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Manuel Ruiz: «Las cajas rurales combatimos la exclusión financiera: somos la única entidad que queda en muchos pueblos»

«Somos la única entidad que queda en muchos pueblos», asegura - La entidad oriolana celebró la pasada semana su centenario en pleno proceso de expansión

El presidente de Caja Rural Central, Manuel Ruiz, en el Teatro Circo de Orihuela, donde la entidad celebró su centenario. TONY SEVILLA

P Caja Rural Central acaba de celebrar su centenario, ¿qué destacaría usted de estos cien años de historia?

R Pues que nacimos aquí con una vocación clara de generar valor y prestar servicio a todos los ciudadanos y todas las instituciones y empresas de la zona y es lo que hemos hecho. Son cien años importantes dentro de la historia de España, en los que se han sucedido muchos acontecimientos, y, a pesar de eso, en cada momento la caja ha tenido claros cuáles eran sus objetivos, y ha tenido la suficiente determinación para respetarlos y para que ningún objetivo comercial esté por encima de sus valores y sus principios.

P En su caso fueron claves en la canalización de las aguas del Segura, financiaron vivienda asequible en los cincuenta y sesenta, contribuyeron a la reparcelación del campo...¿Qué papel deben jugar hoy en día las cajas rurales?

R Los hechos ponen de manifiesto que hoy en día las cajas rurales combaten la exclusión financiera, estamos muy comprometidos con esto. En muchos pueblos de España, donde los grandes se han ido porque eran municipios pequeños y no veían suficiente volumen de actividad, la única entidad que queda es una caja rural. Nosotros aquí tenemos seis o siete poblaciones donde nos hemos quedado solos, y seguiremos ahí, porque el paisanaje se tiene que notar en algo, por decirlo de alguna manera, y esa vocación de aportar valor a los ciudadanos y a las familias se tiene que notar y lo hacemos de buen gusto. Y ése es nuestro objetivo principal, para eso fuimos fundados.

P ¿Cómo es posible que, mientras la mayoría de entidades recortan su red, ustedes están expandiéndose?

R Yo pienso que lo que realmente vale de una entidad no es su tamaño, es su modelo de negocio y de gestión. Y la prueba es lo que hacemos las rurales. No es sólo que nosotros abramos oficinas, es que nuestros compañeros de grupo, donde somos 29 cajas, lo vienen haciendo así. Todas tenemos la misma filosofía de gestión, prestamos el mismo servicio y estamos muy comprometidos con el territorio donde estamos. Y no sólo con el impulso económico, también con el social y el cultural.

P¿Pero es rentable? ¿El cliente sigue valorando la oficina física?

R Bueno, vamos creciendo poco a poco, de forma que no perjudique la solvencia y la rentabilidad de la entidad. De momento, nuestro modelo nos lo permite porque, no sólo abrimos sucursales, también crecemos en volúmenes y resultados cada año. Mantenemos las oficinas físicas porque creemos que hay un colectivo importante, la gente de más edad, que le gusta ir a la oficina y hablar con el equipo humano y que les asesoren. Y creo que la gente agradece el esfuerzo que hacemos. Por ejemplo, aunque usted pueda operar digitalmente, si ve que a sus padres, que son mayores, les atienden en la sucursal y los tratan bien pues, seguramente, lo agradecerá y, a lo mejor, piensa en pasarse también a esa entidad.

P ¿Creo que el objetivo de la caja a medio plazo es cubrir la totalidad de las provincias de Alicante y Murcia?

R Así es, porque estamos satisfechos de nuestro modelo y creemos que tiene aceptación.

P ¿Cuál fue la clave para que ustedes resistieran mejor la crisis?¿No entraron en el sector inmobiliario?

R Sí que nos metimos en el sector inmobiliario pero lo hicimos en los pueblos del interior y en las zonas de costa sólo fuimos donde se construía primera residencia. La segunda vivienda nunca ha sido nuestro objetivo. También hemos tenido dificultades, como todo el mundo, pero han sido menores. El sector inmobiliario es muy dinámico y muy goloso pero, igual que crece muy rápido, luego baja más rápido aún y te quedas colgado, que es lo que le ha pasado a algunas entidades que no hace falta nombrar. Lógicamente, el que más se metió, luego ha tenido una factura mayor y los que entramos menos, pues ha sido más baja.

P En cuanto al negocio, ¿en qué segmentos ven más posibilidades de crecer?

R Con los márgenes tan reducidos que hay actualmente en el sector financiero, necesariamente tienes que tener un mix de todo para poder seguir caminando. Qué duda cabe que las hipotecas son un producto fundamental pero también lo es la financiación a las empresas. Y luego, hay que seguir avanzando también en la digitalización, pero con el objetivo de aportar más valor a los socios y clientes, e intentar reducir costes.

P ¿Cómo ve la situación económica? ¿Hay ralentización?

R Ha habido un periodo de un poco más de ralentización, de incertidumbre, porque llevamos un año con elecciones y los años de elecciones siempre se resiente un poco la actividad. Además, Europa también anda con incertidumbre y la guerra comercial entre China y Estados Unidos tampoco ha ayudado. Pero, bueno, es que los tiempos nunca son iguales. Hemos tenido tres o cuatro años muy buenos y ahora vamos más lentos. Creo que Alicante es una provincia que va a seguir en su dinámica, y a la que, quizá, le falta un poco más de ayuda pública, sobre todo de la Administración central a través de los Presupuestos del Estado.

P ¿Pero atisba posibilidades de recesión?

R Recesión es una cosa y ralentización es otra. Nadie va todo el año con el mismo dinamismo, unos meses vas mejor y otros peor. Creo que esto es un poco lo mismo. De momento vamos caminando. Yo creo que la economía española crecerá este año un 2,2% o un 2,3% y eso no es recesión.

P ¿Qué le pediría a los políticos en un momento en que se están formando los nuevos gobiernos en todos los niveles?

R Lo primero que les pediría es respeto a los ciudadanos y la sociedad. Y, lo segundo, que gestionen bien y que tengan capacidad de prospectiva para ver qué necesita la sociedad para dárselo. Fíjese en el caso del que fuera alcalde de Benidorm Pedro Zaragoza, que hizo aquellas grandes avenidas en los cincuenta y los sesenta y le decían que estaba loco. Pues fíjese qué capacidad de prospectiva tenía. Eso es lo que hace falta hoy.

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