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Reportaje

El subsidio se anticipa tres años

El decreto del Gobierno que fija en los 52 años la edad para percibir la prestación especial para parados de larga duración podría llegar a 6.000 alicantinos

El subsidio se anticipa tres años efe

El último «decreto social» del Gobierno que recupera el subsidio de desempleo para los parados mayores 52 años, frente al aumento hasta los 55 que impuso la reforma laboral, ha creado muchas expectativas entre los desempleados alicantinos con esa edad que hace tiempo que no encuentran un trabajo y que han agotado todas las prestaciones sociales. En la provincia, hay actualmente 5.750 desocupados de entre 50 y 54 años que sólo perciben ayudas asistenciales, y parte de ellos encajarían, a priori, en el perfil para ser potenciales beneficiarios de este subsidio, cuya cuantía se sitúa en los 430,27 euros mensuales.

No obstante, la cifra podría ser superior, si se tiene en cuenta que en Alicante un 46,7% de los parados no percibe prestación alguna. Con datos del mes de enero, en Alicante había 72.150 desempleados sin cobertura social, de un total de 154.391 parados inscritos en los Servicios Públicos de Empleo, por lo que los sindicatos interpretan que entre estos desocupados también habría posibles beneficiarios del subsidio con 52 años, «pero los datos no están desagregados por edades concretas, lo que dificulta hacer una estimación del alcance», coinciden en UGT y en CC OO.

Mejoras de cara a la pensión

Los sindicatos están recibiendo en los últimos días reiteradas consultas por parte de desempleados con 52 años que quieren conocer si cumplen con los requisitos exigidos y si, finalmente, podrían acceder a la ayuda. El decreto entra en vigor el 1 de abril, al igual que la ampliación del permiso de paternidad. «Pero están surgiendo muchas dudas sobre la interpretación de algunas exigencias para acceder al subsidio, y la Administración tiene que ir aclarándolas, dada la inminencia de la aplicación de la medida», apuntaba Yaissel Sánchez, secretaria territorial del sindicato UGT en l'Alacantí-La Marina. Pese a ello, de entrada, las organizaciones sindicales valoran de forma positiva la recuperación del subsidio para mayores de 52 años, ya que atenderá a más parados de larga duración que hace unos años, además de que la cobertura se alarga hasta la edad ordinaria de jubilación (ahora está hasta la primera posible de jubilación anticipada). Igualmente, destacan, entre otros aspectos, que para el acceso al subsidio sólo contarán los ingresos del desempleado y no los de la unidad familiar, como antes, según destacaban José María Ruiz Olmos, responsable de Empleo en CC OO de l'Alacantí-Les Marines, y Yaissel Sánchez. Pero entre todas las mejoras, subrayan el hecho de que ahora la cotización por desempleo se eleva al 125% de la base mínima, mientras que antes era del 100%, «por lo que las personas van a ver mejorada la cuantía de su pensión en el futuro», subraya Yolanda Díaz, de UGT.

«Ahora vivo sin ingresos»

María, nombre ficticio, es una alicantina de 52 años que no cobra actualmente ayudas del paro, porque se encuentra en el periodo de descanso de la percepción de la Renta Activa de Inserción (RAI). De forma habitual, esta es una de las asistencias mínimas que se cobra, después de haber agotado la prestación contributiva, que está ligada a la cotización, y el subsidio.

«La RAI la percibes durante once meses, pero luego descansas otros tantos. A mí me toca renovarla en octubre, por lo que ahora vivo sin ingresos», aunque tiene cubiertas las necesidades de alimentación por la despensa social. «Pero ya se me están acabando los plazos», aseguraba. María acudió recientemente a los servicios de empleo para informarse de los requisitos pero no le quedaron claras las condiciones exigidas. Los sindicatos insisten en que aún existen dudas de interpretación sobre algunos aspectos y confían en que estas se vayan resolviendo para cuando el nuevo decreto entre en vigor.

Seis años cotizados

Como regla general, la condición sobre el periodo de cotización exigido es que el desempleado cuente con seis años cotizados, como mínimo, durante toda su vida laboral, según se desprende de la información publicada en la página de los Servicios Públicos de Empleo (Sepe), explican los sindicatos. Así, María ya no encajaría, a priori, con el perfil de los potenciales beneficiarios.

Aunque tiene la edad, en su vida laboral apenas tiene dos años y tres meses cotizados, según cuenta. Y esto es así, porque normalmente ha tenido contratos de sustituciones, y en la época en que estaba casada rompió con su dinámica laboral para dedicarse a su familia. «Eran otros tiempos», comentaba.

También puso en marcha en el año 2013 un negocio como trabajadora autónoma, pero apenas llegó a aguantar un año, «porque no podía asumir los gastos». Ella lleva años separada y vive sola. María intentará volver a enterarse bien de todos los requisitos para ver si cumple otros o existen especificidades que se ajusten a sus circunstancias.

Requerimientos generales

-Tener 52 años y estar inscrito como demandante de empleo. «El decreto permite que el interesado pueda tramitar la petición de la subvención poco antes de tener 52 años, para poder percibirla cuando cumpla la edad», incidían en UGT.

-Haber cotizado al desempleo, al menos, seis meses; y no tener ingresos brutos superiores al 75% del SMI al mes. Sólo se consideran las rentas de las personas, no las de la unidad familiar.

-Duración hasta la fecha ordinaria de jubilación.

-Los requisitos se deben mantener durante todo el periodo de cobro.

-El decreto incluye otras exigencias para situaciones específicas.

Más beneficiarios de ayudas asistenciales

Desde los años de la crisis, las prestaciones por desempleo que más han ido aumentando en número de beneficiarios han sido las asistenciales, ya que conforme los parados iban agotando la contributiva, ligada al periodo de cotización, y seguían sin encontrar un trabajo, accedían, en un primer momento, al subsidio y, después, a la Renta Mínima de Inserción (RAI), consideradas ambas como las ayudas de emergencia o asistenciales. Además, se encuentra el Programa de Activación por el Empleo (PAE), que se incorporó al sistema de protección social en los peores años de la crisis para los parados de larga duración, si bien los requisitos se fueron endureciendo con los años, por lo que ahora hay muy pocos beneficiarios. Concretamente, en estos momentos en Alicante son 17 personas las que cobran esta ayuda. El grueso, sin embargo, lo conforman las prestaciones asistenciales. De los 80.718 alicantinos que en febrero percibían una ayuda del paro, sólo 35.487 cobraban la contributiva, mientras que 36.923 estaban inscritos en el subsidio asistencial y 8.291, en la RAI. Es decir, que estas dos últimas suman más que la prestación contributiva. Para los sindicatos, esta evolución de las ayudas evidencia las duras consecuencias de la crisis y de las altas cifras de paro, que han colocado a muchos alicantinos en una situación «cronificada» como parados de larga duración que dependen de ayudas mínimas para sobrevivir, ante la falta de oportunidades laborales que aún ofrece el mercado de trabajo, pese a que la recuperación ha impulsado el empleo, coinciden UGT y CC OO. Además, del total de perceptores, un 54,3% son mujeres.

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