El director general de Comercio en funciones, Natxo Costa, uno de los altos cargos más activos y polémicos durante la pasada legislatura, podría continuar en la segunda edición del Botànic. El exgerente de Unió Gremial ha mantenido sonados enfrentamientos con firmas del gran comercio, como El Corte Inglés, con el que se enfrentó para reducir el número de domingos y festivos que pueden abrir las grandes superficies. O con el grupo inversor británico Intu, que proyecta un megacentro comercial y de ocio en Paterna y a que espetó en redes sociales "Intu go home".

Su salida del área comercial, que se da por hecha en un porcentaje elevadísimo, no será con dirección al sector privado, sino que podría dirigirse a un puesto de máxima confianza del conseller, Rafa Climent, con el que tiene una estrecha relación. Según las fuentes consultadas, Climent contempla la posibilidad de trasladarlo al puesto de subsecretario, un cargo que depende directamente del titular de la cartera y que tradicionalmente tiene una vis más funcionarial, una especie de jefe administrativo de la conselleria, que política. El cargo, precisamente, va a quedar libre por el regreso de Concepción del Ruste a su puesto de funcionaria. Un puesto relevante, pero de escasa visibilidad.

Costa, con una clara vocación más política, licenciado en Derecho y conocedor de los entresijos de la casa, tendría de esta forma una posición privilegiada como mano derecha de Climent en una conselleria donde el mestizaje con el PSPV ha sido especialmente convulso. Han sido públicos los choques en debates como el de los horarios comerciales, el proyecto comercial Intu Mediterrani de Paterna o las competencias sobre Industria, que se disputaron socialistas y Compromís.

El subsecretario, que participa en las reuniones previas al Consell que deciden el orden del día de la reunión del Gobierno, controla además la relación de la conselleria con los servicios jurídicos y da también el impulso a las tramitaciones administrativas. En este punto, la cartera de Economía tiene asuntos pendientes como la aprobación del Plan Sectorial del Comercio Patsecova, que podría poner piedras en el camino del macroproyecto comercial y de ocio en Paterna.

El área de Comercio, en la que Costa ha tenido visibilidad y desgaste, se perfila este próximo ciclo de gobierno como un departamento con el biorritmo más bajo, tras acometer el debate de la libertad horaria, pendiente durante 20 años. La lucha contra las falisificaciones o la digitalización del sector son ahora los retos pendientes. El escaso peso de Compromís en el Congreso, por otro lado, impide acometer los cambios en aspectos como la vuelta a las rebajas reguladas, lo que habría llevado a Costa a buscar nuevos aires. En todo caso, está pendiente encontrar el relevo en Comercio.