Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Reportaje

Los convenios dejan atrás la crisis

En Alicante se han firmado 65 acuerdos hasta mayo, con una subida salarial del 1,5%, inferior a la recomendación del acuerdo marco, salvo en los principales sectores, que han fijado aumentos del 2%. Los incrementos benefician a 120.000 trabajadores

Trabajadoras del sector del juguete, en imagen de archivo. JUANI RUZ

La negociación de los convenios colectivos comienza a tomar el pulso en la provincia tras los duros años de la crisis. Ahora, las subidas salariales empiezan a ajustarse o a rozar las recomendaciones del IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) firmado el pasado año por las patronales CEOE y Cepyme y los sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT.

Unas indicaciones que planteaban un incremento retributivo situado en el entorno del 2% y otro variable del 1%, ligado a los conceptos que en cada convenio se determinasen. Hasta el pasado mes de mayo, en Alicante se firmaron 65 acuerdos laborales que afectaron a 13.998 empresas y 120.592 ocupados. La variación salarial pactada como media ha sido del 1,51%, mientras que el promedio de la jornada ha quedado establecida en 1.777,89 horas al año. Pese a que el aumento del sueldo en Alicante es inferior al de las recomendaciones del acuerdo nacional (2%), el repunte, frente al estancamiento de años anteriores, y el número de convenios firmados vienen a indicar que el escenario recesivo se está esfumando para los pactos laborales y ha comenzado la época de los convenios poscrisis.

Sueldos después de la recesión

Entre los firmados en la provincia este año, y que se ajustan a las recomendaciones del acuerdo marco, se encuentran los del calzado, la construcción o el del transporte de viajeros, que han pactado subidas salariales del 2%, aproximadamente, para este año. A ellos se puede sumar el del textil, aunque su vigencia comenzó el pasado año. Estas son algunas de las industrias punteras y grandes motores de la economía alicantina. Además, en conjunto, vendrían a sumar casi 68.000 trabajadores. Justo en la última década de duros ajustes, en el ámbito laboral era muy común negociaciones de convenios colectivos que se eternizaban, acuerdos laborales que se prorrogaban ante la falta de acuerdo de las partes, aumentos salariales mínimos por debajo del IPC o, incluso, la congelación de sueldos, al margen de las inaplicaciones en las empresas de los incrementos retributivos pactados. Según apuntaba Adolfo Durá, responsable de Fica-UGT (Federación de Industria, Construcción y Agro) en l'Alacantí, durante la crisis se llegaron a registrar variaciones a la baja de entre el 5% y el 15%. Estas fueron las condiciones laborales en las que trabajaron muchos asalariados en España y, por tanto, en la provincia durante la etapa recesiva, al margen de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) que afectaron a muchos empleados o de los despidos que significaron importantes reducciones de plantilla.

Sin embargo, los primeros años de la recuperación han perfilado un nuevo contexto para la negociación en el que se están superando los recortes de los últimos diez años. No obstante, la senda de retomar el pulso ha ido por fases. Entre 2013 y 2016, la mayoría de incrementos retributivos no superaron el 1%, «cuando el IPC se situaba en el entorno del 1,2%, lo que significó que los trabajadores seguían perdiendo poder adquisitivo, pese a vivir un nuevo contexto de reactivación económica», advertía Daniel Patiño, secretario de Acción Sindical del sindicato CC OO-PV. Eran muy comunes subidas del 0,8% y 0,9%, según reconocían los sindicatos y algún representante empresarial. La secretaria territorial de UGT en l'Alacantí-La Marina, Yaissel Sánchez, admitía que durante la crisis, «muchos convenios se quedaban en "stop" porque la parte sindical no quería perder derechos, uno de los riesgos con los que se enfrentaron muchos negociadores de convenio en aquellos años, dado que los empresarios, al margen del sueldo, querían modificar otros artículos que perjudicaban al trabajador».

Congelación y descensos

Pero las organizaciones sindicales tenían abiertos también otros frentes de negociación en las empresas, como las regulaciones de empleo, y también procesos en los que, «en muchos casos, se contemplaban bajadas de salarios, aunque fueran también temporales, pero que, al final, repercutían en el salario nominal», añadía Sánchez.

La negociación colectiva está dejando atrás la crisis. Eso sí, con desigual balance, según los convenios y la fecha de la firma de los mismos, ya que algunos de los que afectan a un mayor número de trabajadores en la provincia se suscribieron antes del acuerdo marco entre patronal y sindicatos de julio del pasado año. De hecho, es significativo que, en el segundo semestre de 2018, en Alicante sólo se registraran 17 convenios con efectos retributivos a 2018 que afectaban a 15.139 asalariados y con una subida media pactada del 1,93%, por debajo de la recomendación del 2%. La variación más alta se registró en los convenios de sector, con un 1,95%, mientras que en los de empresa se quedó en el 1,24%, según CC OO.

