Canopy Growth Corporation, la mayor compañía del planeta especializada en el cultivo y comercialización de cannabis, anunció ayer la compra de la firma alicantina Cáñamo y Fibras Naturales SL (Cafina), que desde 2014 se dedica a la producción de esta planta en la Vega Baja, en concreto en Catral. Una operación con la que la multinacional canadiense pretende «expandir su huella de producción europea en una de la regiones de cultivo más idóneas del mundo», según el comunicado difundido por la propia compañía, que ya cuenta con otros centros de producción en Dinamarca y Alemania, entre otros lugares del continente.
El origen de Cafina está en la iniciativa de un grupo heterogéneo de emprendedores, muchos de ellos jubilados, que decidieron recuperar la tradición del cultivo del cáñamo, que antiguamente tenía una gran presencia en el sur de la provincia, donde se aprovechaba para hacer redes, cuerdas, alpargatas o hilos, entre otros usos. Sin embargo, en la actualidad el principal uso de esta planta es para desarrollar productos medicinales y químicos, en los que se centra la compañía alicantina.
Hasta hace poco sólo podía utilizar variedades que contuvieran menos de un 0,2% de tetrahidrocannabinol (THC) -el agente químico que provoca las alteraciones psicológicas al consumirlo-, pero en noviembre del año pasado obtuvo autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos de la Salud para cultivar especies con mayor porcentaje de esta sustancia, lo que disparó el interés de las multinacionales que han surgido en el sector. La mayoría de estas firmas están radicadas en Canadá, donde es legal el consumo recreativo de marihuana, lo que ha fomentado la creación de toda una industria a su alrededor. Eso sí, en el caso de Cafina la licencia sólo es para cultivos con fines farmacológicos o cosméticos -los denominados productos CBD, que incluyen desde cremas antiinflamatorias a productos de nutrición- o bien para investigación.
Canopy señaló que el actual consejero delegado de Cafina, Xavier Delas Martínez, seguirá al frente de la compañía, en la que tiene previsto inyectar una importante cantidad de dinero que no ha desvelado para «escalar» su producción.
Entre los fundadores de la firma ahora adquirida están el exprofesor de Topografía de la Universidad Miguel Hernández Joaquín Parra; el presidente de la Asaja-Jóvenes Agricultores, Eladio Aniorte; el empresario farmacéutico Eliseo Quintanilla; el ingeniero industrial Pascual Gómez; y el propietario de Agropaco, Francisco Mora. Cafina se incorporó en diciembre de 2017 al Parque Científico de la Universidad de Alicante.
