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Solvia se busca la vida para su futuro fuera del Sabadell

La inmobiliaria cierra un acuerdo para comercializar hipotecas de Bankinter entre sus clientes

Una de las Solvia Store que la inmobiliaria tiene en Alicante.

Aunque oficialmente aún son propiedad del Sabadell, los responsables de Solvia ya empiezan a mirar un poco más allá, al momento en que Competencia dé su visto bueno definitivo a su venta y la inmobiliaria abandone el perímetro del banco para convertirse en propiedad mayoritaria del fondo noruego Intrum. Solo así se entiende que el «servicer» acabe de cerrar un acuerdo para empezar a ofrecer a sus clientes hipotecas de la competencia, en concreto de Bankinter.

Desde la compañía aclaran que esto no supondrá que dejen de vender los créditos de su todavía principal accionista -compatibilizará ambas ofertas en su cartera de productos- pero sí da una idea de que la firma que lidera Javier García del Río ya piensa más en su propio beneficio y en mejorar su negocio, que en el conjunto del grupo. Al fin y al cabo, como recuerdan, se trata de una compañía «independiente», que toma sus propias decisiones.

Lo cierto es que hace ya tiempo que Solvia dejó de ser una simple herramienta con la que evacuar los inmuebles que se adjudicaba el Sabadell -en realidad, los de la CAM, ya que la firma tiene su origen en Mediterranean, la filial que creó la caja alicantina con este mismo objetivo- para convertirse en uno de los operadores más destacados del sector inmobiliario nacional. Los responsables de la entidad presidida por Josep Oliu pronto comprendieron que la mejor forma de crear valor -y, por tanto, poder venderla algún día con beneficios- era dejarla volar y que aprovechara los conocimientos desarrollados con la gestión de la cartera propia para ofrecer sus servicios a otro tipo de clientes.

De esta forma, empezaron a captar negocio entre los inversores que compraban paquetes de activos aprovechando los precios de saldo que dejó el estallido de la burbuja y se adjudicaron uno de los contratos más jugosos en que la Sareb dividió la administración de los créditos y los inmuebles que recibió de las cajas intervenidas. También fue uno de los primeros «servicers» en apostar por desarrollar nuevas promociones para dar uso a los solares que los bancos acumularon por los impagados de muchos promotores y ofreció este mismo servicio «llave en mano» a otros operadores.

A por los particulares

En estos momentos, una de las principales líneas de negocio por las que está apostando Solvia es la intermediación de las compraventas entre particulares que, al fin y al cabo, suponen tres cuartas partes de las transacciones que se realizan y, por tanto, es donde realmente están los márgenes del negocio. Es esta apuesta la que le ha llevado, por ejemplo, a crear una red de inmobiliarias físicas, que ya cuenta con casi 60 establecimientos. Y también es en esta línea de negocio en la que se inscribe el acuerdo con Bankinter, uno de los operadores más agresivos en el segmento hipotecario en estos momentos.

En el Sabadell la decisión no ha sido una sorpresa y, de alguna forma, entienden que la compañía debe buscar nuevas vías de ingresos, más allá de las que le reporta la gestión de los activos del banco que, de hecho, cada vez suponen un porcentaje más pequeño del negocio. Entre otras cosas, porque la entidad cada vez tiene menos ladrillo en su balance, sobre todo tras la venta el pasado año de varias carteras en bloque que, eso sí, seguirán bajo gestión de Solvia con sus nuevos propietarios.

Una compañía muy rentable

Sea como fuere, la estrategia de los responsables del banco ha dado buen resultado, ya que Solvia es una de sus filiales más rentables. En los últimos cuatro años la compañía ha ganado más de 110 millones de euros, lo que justifica la valoración 300 millones que se le dio para la venta del 80% de su accionariado al citado fondo noruego. Una operación que permitirá al Sabadell anotarse unas plusvalías de 138 millones en sus estados financieros consolidados, que la entidad utilizará para reforzar su capital.

Desde Intrum aún no han desvelado sus planes para la firma pero todo apunta a que mantendrán a sus gestores. Entre otras cosas, porque es su experiencia y el «know how» de la compañía lo que más han valorado. No obstante, también hay que recordar que el fondo sueco ya posee otra inmobiliaria, Casaktua, y está por ver si las mantendrá independientes o apuesta por algún tipo de integración.

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