La época de competir en costos ya ha pasado. En un mundo globalizado como el actual, las empresas que quieran sobrevivir deben apostar por la diferenciación, a través de la innovación, y para ello es indispensable que se valgan del conocimiento que acumulan las universidades. Ése fue el mensaje principal que el presidente de Caja Rural Central, Manuel Ruiz, quiso transmitir ayer a los asistente a la presentación del dosier «La economía alicantina tras la Gran Recesión», que ha editado INFORMACIÓN y el Instituto de Economía Internacional de la UA, en colaboración con la entidad oriolana.

Un mensaje que cobra especial relevancia si se tiene cuenta, como recordó el presentador del acto, el director del Club INFORMACIÓN, Toni Cabot, que procede del máximo responsable de una caja que este año celebra su centenario y que ha logrado sobrevivir sin problemas a la crisis que ha arrasado buena parte del sector financiero a nivel nacional e internacional.

Ruiz comenzó su intervención con un guiño a los empresarios -que suponían buena parte de la audiencia que se congregó en el Hotel Palacio Tudemir para asistir al evento-, a los que definió como aquellas personas «capaces de ver oportunidades y nichos de mercado donde los demás ni siquiera miramos».

El presidente de Caja Rural Central recordó entonces la teoría económica que señala que «las dos grandes estrategias que hacen posible la supervivencia y el desarrollo de una empresa son la diferenciación y la eficiencia en costos», y que ésta última viene condicionada por la estructura «mínima» que necesita una empresa para desarrollar su actividad, que no se puede reducir, y por las técnicas que utiliza. Por eso, recalcó que, en su opinión, es la diferenciación lo que realmente permite que «el mercado te valore y te considere distinto de los demás competidores».

Ruiz reconoció que afirmar esto es más «fácil» que llevarlo a la práctica y, sobre todo, que conseguir que los posibles clientes lo interpreten de esta forma. Especialmente, «en unos tiempos de globalización y donde las noticias se extienden al mundo entero en cuestión de minutos». Así, apuntó, los empresarios ya no pueden servirse únicamente de su intuición, su capacidad de emprendimiento o su propia visión de las cosas para garantizarse el éxito. «Ya no solo vale su I+D privado, es necesario complementarlo, reforzarlo con más investigación, con más conocimientos, con más información económica del sector o sectores en los que se trabaja, con más prospectiva para intentar vislumbrar el futuro», apuntó el responsable financiero, durante su intervención. En definitiva, animó a los presentes a invertir más en investigación, desarrollo e innovación.

Y fue en este punto en el que quiso poner de relieve el papel que, a su juicio, deben jugar las universidades para contribuir en esta estrategia. «La Universidad es donde está el conocimiento, la investigación y la capacidad de aplicarlo al exterior y ponerlo al servicio de la sociedad a través de las instituciones y del tejido empresarial», concluyó para dejar claro que ése es, precisamente, el motivo que ha llevado a la entidad a colaborar en la edición del dosier sobre la economía alicantina.

El alcalde de Orihuela reivindica el papel de la ciudad en la economía provincial

El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, reivindicó ayer el papel «estratégico» que juega la ciudad en la economía provincial y del conjunto de la Comunidad por su situación geográfica -enclavada en el centro de las áreas metropolitanas de Alicante, Elche, Murcia y Cartagena, que agrupan a cerca de dos millones de personas-, pero también por el peso que tiene el sector agroalimentario de la zona, convertida en un referente «nacional e internacional» de esta actividad. Además, también destacó el impulso que se quiere dar a la industria en la comarca -aunque reconoció que falta dotación de suelo industrial en el municipio- y la importancia que ha adquirido el turismo. Durante su intervención en el acto de presentación del dosier económico, Bascuñana presumió de que Orihuela se sitúa como la población de más de 40.000 habitantes de la provincia con mejor comportamiento del empleo. Tampoco se olvidó de reivindicar las infraestructuras pendientes, como el desdoblamiento de la CV 95 o la mejora de la conexión ferroviaria.