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La Comunidad capta en tres años 700 millones de grandes inversores

La autonomía registró el pasado año 57 operaciones de capital riesgo por un valor de 232 millones de euros y se sitúa como la cuarta de España

Una vista de un polígono industrial de la provincia de Alicante.

La Comunidad Valenciana, en línea con la mejora de los datos de inversión extranjera de los últimos tiempos, está presentando también buenas cifras de captación de capital por parte de grandes inversores. En los últimos tres años, la autonomía ha recibido 707 millones en operaciones procedentes de firmas de capital privado, según datos de la Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión (Ascri).

Atendiendo al adelanto del informe de 2018, la autonomía se mantiene estable en cuanto al volumen económico de estas operaciones. En 2016, se movieron 242,2 millones procedentes de operaciones de private equity y venture capital; un año después fueron 232,7 millones, y este pasado 2018, se han inyectado 232,1 millones en 57 inversiones.

En este sentido, lo que sí crece es el número de movimientos de capital, ya que prácticamente se duplica el número de inversiones (no se trata necesariamente de operaciones, ya que dentro de una compra se pueden realizar varias inversiones).

En el conjunto español, la Comunidad Valenciana ocupa la cuarta posición, por detrás de Madrid, que absorbe 2.693 millones, el 44,7% del total; Cataluña, con 1.756 millones y País Vasco, con 609,3 millones.

Según apuntó el presidente de Ascri, Miguel Zurita, durante el congreso anual de esta entidad que agrupa a gestores de fondos de capital riesgo privados, se trata de un récord histórico. Durante el primer trimestre de este 2019, el sector de Venture Capital & Private Equity invirtió un volumen de 1.512 millones, un 49% más que en el mismo periodo de 2018. Los sectores que más volumen de inversión privada concentraron el pasado ejercicio fueron Energía y Recursos Naturales, casi el 20%; Comunicaciones, el 17%; y Otros Servicios, con el 16% de los 6.013 millones que la asociación invirtió en España.

De ese total, el 76% corresponde a fondos internacionales, que aportaron en inversiones 4.582 millones y durante el ejercicio se cerraron nueve megaoperaciones de más de 100 millones, mientras que los fondos privados españoles desembolsaron 1.376 millones en 503 operaciones y los fondos públicos estatales los restantes 54,6 millones en 120 inversiones.

Lo cierto es que diferentes sectores de la Comunidad Valenciana llevan tiempo instalados en el radar de los grandes inversores, y se están produciendo importantes operaciones corporativas. Es el caso de la cerámica, donde firmas como Lone Star han realizado compras, o también el sector químico, con operaciones como la de la valenciana Químicas Oro por parte de fondo francés.

También empresas como HIG se ha hecho con joyas industriales como Royo Group; Lladró, por parte de PHI; Miura ha entrado en firmas de restauración (Saona) o tecnológicas (EfectoLed), un sector en el que el grupo estadounidense Carlyle se ha hecho con parte del fabricante de maquinaria para el textil Jeanologia. Del sector citrícola, gigantes como Martinavarro o Bollo han sido participadas por fondos de inversión como Miura o Proa Capital.

Este reguero de operaciones se alinea también con el interés de grandes grupos industriales multinacionales, que ven oportunidades de crecimiento en este mercado mediante la adquisición de firmas de esta autonomía. Además de en la cerámica (Endeka, Megacolor, Keraben), empresas proveedoras del sector agrario como Tecnidex o Agro2Agri también han acabado en manos extranjeras.

No obstante, en el caso concreto de Alicante, según los expertos, el problema ahora mismo llega desde el punto de vista de la oferta, es decir, de las compañías que se muestran dispuestas a escuchar ofertas. Algo que se debe al gran peso que tienen en la zona las empresas familiares, cuyos propietarios son más reticentes a este tipo de movimientos que aquellas que están en manos de otros fondos o de inversores institucionales.

Así, por ejemplo, de las grandes operaciones que han transcendido en la provincia de Alicante en los últimos dos años, en sólo dos ocasiones fueron los propietarios originales las que vendieron parte del capital a un nuevo socio institucional. Se trata en concreto, de la entrada de Corpfin en la división turística del Grupo Marjal, que lideran Francisco Gómez y Javier Fur; y el desembarco del fondo Portobello en la rent-a-car de la familia Devesa, Centauro.

En el resto de casos, ha sido un fondo el que ha comprado la participación de otro fondo, como ha ocurrido en la firma de gestión de impuestos GTT, donde GED compró la participación que tenía Realza; o en Goldcar, donde la francesa Europcar se hizo con los títulos de Investindustrial.

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