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Y abre la puerta a que haya tres

La Cámara enviará a dos mujeres al consejo autonómico

José Juan Fornés y Antonio Arias dejarán sus puestos a Sonja Dietz y María Jesús Arias

Sonja Dietz.

Dos de las cinco vocalías que tiene la Cámara de Comercio de Alicante en el Consejo de Cámaras de la Comunidad Valenciana serán para mujeres, incluso puede que al final solo acabe habiendo dos hombres. Así lo acordó la institución cameral, que ayer celebraba comité y pleno. Fue en ese marco en el que se tomó la decisión de que salieran el CEO de MasyMas, José Juan Fornés, y el consejero delegado de Vectalia, Antonio Arias, aunque la semana pasada se planteó que en lugar del vicepresidente de la Cámara fuera el tesorero, Armando Sala, el que dejara su plaza. En su lugar, entrarán Sonja Dietz, presidenta del Cercle Empresarial de la Marina Alta (Cedma), que es vocal del pleno de la Cámara por la cuota de la patronal CEV, tal y como estaba previsto desde la semana pasada, y María Jesús Arias, que está en la institución cameral por Vectalia Oil. Así, les acompañarán, además de Juan Riera como presidente de la Cámara, Armando Sala y Guillermo Moreno.

La tercera plaza podría ser para Pepa Garri, de la federación del comercio Facpyme, y que también es vocal por la CEV. De hecho, fue junto al de Sonja Dietz uno de los nombres que se puso sobre la mesa hace unos días. En este sentido, el vicepresidente segundo de la Cámara, Carlos Baño, se ofreció a ser el tercer hombre que salte del listado inicial de vocales del consejo autonómico, en caso de que Garri acepte esa plaza. Este último cambio no se pudo materializar ayer, ya que la vicepresidenta de Facpyme no pudo asistir a la reunión.

Estos cambios llegan después de que el director general de Comercio, Natxo Costa, enviara un requerimiento al presidente del Consejo de Cámaras, José Vicente Morata, reprendiéndole por la falta de paridad en el pleno, haciendo hincapié en que Alicante no había propuesto a ninguna mujer.

Costa también remitió una carta a Riera afeándole que no hubiera ninguna mujer en el comité de la Cámara alicantina. En este caso, lo que se ha acordado es responder al requerimiento, a priori, poniendo el acento en las dificultades que puede suponer hacer cambios en un órgano que es elegido por votación en el pleno.

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