Tanto si se es turista, como si se trabaja en el sector turístico, o incluso si solamente se reside en un destino turístico, uno forma parte de la implicación que esta actividad económica tiene con la sostenibilidad y con la obligación de trabajar para un mundo mejor.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son la oportunidad para que los países y sus sociedades emprendan un camino que mejore la vida de todos. La ONU ha aprobado un marco de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que incluye desde la eliminación de la pobreza, hasta la lucha del cambio climático, la igualdad de la mujer, la defensa del medio ambiente o el diseño de nuestras ciudades.

El Turismo dispone de herramientas para trabajar en códigos y conductas de buenas prácticas que permiten alinear sus estrategias empresariales con estos objetivos. La OMT establece que 1 de cada 11 puestos de trabajo en el mundo son en Turismo, y en la Costa Blanca se contabilizaron 10.452 trabajadores en turismo en 2018 del total de 138.964 asalariados en la provincia. (fuente INE).

Consumo y producción

Uno de los ámbitos en los que el sector turístico trabaja para la consecución de los ODS, y en concreto de aquellos relacionado con garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles, es la de adopción de medidas para reducir el desperdicio alimentario.

En un sector donde el objetivo es ofrecer mucha variedad y el acceso ilimitado a la oferta gastronómica, integrar políticas de sensibilización, de planificación y de optimización de recursos, así como de información y concienciación de todos, es uno de los retos a los que el sector de la hostelería y en concreto de la oferta a través de buffets en hoteles vacacionales se enfrentan con auténtico empeño por reducir el exceso de alimentos desperdiciados.

También el Turismo se implica activamente en el uso de energía asequible y no contaminante: desarrolla desde hace años estrategias para adoptar sistemas de aprovechamiento de energías renovables, como la solar, para la obtención de energía para calentar al agua, así como cada vez más, el uso del sol para producir energía eléctrica.

En general, el uso de energías limpias y renovables, es una de las prioridades en las renovaciones de la planta hotelera, reduciendo así la huella de carbono de la actividad turística, y generando servicios turísticos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.

Y estos son sólo algunos de los aspectos más relevantes, pero hay muchos más: desarrollo de estrategias para potenciar la igualdad de género, el crecimiento económico, la protección de la vida submarina, las ciudades sostenibles, potenciar la salud y el bienestar€ Está claro que la aportación a un mundo mejor es cosa de todos, incluso de los turistas.

El sector en cifras

1.958.021 turistas. Contabilizados en los hoteles de la Costa Blanca

Hosbec publica los datos de su monitor del primer semestre de 2019, rozando los 2 millones de turistas, de los que el 47% son turistas internacionales. Estos turistas han generado 7,8 millones de pernoctaciones hoteleras, de las cuales más de 5 millones han tenido lugar en Benidorm, capital turística de la Comunidad Valenciana.

11.000 trabajadores. Tienen empleo directo en el sector hotelero de la Costa Blanca

La temporada turística proporciona empleo a 11.000 trabajadores cada mes sólo en el sector hotelero de la provincia de Alicante. De ellos el 80% corresponde a empleo estable y sólo un 20% atiende a refuerzos de plantillas por repuntes de actividad en las temporadas de mayor afluencia.

3.000 millones de euros. Es la estimación del importe del fraude fiscal en turismo a nivel nacional

De esta cantidad se estima que 270 millones corresponderían a la recaudación fiscal que deja de ingresarse por economía sumergida en turismo en la Comunidad Valenciana, una cifra muy superior a cualquier recaudación por futuros impuestos o tasas.

20 razones por las que la tasa turística no es una buena idea

Toni Mayor, Presidente de Hosbec

Son muchas más las razones por las que nos oponemos a un nuevo impuesto para el sector hotelero o «tasa turística» pero estas son las 20 que mejor resumen por qué es una mala idea y por qué no podemos dejarnos convencer de lo contrario:

