La nueva reunión de la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) planteado por Levantina acabó ayer sin acuerdo. Empresa y sindicatos se mantuvieron en sus posturas. Los representantes de los trabajadores insisten en que se apliquen medidas menos traumáticas que los despidos, como suspensiones temporales de empleo, mientras que la empresa sigue considerando que esta fórmula no se ajusta al proyecto de reducir la producción que necesita la empresa, paralela al recorte de plantilla, para afrontar el futuro de la compañía marmolera, referente del sector en España y que tiene su sede central en Novelda.
En la reunión de este martes, la empresa planteó reducir el número de despidos en 35. Es decir, bajar de los 307 iniciales a 272, entre las plantas de Novelda, la cantera de Monte Coto y la factoría gallega de Porriño. Un recorte que los trabajadores consideran insuficiente, al igual que la oferta de indemnización que ayer puso sobre la mesa de negociación. Según los sindicatos, «la empresa propone indemnizar las bajas con 23 días por año trabajado hasta un tope de 13 mensualidades. Y eso es inasumible», aseguraba ayer Miguel Ángel Mira, de CC OO.
Ante esta especie de bloqueo al que han llegado ambas partes, el avance en la negociación del ERE queda, de momento, en manos de la mediación del Tribunal de Arbitraje Laboral (TAL) en donde está citados el próximo lunes. Allí tendrán, también, una nueva oportunidad de acercar posturas con nuevas propuestas.
Jornada de huelga
La cita con el TAL ya estaba prevista días antes, dado que los sindicatos habían comunicado a la empresa la celebración de una jornada de huelga el próximo martes en las plantas de Novelda. Una jornada en la que también está previsto que se realice una manifestación en esta población marmolera, según informó Pascual Gosálvez, del Colectivo de Trabajadores (Asociados). El municipio, junto a otros del Medio Vinalopó, están muy vinculados a la industria de la piedra natural y, recientemente, han reclamado el apoyo de la Administración autonómica para impulsar esta actividad.
El ajuste planteado por la multinacional del mármol, controlada por el fondo británico Bybrook, afecta a trabajadores de las cinco plantas instaladas en Novelda y de la cantera de Monte Coto, además del cierre de la factoría 1.
Cuando el gigante del mármol planteó el Expediente de Regulación de Empleo, fuentes de la empresa subrayaron que Levantina presentaba el plan de reestructuración «con el objetivo principal de garantizar la viabilidad del grupo, mantener la actividad y el mayor número de empleo posibles». Igualmente, añadieron que el grupo «se ha visto gravemente castigado, al igual que el conjunto de sector, por el desplome de la construcción en los años de crisis y el hundimiento de las exportaciones, que ha llevado al cierre de numerosas empresas». Además, incidieron en que Levantina «está gravemente afectada por una situación económico-financiera muy negativa, que ha supuesto pérdidas acumuladas desde 2016 por importe de 194 millones».
