Si usted es el propietario de uno de los miles de negocios que en los últimos días ha recibido una carta de la Agencia Tributaria advirtiéndole de que sus datos de facturación o de cobro con tarjeta no coinciden con la media de su sector, más le vale comprobar que todo está en orden. Como ha ocurrido en años anteriores, Hacienda ya prepara la segunda fase de esta campaña, que desplegará en las próximas semanas y que consistirá en visitas en persona a algunos de estos establecimientos para la recogida y verificación de datos, con el objetivo de verificar si las anomalías detectadas por el ordenador no son más que eso, una anomalía estadística, o si ocultan algo más.
Aunque no será ni mucho menos algo tan masivo como las cartas -que estos días llevan de cabeza a muchas asesorías de la provincia, ante la inquietud que han sembrado entre sus clientes-, desde Hacienda aseguran que serán también «varios miles» y recuerdan que en 2017, el primero en el que se aplicó el plan, fueron más de 14.000 en toda España. Eso sí, al igual que ocurre con las misivas que tanta polémica están generando entre los pequeños empresarios, estas visitas no implican la apertura de una inspección fiscal, lo que se reserva para la tercera fase del proceso, en la que ya se abordarán únicamente aquellas empresas en las que haya claros indicios de fraude.
Como recuerdan desde la Administración, se trata del tercer año en que se pone en marcha esta campaña especial para controlar el IVA de los pequeños negocios, que se dirige, concretamente, a aquellos establecimientos con atención al público. Una iniciativa que es posible gracias a que desde 2016 las entidades tienen obligación de comunicar los datos de sus clientes.
Como explica el presidente de la Comisión de Fiscal del Colegio de Economistas de Alicante, Antonio Pérez, hasta ahora estas misivas se limitaban a comunicar a los contribuyentes afectados que la Agencia Tributaria conocía las entradas y salidas de fondos de sus cuentas. La novedad de este año es que Hacienda ha cruzado los datos con las declaraciones del Impuesto de Sociedades y otras fuentes, y ha incluido una comparativa entre las cifras que declara la pyme y las su sector. Así, por ejemplo, advierte de que su margen de beneficio es menor que la media o que el porcentaje de cobros con tarjeta es más elevado de lo habitual, lo que puede indicar que el empresario solo está declarando lo que ingresa a través del datáfono y oculta lo que recibe de sus clientes en efectivo.
¿Solo informativa?
La propia carta recalca su carácter meramente informativo, pero, como señala Pérez, «aunque no significa que te haya tocado la lotería, tienes más números, por así decirlo». El experto apunta que «cada caso es un mundo y de lo que tiene que asegurarse el afectado es de que estas discrepancias están justificadas -por ejemplo, si su clientela paga más con tarjeta porque es más joven- y que se declara todo correctamente», para prepararse ante una posible visita o, incluso, una inspección posterior.
En la misma línea, el presidente de la Asociación Profesional de Asesores Fiscales de la Comunidad, Luis Chinchilla, recuerda que «no siempre los datos que tiene Hacienda son correctos» y que una discrepancia con la media del sector, que la Agencia Tributaria no explica exactamente cómo ha calculado, tampoco significa nada a priori. Por eso, Chinchilla considera que Hacienda está creando una «alarma innecesaria» con su envío «indiscriminado». En la misma línea, el presidente de la patronal CEV en Alicante, Perfecto Palacio, sostiene que «no está sentando nada bien que se manden este tipo de comunicaciones en lugar de realizar inspecciones, que es lo que corresponde cuando Hacienda tiene sospechas de que se está cometiendo un posible fraude».
En cualquier caso, la recomendación de los especialistas, como no puede ser de otra forma, es que se regularice la situación si se han ocultado ingresos, ya que siempre será más barato que afrontar una sanción, o, al menos, que se declaren más ingresos a partir de ese momento para contentar al fisco.
A pesar de las críticas, el secretario general del sindicato de técnicos de hacienda Gestha, José María Mollinedo, defiende la iniciativa. Según afirma, en contra de lo que se pudiera pensar, lo que persigue esta campaña es que las pymes incrementen su tributación voluntariamente para poder destinar más efectivos a perseguir el fraude de grandes empresas y grandes fortunas.
Tras el envío de cartas este mes de mayo, será en las próximas semanas cuando se inicien las visitas de los funcionarios, en las que se recogerán datos en vivo de la actividad de cada establecimiento. Será más tarde, aproximadamente en otoño, cuando se inicie la tercera fase, la de comprobación fiscal.
