Levantina, el gigante del mármol con sede en Novelda, acaba de nombrar a Alejandro Rodríguez-Carmona nuevo consejero delegado para comandar la nueva etapa de la compañía, después de que hace apenas un mes cerrase con acuerdo un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que ha supuesto el despido de 234 trabajadores, entre personal de las cinco plantas de Novelda, la cantera de Monte Coto y la factoría gallega de Porriño. Las primeras salidas de los empleados afectados, de hecho, comenzaron a finales de la pasada semana.

Rodríguez-Carmona sustituye a Andreas Fluhrer, que mantiene sus puestos de consejero y presidente del propio consejo de administración, cargos para los que fue designado en septiembre de 2018, en el primer caso, y en marzo de este año, poco antes de iniciarse el ERE, en el segundo. Este experto en procesos de reorganización y planes de viabilidad empresariales, según apuntaban entonces fuentes del sector, da el relevo, ahora, a Alejandro Rodríguez-Carmona. El nuevo ejecutivo cuenta con experiencia en transformación operativa y estratégica y en reestructuración financiera, según publica en su perfil de la red profesional Linkedin. Fuentes sectoriales apuntan que, además de su trayectoria en el ámbito financiero, Rodríguez-Carmona también cuenta con experiencia en el área industrial, tras haber sido asesor, entre otras, de compañías como Técnicas Reunidas, multinacional especializada en el diseño y la gestión de la ejecución de proyectos de plantas industriales.

Con esta designación, la marmolera con sede en Novelda ha vuelto a realizar un proceso de cambios en la cúpula ejecutiva. No en vano, este es el cuarto nombramiento en un año que realiza el fondo británico Bybrook desde que en mayo del pasado año se hiciera con las riendas de la compañía, tras ponerla a la venta los bancos acreedores, liderados por BNP.

Volver a la rentabilidad

El nuevo consejero delegado (CEO) fue nombrado para el cargo el pasado lunes 6 de mayo y uno de sus objetivos prioritarios será devolver a la empresa a la senda del crecimiento y la rentabilidad. Precisamente, el descenso de las ventas y el cierre de dos ejercicios consecutivos con pérdidas fueron dos de los motivos que la multinacional alegó para presentar el reciente ajuste laboral. Entonces, la empresa incidía en que Levantina «está gravemente afectada por una situación económico-financiera muy negativa, que ha supuesto pérdidas acumuladas desde 2016 por importe de 194 millones».

El plan de negocio que va a dirigir a partir de ahora el nuevo ejecutivo pasará por la reducción de la extracción en las canteras y del producto transformado para ajustar la oferta a la demanda del mercado, una decisión estratégica que supondrá una mejora de los precios. Mientras el nuevo consejero delegado toma las riendas de la marmolera y comienza a tomar decisiones para impulsar la comercialización, los trabajadores afectados por el ajuste laboral están saliendo ya de la compañía. Las dos primeras tandas se produjeron el pasado viernes y este lunes, que representan alrededor del 80% de los afectados. No obstante, las últimas salidas están previstas para finales de julio. También ha cesado la actividad de la factoría Novelda 1, como se planteó en el expediente de regulación.