No ha sido necesario al final apurar los plazos. Pese a que el límite se había fijado en el 31 de agosto, el vicepresidente ejecutivo de la escuela de negocios Fundesem Business School (FBS), Miguel Rosique, dejará el cargo el próximo 15 de julio. El acuerdo de refinanciación de la deuda de más de 1,2 millones que la entidad mantenía con el Instituto Valenciano de Competividad Empresarial (Ivace) por el alquiler de su sede ponía como condición la renovación total de los órganos de gobierno y de la dirección del centro formativo, entre ellos, del vicepresidente ejecutivo. Por eso mismo, el propio Rosique y el presidente de la fundación, Cayetano Sánchez Butrón, firmaron este mismo lunes el documento por el que se hará efectiva la salida del directivo a mediados de este mes. La idea era hacer coincidir la marcha con el final del curso académico. Como primer paso, se ha comunicado al consejo rector, y, tras ello, se hará lo propio con la Conselleria de Economía.
De momento, el consejo se ha dado de plazo hasta septiembre para ajustar el organigrama, una vez consumada la marcha de Miguel Rosique. Tanto es así que aún no está claro si se decidirá por buscar a otra persona que ocupe la vicepresidencia ejecutiva o se optará por otra figura. Mientras tanto, se ha acometido una reorganización interna que permita que se puedan afrontar las tareas más inmediatas.
Respecto a la posibilidad de que Miguel Rosique pueda seguir en la escuela de negocios como docente, desde el patronato la opción que se ha tomado es que sea el área académica la que tome la decisión. Sí seguirá a priori como miembro protector del patronato.
A finales de junio, desde Fundesem ya informaron de que el presidente había aceptado la renuncia del consultor, aunque no fue hasta este lunes cuando todo se formalizó. En este sentido, tras la renovación del patronato y la elección de Cayetano Sánchez Butrón como nuevo presidente, sólo quedaba el relevo de su principal directivo, Miguel Rosique, que llegó al cargo en el año 2013. Aunque inicialmente en la escuela de negocios todo apuntaba a que el ejecutivo podía seguir en su puesto, e incluso ese es el mensaje que se lanzó, las cosas se precipitaron en mayo, cuando durante la firma del convenio de refinanciación con el conseller de Economía, Rafa Climent, se dejó claro que la salida del vicepresidente era una de las condiciones para materializar el acuerdo que permitía encontrar una solución para la deuda de 1,2 millones que se arrastraba por el alquiler de la sede de FBS, propiedad del organismo público. Se alegaba desde el departamento de Climent que el objetivo era dar un nuevo impulso a la escuela de negocios.
No obstante, desde Fundesem siempre sostuvieron que Rosique ya había puesto su cargo a disposición de los patronos de la escuela en mayo de 2018. «Entonces se decidió, por unanimidad, que continuara hasta que se resolvieran algunos puntos fundamentales para la escuela», se alegó.
Ahora, una vez suscrito el convenio con Economía, y firmado un nuevo acuerdo con la Cámara de Comercio, con un calendario de pagos para cubrir la deuda de 87.000 euros, Fundesem cierra la última cuestión que quedaba pendiente de la anterior etapa: la salida de Miguel Rosique. Se completa así la renovación exigida por el Consell, que arrancó con la designación de un nuevo patronato de la escuela y el nombramiento de Sánchez Butrón como presidente.