Los sindicatos siempre han abogado por recuperar la prevalencia de los acuerdos sectoriales sobre los de empresa, «porque recogen y garantizan mejor derechos de los trabajadores», apuntaban Yaissel Sánchez y Daniel Patiño. Sin embargo, la prevalencia de los pactos de empresa sobre los sectoriales es una herencia de la reforma laboral. Su eliminación en la denominada «contrarreforma» se incluyó en el preacuerdo del Gobierno con los sindicatos, pero, finalmente, no se aprobó. La CEOE y Cepyme se mostraron radicalmente opuestas a la supresión de este aspecto.

Sueldo mínimo por convenio

Por otra parte, en materia salarial, convenios como el agropecuario o el del textil han introducido la medida consensuada entre patronal y sindicatos o la aprobada por el Gobierno, como el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 900 euros mensuales este año. El del textil, que afecta a más de 8.200 personas en la provincia, se firmó en 2018 y estará vigente hasta 2020, cuando el incremento salarial bajará al 1,8%. El sector ha incorporado la recomendación de elevar el salario mínimo de convenio a los 14.000 euros anuales, aunque será a partir de 2021. En el caso de los acuerdos en los que muchas de las retribuciones se vinculan al SMI, como el del agropecuario para categorías menos cualificadas, la subida está teniendo problemas de aplicación. O, mejor dicho, de inaplicación. Los sindicatos han protagonizado varias movilizaciones en Alicante porque la patronal no ha trasladado este aumento a unos 10.000 empleados agrícolas, de un total de 15.000 que conforman la mano de obra del campo en la provincia, denunciaba Adolfo Durá, de UGT. Es decir, el 66% de los empleados agrarios cobran menos del SMI. En conjunto, el incremento salarial en este convenio es del 1,4%. Se firmó en 2018 y su vigencia expira en 2020.

La hostelería, de más a menos

El de la hostelería es uno de los convenios que, probablemente, a más trabajadores afecta en la provincia. Se estima que esta actividad da empleo a unas 50.000 personas, entre camareros, cocineros o empleados de hotel. El aumento retributivo para 2019 es del 1,80% y se encuentra por debajo del de los dos años anteriores. En 2017, la variación salarial fue del 3% y en 2018, del 2%. Para el próximo, incluso, la subida será inferior, ya que se situará en el 1,50%. Menos problemas a la hora de asumir las recomendaciones del salario medio de convenio se han encontrado los negociadores de acuerdos como los del calzado, la construcción, el metal o el mármol, entre otros. Fundamentalmente, porque el salario base ronda los 14.000 euros anuales o, incluso, los supera.

El del metal, que afecta a 47.346 trabajadores, se firmó en 2017 y estará vigente hasta finales de este año, según fuentes de la patronal metalúrgica provincial Fempa. La subida retributiva en el primer año fue del 2%, si bien para 2018 se pactó un aumento del 1,8% y del 1,6% para este año, con revisión técnica al IPC. En el caso de la construcción, el salario mínimo sectorial queda establecido en los 16.599,81 euros anuales. También el de los grandes almacenes, que afecta a 13.000 empleados, contempla un salario base superior al de las recomendaciones del acuerdo nacional, ya que se ha establecido en 14.587 euros anuales. Su vigencia se inició en 2017 y terminará en 2020. El aumento de salario se fijó en el 2% el primer año. Sin embargo, en los siguientes se bajó al 1%, más un incremento variable anual en función de la evolución de las ventas.

Por su parte, en el sector del juguete, que emplea a 1.500 personas, se firmó un convenio con vigencia de 2017 a 2019 y fijaba una subida de retributiva del 1,5% para cada año, con revisión salarial. Y, en el caso del mármol, se pactó en 2018 un incremento salarial del 2% y del 1,3% para 2019. Afecta a 3.500 trabajadores, «después de todos los ERE sufridos», lamentaba Miguel Ángel Mira, de CC OO. Por su parte, el sector del comercio, que emplea a más de 100.000 personas en Alicante, según datos de afiliación a la Seguridad Social, aún tiene en negociación cuatro de los principales convenios.

Más trabajos, empleabilidad y competitividad y menos economía sumergida

El acuerdo para tres años firmado el pasado julio entre la CEOE, Cepyme, CC OO y UGT se marcaba como objetivos prioritarios la creación de empleo, la mejora de la empleabilidad y de la competitividad de las empresas y la lucha contra la economía sumergida. En materia salarial, planteaba aumentos del 2%, más un 1% variable. Además, instaba a fijar progresivamente un salario mínimo de convenio de 14.000 euros anuales y a implantar alternativas para «evitar despidos». Según el presidente de la CEV en Alicante, Perfecto Palacio, «la patronal aconseja seguir las recomendaciones generales del acuerdo, y cada sector hace sus propias concreciones».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats