Volkswagen, que en 2018 tuvo un beneficio operativo antes de extraordinarios de 3.239 millones de euros (-1,9%), va a aplicar un programa de reducción de costes para mejorar su rentabilidad y recortará en Alemania entre 5.000 y 7.000 empleos hasta 2023.

Volkswagen informó este miércoles de que "la marca da pasos importantes este año para fortalecer su competitividad de una forma sostenida".

La reducción de empleos en la marca VW se produce por la automatización de algunas tareas rutinarias, que serán absorbidos al no reclutar empleados nuevos.

El número de empleados que podrá acogerse a una jubilación anticipada será de 11.000 personas.

También es posible la reestructuración por la curva demográfica con los empleados que se jubilan.

Al mismo tiempo, la Volkswagen va a crear 2.000 nuevos empleos en el desarrollo técnico, como la arquitectura electrónica y software.

Volkswagen ha dado a sus empleados garantía de empleos hasta al menos 2025, por lo que no puede aplicar despidos forzosos hasta entonces.

Volkswagen va a invertir 4.600 millones de euros en sistemas de tecnología de la información para digitalizar procesos administrativos.

"Esto incluye el inicio de la ofensiva de eléctricos, medidas de eficiencia en la producción y más progreso en la productividad y los márgenes", dijo la Volkswagen.

Volkswagen quiere mejorar los beneficios y lograr una mejora sostenida de 5.900 millones de euros a partir de 2023.

Para ello va a reducir la complejidad y los costes de materiales.

Este programa comenzará a dar resultados de forma gradual desde 2019 y hasta 2022.

Las inversiones hasta 2023 serán de 19.000 millones de euros, 8.000 millones de euros más de lo que se había previsto inicialmente para el periodo entre 2019 y 2023.

La productividad en las fábricas aumentará un 5% anualmente, añadió la compañía con sede en Wolfsburgo, en el norte de Alemania.

"Las medidas del programa para mejorar los beneficios permitirán a nuestra marca lograr un nivel de rentabilidad competitivo del 6% en 2022", dijo el director de Control y Contabilidad de Volkswagen, Arno Antlitz.

Volkswagen vendió el año pasado 3.715.000 vehículos (+4%) y facturó 84.585 millones de euros (+6,8%).

Volkswagen tiene una rentabilidad operativa sobre las ventas del 3,8% (4,2% en 2017).

El resultado operativo estuvo lastrado por unos costes de ventas más elevados, como los incentivos medioambientales, los efectos de los tipos de cambio y gastos en nuevos productos por el lanzamiento de eléctricos.

La crisis de diésel también dejó unos extraordinarios de -1.900 millones de euros (-2.800 millones de euros en 2017).

Además, los nuevos estándares armonizados de emisiones y consumo, en vigor en Europa desde septiembre del año pasado para todos los vehículos, también presentaron desafíos para la compañía.

En los próximos diez años Volkswagen va a producir 10 millones de vehículos eléctricos con la plataforma modular, el primero de ellos es el ID., que se presentará en el Salón de Fráncfort y que se puede encargar anticipadamente la edición de lanzamiento desde el 8 de mayo.

Volkswagen prevé un margen de rentabilidad entre el 4 y el 5% este año, un crecimiento de la facturación del 5% y mantener las entregas.