Un día después de que entrara en vigor la orden ejecutiva de la Administración Trump que vetaba las transacciones de las empresas estadounidenses con la china Huawei -lo que llevó a Google a anunciar el cese de sus relaciones-, el Departamento de Comercio norteamericano emitió ayer una licencia temporal que permitirá prolongar estos intercambios durante 90 días más. Una especie de tregua que pretende facilitar, según el Gobierno norteamericano, que las compañías de éste y otros países que ahora confían en los equipos de Huawei puedan adaptarse a la nueva situación y que podría volver a prolongarse, una vez finalizados los tres meses iniciales.

Continúa así el tira y afloja entre el presidente norteamericano y la firma china, a la que acusa de utilizar sus redes para el espionaje, aunque el trasfondo de todo el asunto son las negociaciones comerciales entre ambos países y el temor de los estadounidenses a que Huawei tome la delantera en la implantación de las redes 5G.

El gigante tecnológico chino respondió ayer acusando de «acoso» a la Administración norteamericana y restando importancia al efecto que tendrán las restricciones en sus productos. Así, el director ejecutivo de la firma, Ren Zhengfei, señaló que la compañía lleva «dos o tres años» de ventaja a sus competidores en tecnologías como el citado 5G y aseguró que pueden hacer «chips tan buenos como los que hacen las empresas estadounidenses, aunque esto no significa que no vayamos a comprar los suyos». «Deberíamos crecer juntos pero, en caso de haber una escasez de suministro, ya tenemos una copia de seguridad», insistió el directivo.

La compañía incluso ha señalado que dispone de su propio sistema operativo, en caso de necesidad. Eso sí, de momento, Huawei no parece haber cambiado sus planes y ayer presentó su nuevo modelo de la marca Honor, que mantiene el Android.