La sucesión y la profesionalización se sitúan entre los principales retos que debe afrontar la empresa familiar para garantizar su continuidad en el tiempo. Así se ha puesto de manifiesto esta mañana en una jornada sobre la transformación que debe experimentar la empresa familiar alicantina para conseguir el éxito, que ha sido organizada de manera conjunta por la Asociación de Empresa Familiar de la provincia de Alicante (Aefa) y Cajamar en las instalaciones de la Institución Ferial Alicantina (IFA).

El director del área de Talento de Cajamar, Emilio del Águila ha sido el responsable de conducir esta sesión en la que han participado como ponentes la vicepresidenta de Grupo Consentino, Pilar Martínez Consentino; y la socia de Abante, Belén Alarcón. Para Alarcón ser una empresa familiar es un orgullo, ya que son las más rentables y las que más empleo dan, pero al mismo tiempo es un reto porque "solo una de cada 10 llega a la tercera generación".

Sobre estos desafíos, Alarcón ha matizado que "algunos son solo cuestión de planificar, pero hay otros retos como la sucesión o la profesionalización que requieren hacer un trabajo a nivel familiar" si lo que se pretende es dar continuidad al negocio y garantizar el éxito en el relevo generacional.

Para ello, la consultora ha recomendado a los empresarios familiares de la provincia a que en sus entidades se pase de la imposición al consenso, se homogeneice el lenguaje en los miembros de la unidad familiar y se empiece por lo que une, reconociendo el esfuerzo y trabajo realizado por el fundador. También ha insistido en la necesidad de "definir a donde se quiere llegar y cuáles serán las normas que deberán ser recogidas en un protocolo".

Por su parte, Pilar Martínez ha compartido la experiencia de crecimiento del Grupo Consentino que empezó con un negocio pequeño y ahora se ha transformado en una compañía que está presente en los cinco continentes y que tiene más de 4.500 empleados en todo el mundo. La vicepresidenta del grupo empresarial ha destacado como palancas para modelar dicho crecimiento, además de la diversificación, "la innovación, la digitalización y, sobre todo, la apuesta por las personas".

Martínez ha coincidido con Alarcón en situar a la profesionalización como uno de los mayores desafíos de las empresas familiares. En este sentido, la directiva ha añadido que también es importante "dotar de objetividad y de mecanismos de gestión a la empresa familiar, que son el motor de la economía", siempre sin olvidar que estas entidades poseen una ventaja competitiva que reside en los valores y en el proyecto que comparten.

El presidente de Aefa, Francisco Gómez, ha recordado que como empresarios "tenemos que lograr ser competitivos, responder a la demanda, convivir con la oferta y la competencia, y adaptarnos a la complejidad y diversidad de los mercados". Y todo ello, según Gómez "desde una configuración diferente al resto de empresas, haciendo que los valores que nos designan y nos diferencian del resto de compañías se conviertan en un valor añadido".

El director territorial de Cajamar en Alicante, Manuel Nieto, ha destacado que "el futuro de las empresas familiares depende de las decisiones que adopten en cada momento, y sobre todo de la vitalidad de las personas que están al frente de ellas, de modo que sean capaces de responder con soluciones imaginativas y responsables a las distintas situaciones que afectan al entorno en el que desarrollan su actividad. De ahí la importancia de encuentros como este en el que se comparten conocimiento sobre experiencias de éxito que contribuyen al crecimiento y desarrollo de las empresas".