La Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) celebra hoy las que serán su última junta directiva y comité ejecutivo antes del parón estival. Y lo hará, además, sumando dos nuevas empresas: Banco Santander y Unión Alcoyana. Con ello, cierra el curso con 138 organizaciones y 120 empresas, entre las que están prácticamente todas las principales entidades financieras. De hecho, el grupo que preside Ana Botín entra así en la confederación que preside Salvador Navarro en la Comunidad y Perfecto Palacio en Alicante, y sigue la estela, sin ir más lejos, de Caixabank, Bankia, Sabadell o Caja Rural Central.

De hecho, pese al salto en asociados que se ha venido dando en los últimos meses, ya no sólo desde el punto de vista cualitativo, sino también por el ingreso de Uepal, la organización alicantina que se levantó en Alicante sobre los restos de la desaparecida Coepa, ni Salvador Navarro ni Perfecto Palacio han renunciado a seguir sumando adhesiones, y así lo han venido manifestando públicamente en los últimos meses. En este sentido, el propio Navarro, poco antes de la asamblea general celebrada hace ahora un par de meses, declaraba en una entrevista en este periódico que, «en este último año, el triunfo es haber sido capaces, sobre todo en Alicante, de haber convencido a los empresarios, hoy ya a la mayoría, del proyecto de la CEV, que es un proyecto integrador, vertebrador, y en el que seguimos trabajando para llegar cada vez a más asociaciones y empresas».

Las reuniones de hoy, además, llegan después del encuentro que mantuvieron hace ahora dos semanas el presidente autonómico y los vicepresidentes de la CEV en Pinoso para definir la hoja de ruta del próximo curso. Fue en ese marco en el que se dieron de plazo hasta finales de este año para designar a un representante del empresariado con presencia permanente en la sede de las instituciones de la Unión Europea. «Lo importante es que la Comunidad Valenciana tenga posicionamiento allí, porque una parte importante de las leyes que nos afectan se aprueban en Bruselas», subrayaba el dirigente de CEV en Alicante, Perfecto Palacio, vicepresidente de la autonómica también, tras finalizar la reunión.

Además, se acordó impulsar un plan de lucha con actuaciones concretas contra la economía sumergida, por los efectos que tiene la competencia desleal para los empresarios, y por la posición en la que deja a los trabajadores, así como redoblar la presión sobre el Consell, y en particular sobre Ximo Puig, para que cumpla con el compromiso de bajar el Impuesto de Sucesiones, pero también para que se haga lo mismo con el Impuesto de Patrimonio, el Impuesto de Actividades Económicas o el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados.