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La banca recrudece la batalla por captar las nóminas con televisores y efectivo

Las entidades ya ofrecen hasta 250 euros por domiciliar los ingresos con el objetivo de vincular a los clientes y venderles otros productos

Las hipotecas no son el único frente en el que las entidades financieras mantienen una guerra sin cuartel por captar el mayor volumen de negocio posible. Los bancos españoles siempre han tenido en la captación de nóminas otro de sus grandes campos de batalla que, desde hace unos meses, se ha vuelto a reactivar con fuerza ante la necesidad de elevar la vinculación de los clientes para mejorar su rentabilidad. Así, a pesar de que los bajos tipos de interés no invitan a la generosidad de sus gestores, de un tiempo a esta parte se han multiplicado las ofertas que prometen desde televisores hasta cheques-regalo para comprar en Amazon, pasando por la opción del dinero en efectivo, que es la que parece contar en estos momentos con mayor número de adeptos.

Una alternativa con la que Unicaja acaba de romper el mercado al ofrecer hasta 250 euros para quien domicilie sus ingresos en la entidad, frente a los 150 que publicita Abanca o los 100 euros que se pueden conseguir con las cuentas de BBVA o ImaginBank -la filial online de CaixaBank-, aunque en estos últimos dos casos la oferta acaba el 31 de mayo.

El movimiento de la caja malagueña se justifica en parte como un intento de recuperar el pulso comercial tras su fallida fusión con Liberbank, pero no deja de ser significativo. «Las cuentas nómina suelen ser un gancho para atrapar al cliente porque, cuando domicilias tus ingresos, lo normal es que conviertas a esa entidad en tu banco principal, en la que domicilias tus recibos, la tarjeta que gastas más, etc. Y luego suele dar bastante pereza cambiarse de nuevo», señala el analista de HelpMyCash, Javier Mezcua. De este forma, además del negocio que le aportan estas transacciones, el banco se asegura un flujo constante de entrada de dinero y, sobre todo, tiene la oportunidad de conseguir ingresos con las denominadas ventas cruzadas, es decir, con la colocación de otros productos como seguros, fondos o planes de pensiones, que aportan mayor rentabilidad, según Mezcua.

Aunque el dinero en metálico es la fórmula más habitual en los últimos tiempos, también hay entidades que optan por cheques-regalo para comprar en Amazon, como Openbank o Cajamar; o por regalar electrodomésticos, como hace CaixaBank, que ofrece un televisor de 32 pulgadas por domiciliar nóminas de un mínimo de 1.000 euros y una de 43 pulgadas para los que ganan más de 2.500 euros. Otras entidades tratan de llamar la atención de los clientes con la devolución de un porcentaje de los recibos, como el Santander; y también las hay que apuestan por remunerar una parte del saldo, como hacen Bankinter o el Sabadell, con su cuenta Expansión Plus. Lo que parece haber desaparecido son los productos de menaje que se puso de moda regalar durante los ochenta y los noventa, como recuerda Antonio Gallardo, desde el portal especializado iAhorro.

Siempre gana

Para asegurarse de que les sale a cuenta, los bancos exigen un mínimo de ingresos mensuales a estos clientes -que suele ser de 600 euros- y mejoran las condiciones a medida que las nóminas son más abultadas. Por ejemplo, en el caso antes citado de Unicaja, quienes no lleguen a los 2.000 euros mensuales deben conformarse con 100 euros de remuneración, según explican desde HelpMyCash. Igualmente, las condiciones suelen incluir una permanencia que puede alcanzar los dos años, la domiciliación de un número mínimo de recibos o un determinado gasto con la tarjeta. Además, los bancos que remuneran el saldo limitan el tiempo y el importe sobre el que se pagan intereses. De esta forma, Bankinter abona un 5% el primer año y un 2% el segundo, pero solo para los primeros 5.000 euros que se tengan en cuenta. En el caso del Sabadell, paga un 3% sobre un máximo de 10.000 euros pero exige tener una nómina de 3.000 euros mensuales y un saldo en productos de ahorro-inversión en la entidad de más de 30.000.

Eso sí, con la significativa excepción del Santander, tener la nómina en un banco suele librar de pagar comisiones por mantenimiento o administración de la cuenta o por las tarjetas.

«Como ya no pueden ofrecer tipos interesantes en los depósitos a plazo, la banca trata de hacer más atractivas sus cuentas nómina y cuentas corrientes», apunta Gallardo que, además, se muestra convencido de que la guerra se recrudecerá aún más en los próximos meses. «A medida que el crecimiento del negocio hipotecario empiece a moderarse, las entidades buscarán otras vías de negocio y las nóminas ganarán aún más protagonismo», pronostica el experto de iAhorro.

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