A pesar de que algunas voces empiezan a alertar de la posible formación de una nueva burbuja inmobiliaria, la mayoría de expertos sostienen que esta posibilidad sigue aún lejos y que, hasta la fecha, los incrementos de ventas y de precios tienen una base sólida y se mantienen en niveles todavía bastante distantes de los que se registraban en los años del «boom». Así lo apunta, por ejemplo, el último «Observatorio Inmobiliario» que ha elaborado BBVA Research sobre la Comunidad Valenciana y que señala que, a pesar de los siete años de aumentos consecutivos que encadena el sector, la cifra de compraventas de viviendas en la provincia de Alicante aún se sitúa un 41% por debajo de su máximo.
En concreto, según los datos del informe, entre septiembre de 2017 y el mismo mes de 2018 se vendieron en la zona 44.440 casas, lo que supone casi el doble de las que lograron colocarse en 2011, cuando el mercado tocó fondo, con sólo 23.643 operaciones. Sin embargo, a pesar de este avance tan notable, el volumen total de transacciones sigue muy alejado de las 74.951 que llegaron a registrarse en 2004, el año con mayor actividad de la historia para el sector inmobiliario alicantino, que funciona con varios años de adelanto con respecto al ciclo nacional.
«Está claro que todavía hay recorrido hasta alcanzar esos niveles, si es que se llegan a alcanzar algún día», señala el economista de BBVA Research y autor del informe, Félix Lores, que no ve los riesgos de los que algunos alertan. «Puede que en algún punto de Alicante capital o de la costa haya cierto calentamiento pero, a nivel general, estamos muy lejos de la definición de burbuja, que es cuando la evolución del mercado no se explica con los determinantes que existen y no es el caso», apunta el experto.
Al respecto, Lores recuerda que el mercado inmobiliario alicantino está muy influenciado por el enorme peso de los compradores extranjeros, que en el último ejercicio protagonizaron el 48,9% del total de transacciones, frente al 16,8% de la media nacional. Un mercado que, tal y como recogen también las estadísticas del Colegio Notarial de Valencia, sigue al alza aunque con crecimientos más moderados que en años anteriores «quizá anticipando la desaceleración de la economía europea o la incertidumbre internacional», afirma el experto. Por su parte, la venta de segundas residencias a compradores de otras provincias aportó otro 15,7% del negocio de las inmobiliarias en la zona; mientras que la demanda local apenas supuso un tercio del total, el 34,3%, para ser exactos. Eso sí, el año pasado fue este segmento el más dinámico, con un incremento del número de operaciones del 22,3% con relación a 2017, más del doble que el resto del mercado.
Al respecto, Félix Lores señala que la mejora de la economía y, en especial, del mercado laboral están detrás de este aumento de la demanda local que, no obstante, todavía tiene un importante rango de mejora hasta normalizarse por completo.
Por municipios
El informe también incluye datos de la evolución del negocio inmobiliario por municipios hasta el tercer trimestre del año. Así, la ciudad de Alicante fue la que registró en mayor número de transacciones durante los primeros nueve meses de 2018, con un total de 5.344 operaciones, lo que representa, además, un incremento del 29,1% sobre el mismo periodo del año anterior, el segundo mayor de entre las principales poblaciones de la provincia. Le siguen Torrevieja, con 3.908 viviendas vendidas y un aumento del 11,8%; Orihuela, con 3.092 inmuebles y un ligero retroceso del 2,1%; y Elche, con 2.212 compraventas, un 24,7% más. No obstante, el municipio donde más aumentaron las ventas durante el citado periodo fue Benidorm, que sumó 1.774 operaciones, un 35,4% más.
En cuanto a los precios, al igual que ocurre con las ventas, el metro cuadrado se mantiene en el entorno de los 1.250 euros, muy alejado de los casi 1.800 que llegó a marcar en 2008. Xàbia, Benidorm y Calp son los municipios que más terreno han recuperado desde que el mercado alcanzó su punto más bajo.
