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Las exportaciones de la provincia se adaptan a la incertidumbre del Brexit

Los exportadores alicantinos empiezan a asumir la inestabilidad y los vaivenes sobre la salida de Reino Unido de la UE

May, ayer, entrando en Downing Street, tras anunciar su dimisión. reuters

El proceso del Brexit ha traído de cabeza desde hace casi tres años a los exportadores alicantinos. Sus ventas a Reino Unido se han ido resintiendo ante la incertidumbre que se abría sobre el impacto que tendría el divorcio de los británicos de sus socios europeos. No obstante, en este comienzo de 2019, el comercio exterior de la provincia no ha arrojado un balance negativo. Al contrario, muestra una ligera mejoría. Parece que los empresarios de ambos lados, sin apartarse de la preocupación, se han ido adaptando a la situación de inestabilidad, que han convertido casi en normalidad; y han dado un ligero impulso a sus relaciones comerciales, pese al escenario de inseguridad derivado de la dilación del Brexit y de los vaivenes que ha sufrido el proceso, cuyo último capítulo se produjo ayer mismo, con el anuncio de la dimisión de la primera ministra, Theresa May. Un episodio que, no obstante, no deja de sumar otra dosis de incertidumbre al panorama, porque su renuncia al cargo no será efectiva hasta el 7 de junio. Otra fecha más que sumar a los retrasos. El nuevo plazo para la retirada, el segundo, es el 31 de octubre de 2019, según se acordó en abril con la UE. Una prórroga que, además, obliga a los británicos a acudir mañana domingo a las urnas a votar en las elecciones europeas.

Un ligero respiro

Y, en medio de esta anómala situación, de momento, en el primer trimestre de este año, las exportaciones alicantinas a Gran Bretaña han repuntado un 1,2% en comparación con el mismo periodo del año anterior, frente a la caída anual del 3,2% con que cerró 2018. Este ligero respiro se ha producido, fundamentalmente, por los envíos del sector agrario, los del plástico y los del juguete, entre las principales actividades. El calzado, por contra, ha visto descender sus operaciones un 7,8% hasta marzo, aunque por volumen es la industria provincial que más exporta a Gran Bretaña. «Pero los productos de moda, como el calzado, son los primeros que se resienten ante una situación de inestabilidad. Las compras de nuestros clientes en Reino Unido están siendo conservadoras porque no saben cómo acabará el proceso», argumentaba Marián Cano, presidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios de Calzado (Avecal).

Por otra parte, sin que este ligero repunte comercial pueda representar un cambio de tendencia con relación a los descensos de los últimos años, y con mucha cautela, los exportadores provinciales creen que, en realidad, la normalidad es la que obliga. «El mercado de Reino Unido también se ha adaptado a este complejo escenario y ha seguido una trayectoria de seguir comprando fuera», coincidían el presidente de los jugueteros españoles, José Antonio Pastor, y el mandatario de la patronal autonómica CEV, Salvador Navarro. De hecho, este ligero avance podría ser una muestra de esa adecuación de los exportadores a las turbulencias, explicaban. «Ha habido un tiempo de mucho temor», reconocía José Manuel Casado, investigador de la Universidad de Alicante (UA) del departamento de Análisis Económico Aplicado y miembro del Instituto de Economía Internacional de la misma universidad.

Pero estos tres años comerciando con Reino Unido no han supuesto muchos más costes, ni se ha producido la temida subida arancelaria que conllevaría el Brexit, según señalaban algunos empresarios alicantinos. Junto a estas circunstancias, en este tiempo, la gente se ha ido haciendo la idea de que cuando se produzca la desconexión puede haber acuerdos «que podrían contemplar libre movilidad de bienes o aranceles muy bajos, que no causarían cambios muy significativos», analizaba José Manuel Casado, quien consideraba que, a veces, en las relaciones comerciales «también influyen otros factores, que son importantes, como la confianza o el conocimiento de los estándares de tipo sanitario o de calidad».

Reponer mercancía

Aunque el escenario de la salida de Reino Unido de la UE puede ser muy cambiante, como se ha demostrado en los últimos años, y las próximas estadísticas de comercio exterior pueden reflejar una evolución a la baja, las más recientes apuntan a una mejoría. Una ligera variación al alza que está sustentada, fundamentalmente, en el sector de las legumbres y hortalizas, que han crecido un 7,2% hasta marzo. «Nuestros productos en Reino Unido son muy apreciados por su calidad y son competitivos en precio», subrayaba Eladio Aniorte, presidente de la organización agraria Asaja en Alicante. El brócoli es uno de los más demandados, junto al tomate, el pimiento o las berenjenas. Aniorte cree que, tras un periodo de fuerte contracción, y ante la prórroga de la retirada del Reino Unido de la UE, «los supermercados tienen que reponer mercancía y han vuelto a comprar». No obstante, advertía de que, al final, no se sabe cuál va a ser la evolución futura.

En conjunto, Gran Bretaña es para Alicante un mercado prioritario en el contexto europeo, aunque en los últimos años ha retrocedido un puesto en el ránking entre los principales clientes internacionales. En el año 2016, ocupaba la quinta posición, mientras que ya desde 2017 se viene manteniendo en el sexto puesto.

Planes de contingencia

Además del sector hortofrutícola, el del juguete también ha mejorado sus ventas. El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), el ibense José Antonio Pastor, señalaba en un primer momento que el repunte puede deberse a «operaciones puntuales», aunque también incidía en que la oferta española y alicantina «es de calidad y los planes de contingencia que han estado preparando las empresas pueden haber ayudado, al margen de que, como aún no se ha producido la desconexión y no ha habido un aumento de aranceles, se está actuando con normalidad, frente a la posición conservadora de los primeros momentos del proceso por parte de los clientes británicos», añadía José Antonio Pastor.

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