Nueve personas integran el comité ejecutivo de la Cámara de Comercio de Alicante. Y, en estos momentos, no hay ni una mujer. Primero José Juan Fornés, CEO de Masymas, cubrió la plaza de Isabel González, que dejó la dirección del Hotel Meliá Alicante para asumir la del Meliá Palma Marina. Recientemente, Miguel Quintanilla, CEO de Grupoidex, entró tras la baja que causó Rosana Perán, expresidenta de CEV Alicante, que justificó su marcha en motivos profesionales. El resultado: nueve hombres en las nueve plazas de las que se compone el máximo órgano de gobierno de la Cámara de Alicante. Algo que no ha pasado desapercibido para la Conselleria de Economía. Tanto es así que, según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, el director general de Comercio, Natxo Costa, ha enviado un escrito al presidente de la institución cameral alicantina, Juan Riera, en el que le reprende por esta situación y, además, le requiere cambios para que haya una presencia equilibrada de hombres y mujeres.
Sin embargo, la cosa no se ha quedado ahí. Hay otra misiva, ésta dirigida al presidente del Consejo de Cámaras de la Comunidad, José Vicente Morata, en la que también le da un tirón de orejas por lo mismo: por la falta de paridad. En este caso concreto, porque de las 20 personas que formarán parte del pleno del consejo autonómico, y si se descuenta a los cinco presidentes de cada una de las cámaras de la Comunidad, quedan quince plazas, y de ellas sólo hay cuatro mujeres: una de Castellón, que tiene dos puestos; tres de Valencia, que cuenta con ocho plazas; y ninguna mujer de Alicante, que dispone de cinco vocalías, lo que parece haber acabado de encender las alarmas en la Conselleria de Economía. Natxo Costa insta, pues, a Morata a que modifique la relación que envió hace unas semanas la directora general del Consejo de Cámaras con las personas que integrarán el pleno autonómico.
Una composición equilibrada
En el primer documento, el dirigido a Riera, desde Comercio admiten que la designación de los miembros del comité ejecutivo corresponde al pleno y que, de hecho, en el reglamento de las instituciones camerales, no se plantea más limitación que la de ser miembro del órgano asambleario. No obstante, el escrito apostilla que en esa misma normativa se recoge de forma expresa que tanto las cámaras como el consejo deben fomentar la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, y que deben promover una composición equilibrada en sus órganos y cargos de responsabilidad. Apuntala estos argumentos, además, con lo que marcan las leyes de ámbito autonómico y nacional en esta materia, y dejando claro que, tal y como detalla la normativa, la presencia de mujeres debe suponer como mínimo en el 40%. Los razonamientos prácticamente son calcados en el requerimiento remitido a Morata.
Con un rotundo predominio de hombres en el pleno
- El pleno de la Cámara de Comercio de Alicante está compuesto en estos momentos por 60 vocalías, de las que 49 las ocupan hombres y once mujeres, lo que en términos porcentuales representa en torno a un 18%. Además, hay diez vocales asesores más, y, entre ellos, sólo hay una mujer. El predominio de los hombres es bastante evidente. Las mujeres se concentran fundamentalmente en el grupo de Turismo y Hostelería, y en las vocalías designadas por la patronal CEV.
A expensas de lo que se acuerde
Ante este escenario, y pese a que la cartas salieron del departamento de Rafa Climent a finales de marzo, aún no se ha movido ficha. La idea en la Cámara de Comercio de Alicante es ver en el comité y en el pleno que se celebran el próximo lunes qué pasos se siguen: si se contesta a este requerimiento y en qué sentido, tanto por lo que respecta al comité ejecutivo como por lo que toca a las personas que representen a Alicante en el consejo autonómico. En cualquier caso, lo cierto es que no es una carta que haya caído especialmente bien. Sin ir más lejos, en círculos empresariales lo que se sostenía ayer es que, al final, los cargos del comité no se designan, sino que se presentan candidatos que luego se eligen en el pleno. «¿Obligamos a alguien a presentarse? ¿Manipulamos unas elecciones?», sostenía alguna persona ayer a mediodía.
Por su parte, Natxo Costa se limitaba a decir que «no se está cumpliendo con la normativa, aunque entendemos que es por un error que se puede subsanar». En esta línea, ponía el acento en que hoy por hoy en su departamento no contemplan otra opción que no sea corregir esa situación, tanto en el comité ejecutivo de la Cámara de Comercio de Alicante como en el pleno del Consejo de Cámaras de la Comunidad. Por eso, por ahora, no especuló con los escenarios que se pueden abrir en caso de que no haya ningún cambio. Una modificación que desde la Conselleria entienden que debería suponer que tanto en un órgano como en el otro las mujeres supongan como mínimo el 40% que fija la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Hombres y Mujeres.
De momento, las amonestaciones por escrito a la Cámara de Comercio de Alicante y al consejo autonómico están ahí. Qué hará la entidad que preside Juan Riera se sabrá el lunes. Con un matiz: ese comité y ese pleno se celebrarán justo el día después de las elecciones generales y, sobre todo, de las autonómicas.
«Las mujeres tienen que dar un paso al frente para estar representadas»
A las mujeres todavía les cuesta dar un paso al frente para estar en la primera línea de las organizaciones empresariales, y hay hombres que tampoco hacen demasiado para que se decidan, aunque, poco a poco, las cosas empiezan a cambiar. Ésa es la conclusión a la que se remitían ayer por la tarde algunas de mujeres empresarias y directivas de la provincia. No obstante, por encima de todo, dejaban claro que ellas están igual de preparadas que los varones para estar en puestos de responsabilidad. Sin ir más lejos, la presidenta de la Asociación de Empresarias, Profesionales y Directivas de Alicante (AEPA), María José Bernabeu, lamentaba que no hubiera mujeres en el comité de la Cámara, pero, sobre todo, lamentaba que fuera así porque no se había presentado ninguna mujer. «No había mujeres entre las que elegir. Por eso, es importante que en este tipo de organizaciones haya mujeres que den un paso al frente para que estén representadas», destacaba. No obstante, eso no quita para que pusiera como ejemplo a la patronal CEV, en la que está integrada su asociación. De hecho, en la actualidad, de las vocalías que tiene la CEV en la Cámara, cuatro son de hombres y cuatro de mujeres. Hasta el extremo de que, tras la dimisión de Rosana Perán, y para mantener el equilibrio, entró Miguel Quintanilla, pero también María José García Muriel por Juan Antonio Mendivil, estos dos últimos de Iberdrola. ¿Y por qué las mujeres no acaban de dar el paso? La vicepresidenta de la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante (Aefa), Maite Antón, no lo dudaba. «Las mujeres estamos igual de preparadas que los hombres, pero hacen falta más cambios en la sociedad en su conjunto. La mujer muchas veces tiene sus responsabilidades profesionales y también se tiene que dedicar a la familia, aunque afortunadamente todo está cambiando, y cada vez hay más parejas que entienden que es una cuestión de los dos», afirmaba.
