La campaña de rebajas consiguió rebajar las cifras de paro en la provincia, que cerró el mes de febrero con 449 desempleados menos, sobre todo, por el buen comportamiento del sector servicios. Este descenso, que sitúa el total de parados en 153.942 personas, desmarca a Alicante de la tendencia al alza registrada a nivel nacional y autonómico. Incluso, es la única provincia de la Comunidad que reduce el desempleo, ya que en Castellón el paro aumentó en 1.040 personas y en Valencia, en 1.306, según los datos del Ministerio de Trabajo dados a conocer hoy.

Aunque todos los sectores productivos alicantinos se anotaron descensos en febrero, la actividad de servicios, donde se encuadran los negocios del turismo, el comercio o la hostelería, con gran peso en la provincia, es la que registra un mayor recorte, con 457 desocupados menos. Sólo el colectivo sin empleo anterior experimenta un incremento mensual, al sumar 207 parados más.

Esta evolución al alza es, de hecho, la que impide un descenso más importante del desempleo, ya que la construcción también redujo su bolsa de paro en más de 100 personas; seguida de la industria, con 81 desocupados menos y la agricultura, con 17. En la comparativa interanual, el paro desciende en más de 5.700 personas en Alicante.

No obstante, el balance mensual del mercado laboral alicantino vuelve a presentar la contradicción de un recorte de las cifras del desempleo, pese a que la contratación registra cifras negativas, con 5.971 formalizaciones menos y un mínimo avance de 389 contratos más en el cómputo interanual.

A pesar de esta evolución de la contratación, la afiliación a la Seguridad Social cierra el mes con 4.485 altas laborales más, lo que sitúa el total de cotizantes al sistema en 642.919. Igualmente, la comparativa interanual regista una evolución al alza, con 19.635 afiliaciones más.

Esta creación neta de empleo contrasta con el mínimo descenso del paro y la bajada de la contratación. Los sindicatos atribuyen estos desfases, que suelen producirse en algunas épocas del año, a la excesiva rotación de los contratos, sobre todo, los de corta duración.