Donde las dan, las toman. Eso es lo que más o menos han debido pensar en la Cámara de Comercio de Alicante. Hasta el punto de que ayer se la devolvieron al Consell. La Institución Ferial Alicantina (IFA) celebraba su comité de dirección. Como es habitual en este tipo de reuniones, el primer punto se centraba en la lectura y aprobación del acta de la sesión anterior, la del pasado 1 de abril, en la que, casualidades, se recogían las nuevas designaciones de vocales en el comité de dirección, tras la readaptación de los estatutos. Todos los nombramientos, incluidos los de la Conselleria de Economía. Y ahí surgió la oportunidad. El acta dejaba en evidencia al Consell: podía designar a cuatro personas y había optado por cuatro hombres.
El vicepresidente segundo de la Cámara, Carlos Baño, a la sazón, vocal en el comité de IFA, la cazó al vuelo. El director general de Comercio, Natxo Costa, vocal nato en ese mismo comité y autor del escrito en el que reprendía a la Cámara de Alicante y al Consejo de Cámaras de la Comunidad por la falta de paridad, entraba a la reunión de la institución ferial por teléfono. Carlos Baño se lanzó al ruedo y fue a por Natxo Costa. Le vino a preguntar que cómo era posible que la Conselleria no hubiera incorporado a ninguna mujer como vocal, cuando en este caso, al contrario de lo que sucede en el comité de la Cámara, se trata de una designación directa. La retranca con la que planteó la pregunta debió ser más que evidente.
Se hizo por unos segundos el silencio... Hasta que Costa respondió que sí, que tenía toda la razón, pero que lo que se había hecho el pasado 1 de abril era ratificar a las personas que ya había porque las elecciones estaban a la vuelta de la esquina, que cuando se hicieron esos nombramientos el marco regulatorio era otro y que, en cualquier caso, la paridad es el criterio que marca los nombramientos en la Conselleria en estos momentos. Natxo Costa había encajado bien el golpe, aunque tampoco tenía más remedio. Había reprendido a la Cámara por algo que la Conselleria también se había saltado en IFA, como le había recriminado el empresario de Tescoma. Sin embargo, los argumentos no acabaron de convencer, entre otras cosas, porque los requerimientos dirigidos al presidente de la Cámara, Juan Riera, y al del Consejo de Cámaras, José Vicente Morata, se remitían a la ley autonómica de 2003 y a la nacional de 2007.
Sea como sea, la cuestión se acabó cerrando con la cordialidad más absoluta. Eso no quita para que la situación pusiera en evidencia el malestar que han generado las dos misivas en el seno de la Cámara alicantina. De un lado, la dirigida a Morata a finales de marzo, en la que le recriminaba la falta de paridad en el pleno del consejo autonómico, integrado por 20 vocalías, de las que cinco son de los presidentes de cada una de las cámaras de la Comunidad, y las 15 restantes son nombradas por los diferentes plenos. En este sentido, la advertencia era clara: solo había cuatro mujeres, y, en concreto, una de Castellón y tres de Valencia. Ni una sola por Alicante, que proponía a cinco hombres para sus cinco plazas. Por eso, Natxo Costa le instaba a Morata a que modificara la designación planteada. Por otra parte, en la segunda misiva, la enviada a Riera, le afeaba que en el comité ejecutivo de Alicante los hombres ocuparan las nueve plazas que hay, tras las renuncias de Isabel González y Rosana Perán, y le instaba a que modificara la composición de su máximo órgano de gobierno, para que, al menos, las mujeres representaran el 40%.
No obstante, parece que el lunes la Cámara acabará rectificando, y cambiará la propuesta de sus cinco vocales para el consejo autonómico, de forma que puedan entrar dos mujeres. Otra cosa es lo que ocurrirá con el comité de la Cámara. Se ve muy complicado, por no decir imposible. Entre otras cuestiones, porque los representantes en el comité son vocales que han presentado su candidatura y que han sido votados por la asamblea. A ello se une que, en los dos últimos casos, el de José Juan Fornés y el de Miguel Quintanilla, no hubo otras alternativas. Finalmente, se ve difícil que, con lo movidas que han sido las últimas renovaciones, alguno de los vocales del órgano directivo acabe renunciando para que entre una mujer.
Cambio de paso con los vocales del consejo autonómico
La propuesta inicial lo que contemplaba es que, además de Riera, que entraba por ser el presidente de la Cámara, estuvieran en el pleno del consejo de la Comunidad Antonio Arias, Carlos Baño, Armando Sala, Guillermo Moreno y José Juan Fornés. Ahora, tras el requerimiento del departamento de Rafa Climent, parece que entrarán Pepa Garri, de Facpyme, y Sonja Dietz, del Cercle Empresarial de la Marina Alta. Saldrían, si al final no hay cambios, Armando Sala y José Juan Fornés.
