El Banco Sabadell ya tiene sobre la mesa dos ofertas en firme por su promotora -que ha rebautizado como Sabadell Desarrollos Inmobiliarios tras la venta de Solvia- una operación que incluye, además, una cartera con los mejores suelos que posee la entidad, en los que podrían erigirse hasta 15.000 viviendas en distintas ubicaciones del país. Los postores son los fondos norteamericanos Oaktree, que recientemente ha sido adquirido por su rival canadiense Brookfield y que quiere ampliar su peso en España; y Cerberus, que ya fue adjudicatario de las dos mayores carteras de activos inmobiliarios que el banco con sede en Alicante colocó el pasado verano.

Cuando se lanzó la operación, el banco confiaba en conseguir unos 1.000 millones con esta venta, aunque las ofertas podrían resultar algo más bajas, en el entorno de los 900 millones, según diversos medios especializados. Desde el banco no han querido realizar ningún comentario sobre el proceso. En cualquier caso, será este jueves cuando el consejo de administración de la entidad analice las ofertas que se han presentado por la promotora aunque no está claro si tomará una decisión o lo dejará en manos de la comisión ejecutiva para dentro de unos días.

El Sabadell decidió desgajar la actividad promotora de su «servicer» inmobiliario el año pasado para rentabilizar su posible venta, junto con una cartera de suelos premium que fue creando a lo largo de los último tiempos y en la que iba incorporando aquellos solares mejor posicionados que se adjudicaba como consecuencia de los embargos o las daciones en pago de promotores. En total, los terrenos ofertados tienen capacidad para albergar más de 250 promociones, con un total de 15.000 viviendas. El grueso de estos solares se concentra en Cataluña, Aragón y País Vasco, donde los terrenos a la venta podrían albergar alrededor de 7.000 casas; la zona centro, con Madrid como punto destacado, sumaría otras 3.000, al igual que las principales ciudades de la zona sur. En el caso de la Comunidad Valenciana y Murcia, los solares sumarían unas 1.500 viviendas. Tras esta operación, el banco habrá saneado prácticamente por completo su balance al haberse desprendido de casi todo el ladrillo que acumulaba.