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El juguete: una ventana para vender más pero preocupación por sentar precedente

La patronal muestra su oposición a las barreras arancelarias, pese a que reconoce que las pymes podrán ofrecer precios más competitivos

El juguete: una ventana para vender más pero preocupación por sentar precedente

La guerra de aranceles, al contrario de lo que se pudiera pensar, va a tener efectos más beneficiosos que negativos para la industria juguetera de la provincia. El conflicto, de hecho, podría potenciar las exportaciones alicantinas a EE UU, toda vez que las empresas estarán en condiciones de ofrecer precios más competitivos al encarecerse en el país norteamericano los artículos procedentes de China. Solo algunas firmas de la provincia, las más grandes, tienen deslocalizadas una parte de su producción en el gigante asiático, pero, según se ha destacado desde la patronal, cuentan con los suficientes recursos para trasladarla a otros lugares que no estén afectados por el conflicto.

El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, José Antonio Pastor, ha señalado a este diario que el sector está en contra, en líneas generales, de las barreras comerciales, si bien en este caso la guerra abierta entre Estados Unidos y China va a tener efectos más positivos que negativos para el sector nacional, cuyo principal centro de producción se encuentra situado en la provincia de Alicante, y más en concreto en la Foia de Castalla.

El responsable de la patronal, en este sentido, expone que los aranceles solo van a afectar a los productos que se comercialicen entre el país norteamericano y el gigante asiático. La consecuencia, señala Pastor, es que «las principales afectadas van a ser las propias empresas jugueteras estadounidenses que tienen deslocalizada su producción en China, porque a partir de ahora van a tener que pagar más por importar sus artículos»

En el caso de la provincia de Alicante, el presidente de los fabricantes destaca que «se trata en su mayoría de pequeñas y medianas empresas que fabrican en el propio territorio alicantino, con lo que no se van a ver afectadas en absoluto. Más bien al contrario, tendrán más posibilidades de exportar a EE UU, puesto que ofrecerán precios más competitivos que los que lleguen de China».

Pastor matiza que solo las empresas de mayor tamaño tienen deslocalizada una parte de su producción en China, «pero precisamente porque son más grandes tienen también más margen de maniobra y pueden desplazar esa fabricación a otros países en los que también están produciendo. Cuentan, en definitiva, con bastantes más alternativas».

Cabe reseñar que EE UU se encuentra entre los diez principales destinos de las exportaciones de juguetes españoles, con lo que se trata de un país en el que ya se cuenta con importantes mercados, los cuáles incluso podrían ampliarse a raíz de este conflicto comercial.

Con todo, y pese a que en este contexto el juguete alicantino pueda salir beneficiado, José Antonio Pastor reitera la oposición del sector a las barreras aranceralarias. «Se está creando un mal precedente, y si en la actualidad no salimos mal parados, en otra ocasión sí que podríamos resultar damnificados», advierte.

El presidente del sector, en este sentido, indica que la guerra comercial «beneficia a todas las empresas que fabrican en Europa, pero viendo la política comercial de Donald Trump, nos podríamos encontrar con que en cualquier momento pudiera aplicar aranceles a los productos de la Unión Europea, y eso sí que resultaría muy perjudicial para nosotros».

Respecto a lo que está sucediendo entre EE UU y China, José Antonio Pastor es de la opinión que «se trata de un conflicto de balanza comercial y de equilibrio, y veremos hasta donde llega esta situación que genera inestabilidad en el conjunto de los mercados y nos tiene a todos preocupados».

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