  • Porque no es una tasa, sino un impuesto, que viene a sumarse a la asfixiante presión fiscal que soportamos empresas y ciudadanos. Y porque no es turística, sino que grava exclusivamente el alojamiento hotelero y el alojamiento reglado.
  • Porque es un instrumento fiscal que vuelve a favorecer a la economía sumergida frente a las empresas legales que crean empleo y generan riqueza y prosperidad.
  • Porque la puesta en marcha de este impuesto restará poder adquisitivo a nuestros turistas y limitará gravemente la competitividad de las empresas de alojamiento.
  • Porque todo aquello que se deba pagar en concepto de «tasa» se dejará de gastar en oferta complementaria como restauración, compras, ocio, etcétera.
  • Porque la realidad turística de la Comunidad Valenciana nada tiene que ver con Cataluña ni con las Islas Baleares, ni con las realidades de otras ciudades europeas.
  • Porque en la Comunidad Valenciana, el turismo interno es muy importante, y al final, el 30% de los contribuyentes de este nuevo impuesto serán los propios ciudadanos valencianos.
  • Porque ni la tramitación, recaudación, gestión y finalidad de este impuesto tienen un objetivo claro y transparente.
  • Porque la Comunidad Valenciana es la que peor ratio de gasto por turista tiene, lo que demuestra que no hay márgenes para incrementos de costes.
  • Porque ninguna otra ciudad de España, excepto Barcelona y Palma, disponen de este tipo de gravamen lo que perjudica gravemente las expectativas turísticas de Valencia, Alicante y Castellón.
  • Porque el principal problema con el que se enfrenta el sector es la creciente economía sumergida que se ha generado en torno al alojamiento ilegal en viviendas y las plataformas digitales de distribución global: someter esas actividades económicas a IVA y a retención de IRPF es lo que generaría muchos más ingresos que los que se pretenden conseguir con este impuesto.
  • Porque Turquía, Egipto y Túnez se están haciendo fuertes en el mercado vacacional, y están recuperando todo el mercado europeo que teníamos prestado. En estos países la estrategia es precisamente la contraria: bonificar la llegada de turistas.
  • Porque el mercado británico que es nuestro principal mercado extranjero está sumido en un difícil proceso marcado por el Brexit que debemos vigilar muy estrechamente.
  • Porque los turoperadores europeos ya han advertido del efecto perjudicial de esta tasa en la comercialización internacional, sobre todo para los destinos emergentes de la Comunidad Valenciana.
  • Porque el sector hotelero y el alojamiento reglado no ha vivido ningún boom turístico. Seguimos a la cola en precios y rentabilidades de las CCAA turísticamente relevantes.
  • Porque los destinos turísticos de la Comunidad Valenciana nunca han recibido una inversión pública que se corresponda con la cantidad de recursos, empleo y riqueza que generan.
  • Porque ninguna otra actividad económica tiene una tasa o impuesto para compensar el supuesto daño medioambiental que generan.
  • Porque una recaudación máxima de 30 millones de euros no justifica poner en peligro un sector tan estratégico como es el turismo en esta Comunidad con el 13% del PIB y el 14% del empleo.
  • Porque el turismo de la Comunidad Valenciana genera ya el 13,3% del total de los impuestos que se recaudan en este territorio, con más de 3.400 millones.
  • Porque con este impuesto se manda un mensaje a los mercados de saturación y turismofobia mientras que la realidad muestra precisamente lo contrario, y porque la Comunidad Valenciana debe ser sinónimo de hospitalidad y de territorio «tourist friendly».
  • Porque el sector turístico y empresarial de la Comunidad Valenciana se ha manifestado de forma unánime en contra de este nuevo impuesto.

Distrito turismo: actualidad del sector

Pet Friendly, un miembro más de la familia

Viajar con tu mascota ya no será una excepción. Cada vez más hoteles se han fijado en las nuevas generaciones millenials y Z que tienen a sus perros, gatos y otros animales como uno más de la familia. Por eso la industria hotelera se está centrando en crear estos nuevos productos que den respuesta a las nuevas demandas.

Los hoteles familiares o los Adults Only fueron ejemplo de ello hace ya varias décadas. Pero no te confundas, viajar con tu mascota te exige un plus de responsabilidad y de cuidado que debes asumir. Los «cuatropatas» ya son los nuevos viajeros del siglo XXI.

Aldren Hoteles modelos para Europa

Cinco hoteles de la provincia de Alicante hacen de modelos para comparar sus potenciales mejoras en eficiencia energética con el resto de Europa. Desde finales de 2018, estos hoteles participan en el proyecto europeo ALDREN que pretende disponer de procedimientos estandarizados para superar barreras técnicas, organizativas, financieras y promover la renovación completa de edificios con uso hotelero, priorizando la alta calidad en los ambientes interiores, la salud y el confort.

Los hoteles dispondrán de información detallada sobre qué tipo de rehabilitación energética es la mejor para conseguir edificios de consumo energético casi nulo. Francia, Eslovaquia o Reino Unido también se están adoptando las mismas mediciones.

BigData, el oro oculto del turismo

Que los datos son el nuevo maná de las empresas es algo que tenemos asumido, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Muchas empresas todavía no son conscientes del potencial de la información que suministran sus propios clientes y cómo pueden usarla para mejorar sus resultados.

La nueva revolución en el sector se llama BigData y la colaboración empresarial puede multiplicar su poder: compartir datos y automatizar procesos genera una información de valor incalculable para la toma de decisiones. En ello, la provincia de Alicante vuelve a estar a la vanguardia dando ejemplo a otras zonas turísticas de España.