La provincia de Alicante ha cerrado la campaña de la oliva con un descenso de la facturación de unos 10 millones de euros. Los precios del aceite han experimentado este año una caída del 30% como consecuencia de la elevada producción en la zona de Andalucía, lo que ha propiciado, según La Unió de Llauradors La Unió de Llauradors, que la rentabilidad para los agricultores haya sido prácticamente nula, especialmente en las áreas de montaña.
Los peores presagios que se manejaban a principios de campaña han terminado cumpliéndose para el sector olivarero de la provincia de Alicante. Los precios del aceite han experimentado un fuerte descenso, superior al 30%, lo que lógicamente ha tenido una repercusión directa en los beneficios de los productores.
Según explicaba Julián Úbeda, de La Unió, «hemos pasado de los 3,5 euros que se pagaban el ejercicio pasado por el kilo de aceite a granel a tan sólo 2,4, circunstancia que ha supuesto una fuerte caída de los ingresos».
La razón hay que buscarla en la potente cosecha que ha tenido Andalucía, la principal zona productora de España y la que marca, consecuentemente, las oscilaciones en la cotización del aceite. A este factor se le unen, destaca Úbeda, otros factores como la especulación en los mercados internacionales.
El resultado, remarca el representante del sector, ha sido que «la rentabilidad haya quedado reducida a cero, especialmente en las zonas no extensivas, como las de montaña, donde lógicamente son más complicadas las labores de recolección». Y es que, según Julián Úbeda, «los estudios nos indican que los costes de producción se sitúan alrededor de 2,7 euros el kilo de aceite, por lo que en estos momentos nos encontramos sensiblemente por debajo».
La cosecha en la provincia ha sido similar a la del año pasado, con 40 millones de kilos de aceitunas que han generado 8 millones de kilos de aceite. Todo ello ha dejado la facturación en poco más de 19 millones de euros, 10 menos, como queda dicho, que el ejercicio anterior.
Otro factor que ha jugado en contra del sector durante esta campaña han sido los bajos rendimientos obtenidos a la hora de producir el aceite. «Hubo factores meteorológicos que influyeron en la floración, y, además, la plaga de la mosca ha reducido la calidad», concluye.
