Jefes de cocina, camareros con formación y conocimiento de idiomas, jefes de sala o de barra, barman o sumillers son algunos de los puestos de trabajo que en los últimos años la hostelería provincial tiene dificultades para cubrir y así reforzar sus plantillas durante la campaña estival.
Una época en la que se dinamiza el empleo en los sectores vinculados al sector turístico, como la hostelería. Una actividad que el pasado año realizó, sólo en la capital, 10.672 nuevos contratos entre junio y agosto. Una cifra que representó un aumento de casi el 4% con relación al mismo periodo de 2017. «Aunque, normalmente, los incrementos interanuales de la provincia se sitúan en torno al 9%», explicaban en la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Alicante (Apeha). Representantes sectoriales de distintas comarcas aseguraban ayer que de las Escuelas de Hostelería o los CDT (Centros de Desarrollo Turístico) sale personal formado, «pero no es suficiente para la mano de obra que se necesita. Alumnos, como cocineros, que acaban sus estudios, enseguida encuentran trabajo. El problema, y la asignatura pendiente del sector, es la mano de obra cualificada, sobre todo de personal de sala», apuntaba Emi Ortiz, secretaria general de Apeha.
«Si no te adaptas a las nuevas demandas de los clientes, te quedas estancado»
MIGUEL GARCÍA | VICEPRESIDENTE PATRONAL PROVINCIAL APEHA
Programas de TV de cocina
Al parecer, en los centros hay más solicitudes para cursar estudios de cocina que de sumillers o maitres. «Y, sin embargo, para un restaurante son tan importantes los unos como los otros», subrayaba Miguel García, dueño de la conocida cervecería El Cantó de Alicante y vicepresidente de Apeha. Establecimiento donde las cartas de los platos se ofrecen en inglés y en español, y donde un 40% de sus clientes ya son extranjeros.
«Ahora se necesitan especialistas en varias ramas de la hostelería, como gastrobares o heladerías»
JAVIER DEL CASTILLO | PRESIDENTE DE ABRECA DE BENIDORM
El «boom» de los programas de televisión sobre gastronomía está poniendo de moda saber de cocina. «Parece que todos quieren ser chefs», señalaba Javier del Castillo, presidente de la Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías de Benidorm (Abreca). Sin embargo, el nuevo escenario que está viviendo el sector, con un aumento del flujo de turistas extranjeros y de visitantes nacionales «que quieren degustar nuestra gastronomía hace que los bares o restaurantes tengan que tener a personal especializado», añadía Del Castillo. «Que un camarero hable, al menos, inglés, que sepa explicar y "vender" al cliente el producto que se hace en la cocina, el vino que se sirve o recomendar, en su caso, algún plato», apostillaba Emi Ortiz. Por eso, Miguel García consideraba que igualmente que esos programas televisivos están poniendo el acento en la cocina, «también deben ilusionar a los futuros trabajadores para que se formen como jefe de sala, maitre, sumiller...». Y en el terreno más doméstico, incidía en que hay que sumar a los CDT y a las escuelas de hostelería, «espacios de formación de donde salga gente preparada en todos los oficios de la hostelería», insistía.
«Hace falta ampliar la formación a los distintos puestos de trabajo en un restaurante»
JOAQUÍN GUILLAMÓ | PRESIDENTE ASOCIACIÓN HOSTELERÍA TORREVIEJA
Nuevos hábitos
El sector está apostando cada vez más por la formación y la adaptación a los cambios de hábitos de los clientes: junto a los restaurantes tradicionales, acuden a gastrobares o establecimientos de delicatessen... Por eso buscan especialistas en distintos tipos de cocina. Pero también necesitan que sepan gestionar las distintas situaciones que se producen en un restaurante. Muchos clientes sentados a una mesa para comer mantienen al mismo tiempo una conversación de trabajo o personal importante a través del móvil. «Y la persona que le atiende debe saber cuál es el momento más adecuado para preguntarle por cualquier tema de la comida», destacaba Miguel García.
Desde Torrevieja, el presidente de la sectorial de Torrevieja y Comarca (Aehtc), Joaquín Guillamó, señalaba que en la zona, en verano, «lo que más nos preocupa es el personal para la cocina. El jefe de este área es fundamental, porque es el que hace la carta del restaurante», reiteraba. Las plazas se van cubriendo con los estudiantes que acaban en los CDT, pero «también con personal que viene de otras latitudes, como del norte de España», añadía Guillamó. De Bilbao o Sevilla llegan, igualmente, a Benidorm personas a trabajar en verano en la hostelería. «El problema es que los alquileres son elevados, y no se pueden quedar a dormir aquí. Yo he planteado a los políticos esta circunstancia para ver si se puede resolver la situación a través de viviendas sociales, por ejemplo», aseguraba Del Castillo, desde Benidorm.
