Tras años de crecimiento prácticamente ininterrumpido, la venta de viviendas a extranjeros sufrió una caída cercana al 6% en la provincia durante el primer trimestre, al pasar de las 5.565 operaciones registradas entre enero y marzo del año pasado a las 5.246 del presente ejercicio, según los datos del Colegio Notarial de València. Unas cifras que, de esta forma, corroboran lo que ya anticiparon las estadísticas de los Registradores y del Ministerio de Fomento. Sin embargo, lo que se desconocía hasta ahora era el motivo de este descenso, algo que queda más claro al conocer la evolución del mercado por nacionalidades que ofrecen los notarios.
Si lo lógico era pensar que la incertidumbre generada por el Brexit estaría detrás de este retroceso, lo cierto es que los datos de los notarios señalan que, al menos en el caso de la Costa Blanca, la incapacidad del Parlamento británico para pactar una salida negociada de la UE no parece haber afectado al interés de sus ciudadanos por comprar una segunda residencia en la provincia, más allá de la caída que se registró en 2016, nada más conocerse el resultado del referéndum. Durante el primer trimestre de este año, por el contrario, el número de operaciones se ha mantenido prácticamente estable, con 1.021 compraventas, tres más que el ejercicio pasado.
Por el contrario, son el resto de mercados europeos los que se han visto lastrados, con Suecia (-35,6%), Noruega (-19,6%) y Bélgica (-16,9%) a la cabeza, pero también Alemania (-13,4%), Francia (-12,2%) y hasta Holanda (-7,3%). Para el vicedecano del Colegio Notarial, el alicantino Delfín Martínez, esta evolución es la lógica si se tiene en cuenta que las ventas de casas a extranjeros llevan creciendo de forma casi ininterrumpida desde 2011. «Lo que vemos es que el mercado se está asentando y es normal que, tras subir mucho, en algún momento haya una meseta», apunta el representante de los notarios, que también señala la influencia que pudo tener la incertidumbre que se registró en el mercado hipotecario en los últimos meses del año pasado.
En cualquier caso, recuerda que Alicante sigue siendo la provincia donde los extranjeros compran más viviendas en España, con el 21,73% del total, es decir, más de una de cada cinco.
Desaceleración económica
Los promotores, sin embargo, señalan que la verdadera causa de este descenso es la ralentización de la economía europea y la incertidumbre sobre su evolución futura, que ha llevado a que «muchos compradores hayan frenado sus decisiones de compra», según explica el secretario general de Provia, Jesualdo Ros, que señala, a modo de ejemplo, que en este primer trimestre también la venta de coches en el conjunto de la UE bajó por primera vez desde 2011. Ante esta situación, los empresarios tratan de potenciar otros mercados alternativos, lo que explicaría el aumento de casi un 18% -hasta las 337 viviendas- que se ha producido en las ventas a compradores rusos.
En este sentido, también hay que tener en cuenta el caso especial de Suecia, que tradicionalmente ha sido el segundo mercado extranjero para el sector inmobiliario de la Costa Blanca. A la desaceleración de todo el continente hay que sumar los efectos de la devaluación de entre un 10% y un 15% de la corona, lo que ha encarecido los inmuebles de la zona para quienes tienen sus ingresos en esta divisa, como apunta Daniel Nilson, CEO de la inmobiliaria Fastighetsbyran, especializada en este segmento. Una subida que se suma a la que han experimentado los precios en los enclaves más demandados, según apunta el profesional y corrobora también Karen Manzanas, de la Asociación de Inmobiliarias de la Vega Baja, que apunta a este encarecimiento como una de las causas de la caída general del mercado que indican los datos de los notarios. En cualquier caso, ninguno de los consultados cree todavía preocupante la situación y consideran que deben pasar todavía algunos meses para confirmar si realmente hay un cambio de tendencia en el mercado.
