La caída de ventas viviendas que se produjo en la provincia durante el primer trimestre del año -con un descenso del 7,6%, según los datos de los registradores- no se ha trasladado, por el momento, a la actividad constructora. Por el contrario, el número de nuevas promociones que se ponen en marcha no deja de crecer. En concreto, según los datos divulgados hoy por el Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de la Edificación, entre los meses de enero y marzo se concedieron en la zona hasta 2.318 visados para el inicio de otros tantos inmuebles, lo que supone un incremento del 10,8% sobre el mismo periodo del año anterior.

En este sentido, cabe destacar que la mayor parte de la caída de las operaciones se concentró en la segunda mano y que los propios promotores aseguran que las ventas sobre plano -que no se reflejan en las estadísticas hasta que no se escrituran- siguen a buen ritmo, a pesar de la aparente ralentización del mercado. Así habrá que esperar a los próximos meses para ver qué sucede.

En cualquier caso, de momento, en el primer trimestre la actividad constructora siguió al alza en la provincia y, de nuevo, fueron Alicante y la Vega Baja los principales motores del sector, al aglutinar hasta el 71% de las viviendas iniciadas. "El territorio de la provincia manifiesta un comportamiento desigual, claramente diferenciado entre costa e interior, pero donde los diferentes tramos de litoral se comportan de la misma manera en el número de construcciones iniciadas", apunta el presidente de los aparejadores, Martín Pomares. Desde su punto de vista, "es cierto que un único trimestre no es significativo, pero da algunas pistas de cómo puede comportarse el conjunto del año en el sector de la vivienda".

Por comarcas

Por territorios, la comarca de la Vega Baja suma entre enero y marzo 1.005 viviendas nuevas, gracias al comportamiento más dinámico de municipios como Pilar de la Horadada con 296; Orihuela 248 y Guardamar del Segura con 186, "municipios vinculados al turismo de "sol y playa" y con un sector residencial muy desarrollado a lo largo de los años", según apuntan desde el Colegio. En la comparativa de estos municipios con respecto al primer trimestre de 2018, los crecimientos son superiores al del conjunto de la provincia. Es decir, Pilar de la Horadada crece un 23%, Orihuela un 27%, mientras que Guardamar se mantiene estable y en cifras similares al de 2018.

Alicante es el otro protagonista. La comarca de L’Alacantí registró el inicio de 645 viviendas, de las cuales 604 fueron en término municipal de Alicante. El crecimiento en la ciudad con respecto al trimestre de 2018 es del 7,7%.

El comportamiento de Elche en el sector de la construcción de la vivienda es diferente, según ha explicado Martín Pomares, puesto que entre enero y marzo se iniciaron 241 viviendas, el cuarto lugar en ranking de datos absolutos de construcción. "En principio nos resulta muy interesante el comportamiento de esta ciudad, porque, aunque sus cifras absolutas no son de las más voluminosas, el crecimiento es del 207% si comparamos los datos de este trimestre con los tres primeros meses de 2018", ha señalado el presidente del COAATIEA.

En el otro lado de la moneda se encuentran las comarcas de las Marinas, que ambas suman 321 viviendas iniciadas y las 101 que se ha comenzado en el Vinalopó y la Montaña, no recuperando posiciones con respecto a 2009, año de referencia del inicio de la crisis financiera y la contracción del sector de la construcción residencial.

Parálisis en el interior

En cuanto a la valoració de los promotores, el presidente de Provía, Antonio Fernández, aseguró ayer que el aumento de los nuevos proyectos responde a las buenas perspectivas que mantiene el sector y volvió a restar importancia a los datos de ventas del primer trimestre, que ve como una "estabilización" del mercado tras años de fuerte crecimiento. De hecho, se muestra convencido de que las operaciones volverán a crecer en los próximo meses.

Para Fernández, sin embargo, resulta mucho más preocupante que la actividad siga sin despegar en las zonas del interior, lo que achaca a la falta de una política real de VPO o de ayudas para que los jóvenes puedan acceder a una vivienda. Al respecto, alertó de que esto también puede estar influyento en el declive demográfico de estas poblaciones, por lo que reclamó que se pongan en marcha medidas cuanto antes.

También el presidente de los aparejadores llama la atención sobre esta falta de nuevas viviendas en el interior e, igualmente, recordó que en otras épocas la VPO había hecho de locomotora de arranque de la actividad.