«La demanda de formación cualificada y de nuevas tecnologías ha venido para quedarse». Así de tajante lo afirmaba Luis Rodríguez, secretario general de la patronal provincial del metal Fempa, que ha visto cómo en los últimos años, después de la crisis, pero especialmente el pasado ejercicio, han aumentado las peticiones de las empresas de cursos que aborden los retos del nuevo escenario económico y laboral relacionado con la digitalización, la programación o la industria 4.0. «Una especialización que en los tiempos actuales supone un factor de competitividad», subrayaba Luis Rodríguez.
La patronal metalúrgica ha tenido que recurrir en el actual curso al alquiler de ocho aulas del centro CESA, que ocupan unos 550 metros cuadrados y que están anexas al colegio de Jesuitas, para impartir cursos de formación al quedarse pequeñas las instalaciones de la antigua sede de la patronal en Virgen del Socorro, que ya habilitaron el pasado año como espacio formativo. En esta nueva subsede se imparten cursos para los certificados de profesionalidad, fruto de la colaboración con Labora (Antiguo Servef), y que abarcan una temática transversal, ya que van desde la formación para gestión empresarial hasta el desarrollo de aplicaciones con tecnologías web, la seguridad informática y la programación de sistemas informáticos. En estas aulas acuden unos 180 alumnos.
Esta es la segunda ocasión en que Fempa tiene que localizar instalaciones fuera de su sede central de Agua Amarga, que se inauguró en 2009 y por donde han pasado unos 20.000 alumnos desde entonces. Estas instalaciones de 4.000 metros cuadrados, de los cuales más de 3.200 se dedican a la formación, «están a pleno rendimiento», destacaba Rodríguez. Por eso, el pasado año tuvieron que reformar su antigua sede de Virgen del Socorro (400 metros cuadrados) para poder seguir manteniendo su amplia oferta formativa, que combina la formación ocupacional, la continua, la reglada, la bonificable y la privada. Aunque los contenidos abarcan un gran abanico de materias, Rodríguez reconocía que, desde el pasado año, «los perfiles más demandados son los de digitalización, nuevas tecnologías, seguridad informática, programación o márketing» e, incluso, en los cursos de la FP reglada, que también imparte Fempa. En este caso, en los últimos años se han incluido formación de desarrollo de aplicaciones multiplataforma, «que son las que más tirón tienen», señalaba el secretario general de Fempa.
Más de 3.700 alumnos este año
Actualmente, en las clases que se imparten en Agua Amarga y las dos subsedes participan más de 3.790 alumnos, de los que 2.040 asisten a formación para el empleo, subvencionada a través de la colaboración con Labora -antiguo Servef- y el Servicio Público de Empleo -Sepe-, tras participar en un proceso de concurrencia competitiva. Otros 167 acuden a la Formación Profesional reglada y 1.585 están integrados en los cursos de formación privada que demandan las empresas. La patronal del metal cuenta en estos momentos con una plantilla de unos 80 profesores especialistas.
La escuela de FP de Fempa, homologada y autorizada por la Conselleria de Educación, empezó hace seis años con un grupo de trece alumnos y este curso cuenta con 167. Para el próximo hay una previsión de 250 estudiantes. Fempa considera esencial la colaboración público-privada, «impulsada en varios proyectos con las diferentes administraciones», indicaba Rodríguez.
