La venta de coches eléctricos aumenta cada año. En 2018, se vendieron 89.994 vehículos eléctricos e híbridos, un 40% más que en 2017, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC).

Los números confirman que pronto la circulación de este tipo de vehículos será mayor y muchos consumidores se preguntan si merece la pena. Además, la Unión Europea y las administraciones españolas están favoreciendo a este tipo de vehículos.

Precio

El precio estos vehículos sigue siendo mucho mayor que los convencionales. Aunque depende del modelo, normalmente son entre 5.000 y 13.000 euros más caros. Esta diferencia de peso se podría contrarrestar con lo ahorrado en la recarga del vehículo y otros gastos. Pero, ¿es realmente rentable comprar un coche eléctrico?

Consumo

La electricidad es mucho más barata que la gasolina o gasóleo, por lo que recargar un coche eléctrico es más económico. Esta es su principal ventaja. Además, recorrer 100 kilómetros con un coche eléctrico cuesta aproximadamente unos 13 kWh, alrededor de una cuarta parte de lo que equivaldría mover un coche con motor de combustión con un consumo de 5 litros por cada 100 kilómetros.

Si tenemos en cuenta que la luz puede costar en las horas valle en torno a 0,10 euros y la gasolina ronda ahora los 1,30 euros el litro, el consumo para 100 kilómetros en un coche eléctrico supondría 1,30 euros, mientras que en uno de gasolina el gasto se elevaría hasta los 6,5 euros.

Además, hay que tener en cuenta que hay puntos de carga gratuitos en concesionarios o centros comerciales. Sin embargo, si utilizamos una 'electrolinera', pagaremos algo más. Aunque dependerá de cada establecimiento, el precio podría elevarse hasta los 0,50 euros/KwH, lo que incrementaría el gasto por cada 100 kilómetros hasta los 6,5 euros.

El punto de recarga es una de las cosas más importantes a tener en cuenta a la hora de adquirir un coche eléctrico. A pesar de que cada vez son más habituales en España, todavía es probable que el consumidor necesite uno propio, además de que resultaría más económico. El problema se produce cuando se quiere instalar uno de carga rápida en viviendas comunitarias con garajes comunes, porque el precio de la instalación es más elevado.

En 2018, la Comisión Europea aprobó una directiva que obligará a equipar todos los aparcamientos de edificios comunitarios e individuales con puntos de recarga rápida para coches eléctricos. Esta medida se implementará a partir de 2021 y busca impulsar el uso de energías limpias y aumentar la rentabilidad de tener un coche eléctrico. La directiva europea recalca, además, que deberían existir al menos 20 puntos por 10.000 habitantes.

Inconvenientes

En el lado de los inconvenientes hay que subrayar aún la falta de puntos de recarga y la escasa autonomía. La mayoría de los coches eléctricos carecen de capacidad suficiente para realizar un viaje largo y sobre todo, no específicamente programado.

Además, el tiempo de recarga es mucho más elevado que el de un coche con motor de combustión. Hay tres formas de carga: lenta, semi rápira y rápida en función de la infraestructura con la que contemos o a la que enchufemos el vehículo. Dependiendo de la red y de la capacidad de las baterías de cada vehículo, la carga completa puede durar hasta 12 horas, la semi rápida hasta 3 horas y la carga rápida alrededor de una hora.

Menos gastos

En cambio, el coche eléctrico ofrece otra serie de ventajas, además de las medioambientales. El mantenimiento de los coches eléctricos es más sencillo y económico que el de uno convencional, debido a que no comparten las mismas piezas. El primero no cuenta con embrague ni aceite ni filtros, entre otras cosas. Esto hace que no se deban realizar cambios de piezas tan a menudo, como sí sucede en los convencionales.

Además, muchas administraciones están aprobando medidas económicas para fomentar la compra de estos vehículos. En algunas ciudades, los coches eléctricos disponen de ciertas ventajas, como zona azul gratis, y otras fiscales, como descuentos en el Impuesto de Circulación.

Pero no son las únicas. En 2018 se aprobó el Plan de apoyo VEA Vehículos, que supone una evolución del plan que ya existía anteriormente. Este plan contará con 16,6 millones de euros que irán destinados a ayudas para personas que adquieran coches eléctricos e híbridos.