Este viernes 22 de febrero se celebra el Día Europeo por la Igualdad Salarial, un concepto profusamente recogido en legislaciones y programas electorales pero que sigue lejos de realizarse, según múltiples estadísticas de instituciones empresariales, sindicatos y asociaciones de mujeres. Los años de recesión económica dejan datos interesantes. Ha sido una época en la que, en términos generales, ha crecido el empleo entre las mujeres, pero también la desigualdad en la remuneración por géneros. Mucho de ese empleo es temporal, pero curiosamente no es aquí donde la brecha es mayor, sino en las contrataciones indefinidas y cuánto más alto es el escalafón interno de la empresa. E igualmente relevante es la advertencia que lanzan algunos expertos: en determinados sectores de la economía digital, dominados por hombres, la distancia está creciendo.
UGT constata que la destrucción de empleo femenino en la crisis fue más lenta, pero que la recuperación ha atemperado la distancia salarial entre géneros
"El empleo femenino creció durante la crisis y se acerca a la media europea, pero aún permanece el problema de la brecha salarial", dice Raymond Torres, director de Coyuntura y Análisis Internacional de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas). La progresiva toma de conciencia sobre este problema parece haber frenado el aumento de esa franja, pero no es el único ni el más importante de los motivos, explica UGT en su reciente informe 'Reducir la brecha salarial, la prioridad'.
Para el sindicato, la destrucción de empleo fue más inmediata entre el sector masculino en los años más duros de la crisis. "Sin embargo, la lenta recuperación ha ido corrigiendo la brecha entre sexos de la población asalariada", destaca la central, que subraya que dicha distancia alcanzó su punto más álgido en 2013 (23,9%) y cayó en los tres años siguientes hasta situarse en 2016 en el 22,35%.
La temporalidad es un grave problema del mercado laboral que se ceba especialmente en las mujeres, pero la brecha es mayor en los contratos de duración indefinida, como prueban las estadísticas del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, dependiente del Gobierno. Mientras en 2016 la ganancia media anual para un contrato indefinido masculino era de 27.665 euros y para una mujer era de 21.086 euros, en los vínculos temporales las ganancias eran de 17.565 y 16.461 euros, respectivamente.
Por sectores productivos, el de los servicios es el que más sufre este problema, constata Mercedes Sánchez-Apellániz, profesora de Administración y Organización de Empresas en la Universidad de Sevilla. Las mayores distancias se dan en actividades como la enseñanza y el comercio, donde el salario de la mujer llega a ser el 84% del de un hombre, pero también son altas en profesiones como directoras y gerentes y las relacionadas con trabajos científicos e intelectuales. "A medida que se sube en el escalafón de la empresa, la desigualdad crece", resume la profesora sevillana.
Brecha salarial por comunidades
Tanto la docente universitaria como el analista de Funcas advierten de que las políticas de conciliación de la vida laboral y familiar que se están promoviendo desde diversas administraciones -por situaciones como la maternidad o el cuidado de personas dependientes - traen consigo la continuidad del estereotipo de la mujer como única encargada de estas funciones. "Es un arma de doble filo, porque cuando a la mujer le ofrecen ese contrato a tiempo parcial se le está diciendo que ella es la que debe estar al cuidado de niños y mayores. Además, con estos contratos se contribuye muy poco a la futura pensión", subraya Sánchez-Apellániz, que habla de la 'generación sandwich': mujeres de mediana edad encargadas por un lado de la crianza de los hijos y por otra del cuidado de familiares mayores.
Las políticas de conciliación pueden contribuir a la continuidad del estereotipo de la mujer como única encargada del cuidado de niños y mayores en el hogar
El tirón de la economía digital en determinadas profesiones ocupadas tradicionalmente por hombres y cuya remuneración es superior a la de otras actividades -finanzas, ingeniería informática, carreras técnicas, entre otras- está contribuyendo a ensanchar la brecha salarial, advierte el experto de Funcas, que pide una reorientación desde la escuela para que las niñas no se desalienten si su deseo es dirigir su futuro educativo y laboral hacia estos ámbitos. "Esos sectores debe abrirse de manera proactiva para que las mujeres opten a esos puestos", indica.
