La Comunidad Valenciana encabeza el grupo de las siete autonomías con los salarios brutos más bajos en España. Con 20.485,57 euros en 2018, lidera el furgón de cola de las remuneraciones, junto a Andalucía, Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia y Murcia, que aún registraron retribuciones brutas inferiores.
Una vez más un informe sobre costes laborales, en este caso del Instituto Nacional de Estadística (INE), sitúa a la Comunidad en la zona baja de las tablas salariales, lo que representa que la cuantía se encuentra por debajo de la media nacional, que el pasado año se situó en 23.003,23 euros. Una cifra que, por contra, sí superaron territorios como el País Vaso y Madrid, que rebasaron los 27.000 euros, o Navarra y Cataluña, donde el sueldo bruto medio que percibieron los trabajadores de estas zona estaba por encima de los 24.000 euros.
Las diferencias son importantes. Más de 2.500 euros por debajo, en el caso de la Comunidad Valenciana con respecto al promedio estatal. Asimismo, la autonomía no parece haber recogido los vientos de la recuperación económica que ya soplaban el pasado año, al desmarcarse de la ligera tendencia al alza que mostraron algunas autonomías y la propia media estatal.
El promedio de la retribución brutal anual en España subió un 0,9%, mientras que en el conjunto de las provincias de Alicante, Castellón y Valencia, el sueldo bruto anual experimentó un descenso del 0,2%. Aun así, y a excepción del ejercicio de 2017, los 20.485,57 euros que representaron el salario bruto en la Comunidad en 2018 suponen la cuantía más alta de la última década. En años como los de 2008 y 2009, en los periodos iniciales de la dura crisis, el sueldo bruto se situaba en la autonomía por encima de los 19.000 euros, al igual que en 2014, el año que se considera como el del inicio de la salida de la recesión. Entonces, la remuneración bruta anual rozaba los 20.000 euros, según los datos publicados por el INE.
Sueldos más altos en la industria
Una de las pocas coincidencias que tiene la Comunidad con el resto de los territorios es que, si los costes laborales, en este caso los salarios, se analizan por sectores es en la industria donde se encuentran los sueldos más altos. En la Comunidad, rozan los 23.000 euros brutos anuales, aunque la cuantía es un 0,27% inferior a la de 2017. Y en la construcción, aunque con sueldos brutos más bajos, el promedio anual de 20.552,00 representa un aumento del 2,7% con respecto al ejercicio anterior. Un ligero avance que podría tener su origen en el importante impulso que la actividad inmobiliaria ha tomado en los últimos años, especialmente en la Comunidad y en Alicante, tras una década de crisis.
Tampoco los sueldos en el multidisciplinar sector de los servicios parecen haber encarado todavía la senda de las subidas salariales propias de los ciclos de reactivación y que los sindicatos vienen reclamando desde hace unos años. En esta actividad, el salario bruto anual se situó en 2018 en los 19.861,78 euros en la Comunidad, un 0,45% inferior al ejercicio precedente.
Por otra parte, la Encuesta Anual de Costes Laborales publicada por el INE también recoge el coste laboral bruto por trabajador y año que tienen que pagar las empresas. Estos gastos se situaron en los 31.085,76 euros en el promedio estatal, que, además suponen un 1,1% más que el año anterior. En la Comunidad Valenciana, sin embargo, estos costes bajaron a los 27.698,61 euros y, además, representaron un ligero descenso del 0,14%. En ambos casos, el coste neto, una vez deducidos los conceptos de subvenciones y deducciones recibidas de las Administraciones Públicas para fomentar el empleo y la formación profesional, las cuantías descendieron a los 30.883,44 euros, en el caso de la media española, y a 27.515,13 euros, en la Comunidad.
Cotizaciones e indemnizaciones
Por otra parte, a nivel estatal, el 74% del coste bruto lo constituyeron sueldos y salarios, mientras que las cotizaciones a la Seguridad Social, que ascendieron a 7.187,4 euros por trabajador, representaron el 23,1% del total. De este modo, salarios y cotizaciones supusieron el 97,1% del coste bruto. Pero, además de estas partidas, casi 412 euros anuales se destinaron a beneficios sociales por trabajador (cotizaciones voluntarias a seguros y planes de pensiones o a prestaciones complementarias a la Seguridad Social, entre otros); 208,69 euros a gastos derivados del trabajo (indemnizaciones por fin de contrato, ropa de trabajo, transporte, etc.); 192,1 euros a indemnizaciones por despido, y 82,3 euros a formación profesional.
De acuerdo con los datos del INE, el sueldo bruto anual de los trabajadores de grandes empresas (200 ó más empleados) fue un 51% superior al de las empresas más pequeñas (menos de 50 trabajadores), con 28.324 euros en el caso de las primeras, frente a 18.762 euros anuales en el de las segundas.
