarios por los depósitos, a pesar del contexto de intereses en negativo, aunque afirmó que lleva unos «cuantos trimestres» trasladando este coste a los institucionales y mayoristas.

Así lo indicó en la rueda de prensa posterior a la presentación de los resultados correspondientes al primer semestre del año de la entidad, periodo durante el que ganó 400 millones de euros, un descenso del 22,3% respecto a la misma etapa del ejercicio anterior debido, fundamentalmente, a un menor volumen de resultados por operaciones financieras, que cayeron más del 50%. En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la entidad explicó que, pese a esta caída, el negocio puramente bancario alcanzó 639 millones, el 0,3% más, gracias a la positiva evolución de la actividad comercial y el impacto positivo de la contención de costes. El capital generado desde el inicio de 2018 alcanzó los 1.137 millones, según Bankia, que cerró el semestre con una ratio de capital CET1 fully loaded del 12,91%, 52 puntos básicos más.

Respecto a si hay margen para bajar el coste de los depósitos, el consejero delegado de Bankia señaló que es «escaso», mientras afirmó que la contribución de su posible disminución sería «muy pequeña». De hecho, añadió que dentro del coste de los depósitos de clientes hay alguna partida de cédulas hipotecarias «bastante» inflexible a la baja.

En paralelo, José Sevilla aseguró que la entidad es actualmente «eficiente» generando negocio, por lo que ahora no contempla una operación de crecimiento inorgánico, si bien esta situación puede cambiar en el futuro, por lo que ha dicho estar «despierto y sin dormirse en los laureles».

En cuanto a la privatización, Sevilla opinó que existe un «compromiso claro» de los gobiernos españoles y de los reguladores en privatizar la entidad. «Hay que buscar el momento más adecuado para hacerlo, pero el objetivo claramente es el de hacer de Bankia una entidad totalmente privada», manifestó. Asimismo, el banquero apuntó que el límite temporal marcado por el Ejecutivo es diciembre de 2021 para proceder a la privatización, si bien subrayó que el nuevo Gobierno tendrá que tomar la decisión que le corresponda respecto a la «ventana» y la fecha.

Salida a Bolsa: «Hay gran diferencia entre un error y un delito»

El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, subrayó ayer que existe una «gran diferencia» entre un error y un delito respecto a la salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011, operación que se investiga en la Audiencia Nacional. «A toro pasado es fácil decir que probablemente la salida a Bolsa no fue una buena idea, pero hay una gran distancia y diferencia entre error y delito», precisó Sevilla.