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Autónomos: casi 1.900 euros menos en la Comunidad que la media de España

El beneficio medio que declaran a Hacienda los pequeños empresarios y profesionales de la autonomía por los rendimientos de sus actividades económicas no alcanza los 10.300 euros anuales. Uno de cada seis asegura que está en pérdidas

Un mecánico trabaja en un taller de la provincia. Diego fotógrafos

No son sólo los sueldos. Al igual que ocurre con los trabajadores por cuenta ajena, también los autónomos de la Comunidad Valenciana tienen que conformarse con unos ingresos inferiores a la media nacional, fruto del menor nivel de renta y de la menor riqueza que se genera en la zona. Una diferencia que deja en sus bolsillos cerca de 1.900 euros anuales menos que en el resto del país. Así lo refleja la Estadística de Rendimientos de Actividades Económicas que, por primera vez, ha elaborado la Agencia Tributaria para conocer la realidad de estos pequeños empresarios y profesionales a través de la información que ellos mismos facilitan en sus declaraciones de la renta.

Y lo primero que llama la atención es que uno de cada seis autónomos -el 17,3% del colectivo, una tasa similar a la nacional- declara pérdidas al fisco, lo que da una idea de lo difícil que resulta tener éxito en cualquier negocio, «sobre todo en los primeros años», como apunta el secretario general de UPTA-PV, Javier Pastor, que, no obstante, también reconoce que en muchas ocasiones se trata de pérdidas contables. «Aquí no hay salario mínimo y, si las cosas van mal, no se gana dinero», recuerda, por su parte, el presidente de ATA en la Comunidad, Rafael Pardo, que señala que, incluso en épocas de bonanza, hay muchas empresas que abren y que cierran.

En cualquier caso, se trata de una cifra notable ya que en términos absolutos quienes están en pérdidas suponen 66.037 de los 380.628 contribuyentes de la autonomía que declararon algún ingreso por actividades económicas en la renta de 2016, la última analizada por el organismo tributario. Entre aquellos que ganaron dinero, el beneficio medio se situó en 10.283 euros anuales, con lo que no llegarían ni a mileurista, aunque hay que tener en cuenta que un gran porcentaje de ellos es autónomo como actividad secundaria o como complemento de otros ingresos. Así, las ganancias medias se elevan hasta los 18.426 euros si sólo se tiene contabiliza a quienes tienen en su negocio su principal fuente de renta, mientras que desciende a 2.541 euros anuales para los que sólo supone una fuente de ingresos adicional a otro empleo.

Sea como fuere, la citada media de 10.283 euros de beneficios que reconocen los pequeños empresarios valencianos queda bastante lejos de los 12.170 del conjunto nacional. Al respecto, son los autónomos madrileños los que disfrutan de un mayor nivel de ingresos, con 19.635 euros por cabeza (9.352 euros más que los valencianos);seguidos por los baleares, con 16.748 euros; y los catalanes, con 15.628. En el lado opuesto, son los autónomos extremeños y castellano-manchegos, con 7.639 y 7.660 euros, respectivamente, los que tienen la renta más baja.

Tanto UPTA, como ATA relacionan esta diferencia con el menor nivel de renta que, de por sí, tiene la Comunidad Valenciana con respecto al resto del país y que se traslada a los precios que pueden cobrar estos profesionales por sus servicios o productos. «En Madrid cualquier asesoría cobra 100 euros al mes por llevarte las cuentas, aquí puedes encontrarlas por 40», apunta Javier Pastor. «Si hay menos riqueza en una zona, lógicamente, eso repercute en la facturación de los negocios», señala, por su parte, Rafael Pardo, que confía en que la autonomía pueda recortar distancia y alcanzar en no demasiado tiempo el nivel de renta del resto del país. No obstante, recuerda que el coste de la vida «también es más barato» en la autonomía.

A pesar de ello, el secretario general de UPTA también recuerda que hay muchos autónomos que lo son por necesidad -sobre todo entre los mayores de 50, a los que resulta más difícil encontrar empleo por cuenta ajena-, «por lo que suelen resistir aunque ganen cantidades bajas». Lo mismo que ocurre con los jóvenes. En este sentido, hay que destacar que los beneficios medios que declaran los autónomos están, igualemente, bastante por debajo del sueldo medio en la autonomía, que según la propia Agencia Tributaria, se sitúa en 17.222 euros.

Módulos

El estudio también recogen las fórmulas de tributación que escogen los distintos profesionales y los resultados de recaudación que se consiguen con cada uno de ellos. Así, mientras que los autónomos que pagan a Hacienda por el método de estimación directa -es decir, por lo que refleja la contabilidad de la empresa- soportan un tipo efectivo en el IRPF del 20,2%; los que aún utilizan el sistema de estimación objetiva -los populares módulos- sólo pagan un 7,78%. De ahí que en los últimos años el Gobierno haya restringido cada vez más el número de profesionales que puede acogerse a este sistema. Sin embargo, las asociaciones del ramo defienden su utilidad para sectores como el comercio o el transporte, que resultan más difíciles de controlar.

El periodista y autónomo Álex Guillén. Foto: Pilar Cortés"Me costó llegar a mileurista"

Cuando Álex Guillén escucha que los beneficios medios de los autónomos de la Comunidad no llegan ni a los mil euros mensuales, no se extraña en absoluto. «A mí me costó bastante. Prácticamente hasta mediados del año pasado no lo logré», señala este emprendedor, que se dio de alta como trabajador por cuenta ajena en 2014. La suya es una historia muy común. Periodista de profesión, ese año cerró la televisión comarcal en la que trabajaba y le tocó reinventarse. «No era lo peor de la crisis pero en esa época también había cerrado Canal 9, así que periodistas había a patadas», recuerda. «Lo que yo sabía hacer era producir y editar reportajes y decidí reorientarme a hacer vídeos de comunicación corporativa junto con un socio», añade Guillén. Fue así como creó la productora Letra&Frame y, poco a poco, empezó a abrirse camino. Sin embargo, la falta de estabilidad en los ingresos le llevó a diversificar y también puso en marcha un segundo negocio -una agencia de marketing digital- para complementar sus ganancias.

Por suerte, asegura que no ha sufrido los impagos que han acabado con la trayectoria de otros emprendedores y señala que el principal lastre es la cuota de 300 euros mensuales que tiene que pagar a la Seguridad Social. «Es verdad que hay ayudas y está la tarifa plana pero muchas veces se acaban cuando la empresa aún no ha despegado», reflexiona al respecto y pide más flexibilidad a la Administración.

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